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martes, 18 de abril de 2017

Análisis y comentario. Pollock


Realmente no podemos hablar de un tema concreto, pues nos encontramos ante un cuadro abstracto pero, y como veremos en el comentario, en el fondo se trata de una expresión de sus sentimientos más primarios (asco, dolor, rabia...)
La técnica es sumamente personal. Colocado sobre el suelo (y ya no el tradicional caballete), el autor recoge directamente la pintura del bote por medio de pinceles y palos (que luego deja gotear o salpica sobre el lienzo). Se denomina técnica del dripping. (Aquí puedes ver dos vídeos de Pollock pintando)

El soporte es lienzo, de un gran tamaño, que permita al espectador entrar en el cuadro y perderse en él, pues más que mirar ha de habitar la pintura
La composición es bastante confusa, pues las líneas y salpicaduras rellenan todo el cuadro (all over), sin siquiera respetar sus contornos (la pintura sale del cuadro) que se recorta una vez hecho.
Las líneas fundamentales son grandes círculos que se entrecruzan en todas las direcciones (el pintor daba vueltas en torno al cuadro mientras "pintaba", trabajándolo desde todos los lugares).
Estas líneas se unen con salpicaduras y grumos que crean puntos más intensos (y llenos de pintura) sobre el lienzo, cuya presencia es un nuevo color en el cuadro y no simplemente su soporte.
Pollock renuncia casi por completo al color (cosa que no ocurre con otras de sus obras)

El espacio no existe. No hay un delante y un detrás, y más que la típica ventana renacentista, se trata de un verdadero objeto en donde la pintura no es un simulacro (la representación de otra cosa, como un paisaje o una persona) sino que se debe de ver en si misma.

Comentario.
Muchos espectadores se quedan silenciosos ante el lienzo, sin saber cómo mirarlo.
En realidad, como ya decíamos, más que mirarlo, hay que estar dentro de él (por esto el gran formato), entrar en su maraña.
Y es que no se trata de un objeto de contemplación, sino un verdadero lugar de acción. Un sitio en donde, además de la mirada, han de ponerse en función otros sentidos (entre ellos la cenestesia, entendiéndola como la participación del cuerpo, que ha de rememorar la forma en la que estuvo pintado, girando, moviéndose en torno suyo, realizando fuertes gestos para salpicar..., poniendo así en función el cuerpo como una extensión del pincel)

En el suelo me siento más a gusto. Me siento más cerca del cuadro, más parte de él, ya que me es posible dar vueltas en torno a él, trabajar desde sus cuatro lados y, literalmente, estar en la pintura

Este proceso de pintar es una evolución del dibujo automático que practicaron los surrealistas, en donde se pretendía eliminar los controles racionales para dejar salir a las fuerzas subconscientes (el propio movimiento se convierte así en obra de arte, siendo el cuadro solamente un resto de este proceso; un adelanto de lo que será el futuro arte del cuerpo o los happening). Aquí tienes más obras

Cuando estoy en el cuadro, no me doy cuenta de lo que hago (...)El cuadro tiene su propia vida

Con tal técnica Pollock dejaba surgir sus conflictos más íntimos, normalmente asociados con sentimientos negativos. Su vida fue dura, con problemas con el alcohol, soledad, ruina económica y ciertos desórdenes mentales que le llevarán al suicidio (conduciendo su coche en estado de embriaguez). Sin necesidad de ningún truco narrativo toda esta "negrura" se nos muestra a través del carácter caótico de las líneas o la violencia de su realización, haciéndonos partícipes (por eso lo de entrar en el cuadro) de su tragedia personal.

Su obra hay que ponerla en relación con el movimiento pictórico denominado expresionismo abstracto que surge en Estados Unidos en los años 40-50, con autores como Clyfford Still, Franz Kline y Willem de Kooning. que tomaron las propuestas más radicales del surrealismo (Miró, Masson, Gorky) y les unieron la carga negativa de la filosofía existencialista potenciada tras la Segunda Guerra Mundial y sus horrores, con la experiencia traumática de la vida urbana (especialmente visible de Nueva York, donde surgió la primera de las escuelas del movimiento, a la que pertenecía Pollock).
Detrás de este movimiento estuvieron críticos (Rosenberg,  Clement Greenberg que hablaban del carácter genuinamente americano y moderno de esta escuela, tambien denominada Action Painting, que seguía la línea iniciada por Picasso de separar arte de realidad para concentrarse en las pulsiones del artista, que grita en sus cuadros) y mecenas (Peggy Guggenheim).
El movimiento tuvo amplias ramificaciones.
Dentro de EE UU apareció la escuela del Pacífico, también abstracta pero mucho menos gestual y conectada con las filosofías orientales (Rothko).

En Europa se extendió con el nombre de informalismo, ampliándose su práctica por medio de la utilización de todo tipo de materiales que son forzados (casi torturados) por el artista (Tapies, tierras que hacen verdaderos muros; Millares o Burri, arpilleras que rasgan o queman) o ponen en contacto con el arte de los enajenados mentales (Art Brut de Dubuffet)



Millares

2 comentarios:

  1. Que grande Pollock!
    Bonito artículo y bonito blog.
    Un saludo

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  2. Entrego su mundo de confusion y desorden; su desesperación y vivencias de una época
    qué, posiblemente, lo aterró. Gracias obra y maravilloso artículo.

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