Con esta imagen en nuestra retina (justo en el lugar que terminábamos nuestro primer recorrido por Roma) nos volvemos a poner en marcha en un nuevo recorrido pequeño, pues estamos en lo más denso de la historia y arte romano.
Al salir de la iglesia tomemos hacia la izquierda (todo el recorrido lo tenéis en el plano, RUTA ROJA) para encontrarnos con una de esas plazas mágicas de la ciudad, la llamada di Pietra, pues adosado a los muros de las nuevas edificaciones se encuentra un templo romano.
Se trataba del Hadrianeum o templo de Adriano, construido en 145 por Antonino Pío en honor a su antecesor, Adriano.
Ahora sólo nos quedan quince columnas (completas!!!!) del lado largo del templo
Si continuamos en la misma dirección muy pronto nos encontraremos con la plaza del Montecitorio. En la actualidad es la Cámara de los Diputados (y en la antigüedad en donde cremaban los cadáveres de los emperadores).
El edificio fue comenzado por Bernini y terminado (con la exedra de la plaza) por Fontana. Con su genialidad rompió con el modelo cuadrangular para darle una forma convexa que avanza sobre la plaza.
Y no os perdáis es tour de force, con fragmentos de piedra sin debastar (al modo de sus fontanas más famosas) entre las ventanas
Desde aquí mismo veremos ya despuntar (a nuestra izquierda según vemos la fachada del palacio) la Columna de Marco Aurelio que intentó emular (aunque sin conseguirlo por completo) a la de Trajano, cerca de los foros. Aún así merece la pena detenerse para ver sus relieves helicoidales de batallas por supuesto siempre ganadas.
Ahora cruzaremos (por primera pero no por última vez en nuestras vueltas por Roma) la vía del Corso y encontrar dos iglesias poco conocidas.
San Silvestro in Capite la reconoceremos por su campanario románico (que se nos repetirá en numerosos paseos) y la iglesia barroca que mantiene la tradición (que el visitante puede contemplar) de tener un fragmento de la cabeza de San Juan Bautista. (Si quieres saber más del fascinante mundo de las reliquias romanas, aquí te lo explicamos)
A su lado encontramos Santa María in Via, edificada por Volterra en el XVI en la que se puede ver el pozo que se desbordó para dejar flotando un icono de piedra con una Virgen pintada que aún puede verse.
También es admirable el presepi napolitano que tienen montado todo el año junto a la sacristía.
Y ahora sí, un par de calles siguiendo a las riadas de turistas y nos encontraremos con la famosa Fontana de Trevi (para saber muchas cosas de ella, ya la explicamos aquí)
En ella (mucho mejor tempranito para encontrar hueco, o por la noche, aunque alemanes ye ingleses la están tomando como lugar de botellón) hay que tirar dos monedas (la primera para volver a Roma, la segunda para encontrar el amor) Hay que hacerlo de espaldas y verlas luego caer.
Y en esta zona paramos por el momento. Si se quiere comer hay para todos los gustos, desde pizzas al corte a ristorantes y trattorías, mejor si no alejamos un poco de la plaza y buscamos en calles más pequeñas.
Después de los postres continuaremos con nuestro tercer paseo
TODOS NUESTROS PASEOS POR ROMA
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