Páginas

jueves, 8 de septiembre de 2016

EL CÓDIGO DE HAMMURABI


Ya le dedicamos una entrada a la importancia histórica de este gran monolito de casi dos metros y medio de altura que es el primer código legal de la historia de la humanidad.
Hoy, sin embargo, nos queríamos fijar un poco más en el relieve que lo corona.
En él encontramos a Hammurabi en pie, en señal de sumisión ante el dios que le ha de entregar las leyes.
Este dios es Shamash, divinidad solar (junto a él podemos encontrar unos rayos) que, sentado en su trono, se toca con una especie de turbante helicoidal que nos podría traer a la memoria las formas del zigurat.

Sus pies no descansan en el suelo, sino en un escabel que le permiten no pisar la misma tierra de los mortales, y que se convertirá en un topos del poder a través de la plástica romana, llegando incluso a los pantocrator bizantinos y románicos.
Su mano le acerca la vara de mando a Hammurabi, que se convierte en poder a través de la propia divinidad, siendo el encargado de hacer cumplir las leyes que se escriben en el monolito





















No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar en este blog. Tus sugerencias serán siempre bienvenidas.
No olvides que si publicas un comentario estás aceptando algunas normas.
Por favor, sé respetuoso en tus palabras. Por supuesto puedes estar en desacuerdo con lo dicho en este blog, y también criticarlo, pero guardando las normas básicas de educación.
No se admite spam y contenidos publicitarios (serán eliminados)
Por el hecho de comentar aceptas nuestra política de privacidad (ver en apartado política de privacidad y aviso legal) y dando consentimiento explícito a que figuren aquí los datos con los que firmes o te registres (recuerda que puedes hacerlo con tu perfil blogger, nombre y URL o en modo anónimo; no es necesario email)
Si no quieres dar consentimiento, no comentes. Si tienes dudas, visita la política de privacidad.

Responsable de los datos: Vicente Camarasa (contacto correo en la parte superior derecha del blog)
Finalidad: moderar los comentarios.
Legitimación: consentimiento del usuario
Destinatarios: el sistema de comentarios de Blogger.
Derechos del usuario: acceder, rectificar, limitar y suprimir datos (si los hubiera)