Páginas

viernes, 6 de febrero de 2015

Anticipando el manierismo. Tondo Doni. Miguel Ángel





























En una fecha tan temprana (1504) esta extraordinaria pintura de Miguel Ángel ya estaba poniendo los cimientos para lo que será el futuro manierismo, alejándose por completo de las pinturas contemporáneas de Leonardo o Rafael.
El tema principal es una Sagrada Familia al que se añade (en segundo plano) a la figura de San Juanito (algo habitual en las pinturas de Leonardo, como la Virgen de las Rocas) y, tras un pequeño murete, unas desdibujadas figuras (ignudi, como los de la Capilla Sixtina, casi non finitos, como sus famosos esclavos) que a menudo se han interpretado como ángeles ápteros (sin alas), o la civilización anterior a la llegada de Cristo (siendo San Juan Bautista el gozne histórico necesario entre la ley mosaica, el Antiguo testamento, y el nuevo orden del Evangelio representado por Cristo)
Si nos fijamos en su composición Miguel Ángel ha renunciado a la típica representación piramidal de Leonardo (que heredará Rafael) por otra más adecuada al marco redondo (tondo), que se mueve entre un rectángulo y un huso.

Las figuras se componen como un conjunto compacto, aunque sus relaciones se muestran complejas y tensas. Bastaría con comparar con Santa Ana, la Virgen y el Niño de Leonardo (su suave fluir de una figura a otra a través de su posición y miradas) con la forma forzada de pasar el Niño de San José a la Virgen.

De la misma manera, mientras la de Leonardo jugada con contrapostos en equilibrio, la de Miguel Ángel se muestra sumamente centrípeta, girando en la zona de las cabezas como, muchos años más tarde, realizará (cambiando la dirección por otra centrífuga desde la figura de Cristo, cuyo gesto genera un movimiento hacia el exterior de la escena) en la pared de la Sixtina en su famoso Juicio Final.
La composición, obliga, además, a girar toda la figura de la Virgen, creando la típica forma serpentinata que será mil veces repetida en el Manierismo (una hélice que conecta, en forma de zig zag con San José), forzando su musculatura como ocurre en la Sixtina, rompiendo con la grazia y armonía que hacía destacar Rafael en sus Sagradas Familias. (El propio Niño, habitualmente rollizo en el Cinquecento, se vuelve un pequeño Hércules de músculos bien marcados).

Por si fuera poco, Miguel Ángel rompe con las tonalidades típicas del Clasicismo, metalizando los colores de la Virgen (como veis se vuelven blancos bajo la luz directa), añadiendo dos colores que comienzan a ser ácidos (el amarillento de José y la mancha verdosa que se vuelve tornasolada - cambia al color contrario- en las sombras). Comparadlos con los de la obra de Rafael que veíamos antes y veréis claramente cómo cambia la forma de tonalidad.

La perspectiva se acelera de una forma imprevista, dando fuertes salto de profundidad que nos obliga a pasar de lo muy cercano a lo muy lejano sin transición. Unos saltos perceptivos que incomodan al espectador, incapaz de unir armónicamente figura y fondo tal y como era habitual en Leonardo
.

.

.



1 comentario:

Gracias por comentar en este blog. Tus sugerencias serán siempre bienvenidas.
No olvides que si publicas un comentario estás aceptando algunas normas.
Por favor, sé respetuoso en tus palabras. Por supuesto puedes estar en desacuerdo con lo dicho en este blog, y también criticarlo, pero guardando las normas básicas de educación.
No se admite spam y contenidos publicitarios (serán eliminados)
Por el hecho de comentar aceptas nuestra política de privacidad (ver en apartado política de privacidad y aviso legal) y dando consentimiento explícito a que figuren aquí los datos con los que firmes o te registres (recuerda que puedes hacerlo con tu perfil blogger, nombre y URL o en modo anónimo; no es necesario email)
Si no quieres dar consentimiento, no comentes. Si tienes dudas, visita la política de privacidad.

Responsable de los datos: Vicente Camarasa (contacto correo en la parte superior derecha del blog)
Finalidad: moderar los comentarios.
Legitimación: consentimiento del usuario
Destinatarios: el sistema de comentarios de Blogger.
Derechos del usuario: acceder, rectificar, limitar y suprimir datos (si los hubiera)