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lunes, 4 de abril de 2022

CÓMO SE ANALIZA UNA PINTURA. LA TUMBA DE RAMSÉS I

 ARTE EGIPCIO

 


 Tomado de WIKIPEDIA

 

El tema, como es habitual en la pintura egipcia, es funerario, y representa, según el Libro de los Muertos, el momento en el que el faraón está siendo recibido en el Tribunal de Osiris por parte de Horus (izquierda) y Anubis, con cabeza de chacal (En la parte derecha de la pared se puede observar el anterior traslado del faraón en la barca de Ra).

 

 Barca de Ra.


 

El soporte es la propia pared (pintura mural), utilizando la técnica del fresco (con huevo como aglutinante que se aplica sobre el yeso aún húmedo o enlucido) para las superficies coloreadas, y el temple en seco para los detalles.

 

La composición de la escena central es simétrica, con el faraón como eje de simetría. Por otra parte se utiliza las formas geométricas para encuadrar las distintas figuras. Todo ello nos produce una sensación de escaso movimiento (estática).

 

La línea predomina sobre el color creando unos perfiles nítidos que luego se colorean de forma plana (colores planos) y saturada, predominando los cálidos en las figuras (rojizos y amarillos) que contrastan contra el fondo frío (azul en la Barca de Ra).

 

El dibujo es bastante sintético, de trazo geométrico y escasos detalles.

 

La luz no es utilizada, creando colores sin claroscuros que convierten a las figuras en bidimensionales.

 

El espacio resulta plano, sin ningún intento de perspectiva, utilizando el fondo como soporte para la realización de jeroglíficos.

 

Las figuras se nos muestran en perspectiva torcida (vistas desde varios puntos de vista combinados) y, por tanto, muy lejanas de cualquier tipo de realismo. Para su creación se utilizan las formas geométricas que eliminan gran parte de sus detalles, idealizándolos.

En cuanto a la expresión nos encontramos con personajes hieráticos, llenos de convencionalismos y sin excesivo movimiento (estáticos). No interesan las texturas.

 

COMENTARIO.

 

La pintura que comentamos pertenece, sin lugar a dudas, al arte egipcio, bien apreciable por el uso de técnicas arcaicas (perspectiva torcida, colores planos, tendencia a la geometría, fondo plano...) y la propia función funeraria de la misma.

En este sentido, el mundo de ultratumba constituía una de las principales creencias del antiguo Egipto que influirá poderosamente en su arte (importancia de la arquitectura funeraria como mastabas, pirámides e hipogeos; temática habitual de escultura o pintura). Concretamente en el caso de la pintura, toda su iconografía se encontraba resumida en el Libro de los Muertos que iba narrando los distintos episodios que ocurrirían hasta la llegada al Mas Allá.

La pintura que comentamos nos narra dos de ellos: el traslado del cuerpo a través del Nilo por medio de la Barca de Ra, y la preparación del difunto para el posterior juicio de Osiris en donde su alma sería pesada en una balanza para confirmar su bondad o maldad (psicostasis, tema que será retomado por el arte medieval cristiano con San Miguel portando una balanza y el Demonio intentando hacer trampas).



 

Pesaje del alma. Egipto

 

 

El protagonista de ambas (además de distintos dioses del panteón egipcio) es el propio faraón, verdadero poder de la teocracia egipcia (unión, en una sola persona de los poderes religiosos y políticos), que se ayudaba en sus tareas por una serie de privilegiados (escribas, soldados y sacerdotes). Esta sociedad estamental se reflejaba también en el arte, siendo sólo las capas superiores las que tenían capacidad para encargar arte (comitentes), tal como también se observa en arquitectura y escultura.

 

La estética utilizada, bastante arcaica en su forma de plasmar la realidad, nos recuerda que el fin último de estas pinturas no era crear belleza (como luego sí harán los griegos), sino (en el caso concreto de la pintura) de narrar el mundo del Más Allá. Se trata, por tanto, de una estética trascendente, una imagen de lo sagrado que representa las cosas no desde la pura visión humana, sino de una forma mental y por completo antinaturalista que reduce las formas naturales o modelos geométricos y no duda en unir varios puntos de vista o eliminar perspectiva o claroscuro.

 

Por último, este arte egipcio (sin apenas influencias anteriores) influirá decisivamente en otros posteriores, como el bizantino y románico (de nuevo artes sagrados), que volverán a estas formas sintéticas, lineales y sin fondo ni luz.

 

 Maderuelo. Románico

Tomado de  arteparaninnos.blogspot.com

 

 

Mucho tiempo después otros autores volverán a recoger esta idea de arte para romper con el clasicismo, como Gauguin en el siglo XIX o Picasso en el XXque volverá a investigar la idea de una visión múltiple del objeto que reduce a formas geométricas simples, tal y como puede observarse en las Señoritas de Avignon.



 

Vicente Camarasa

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