Páginas

lunes, 23 de septiembre de 2024

Richard Serra y el acero

Richard Serra, escultor. Junio de 1976. 

Cuando solo tenía quince años trabajé en una fábrica de rodamientos; a los diecisiete, trabajé en una acería; a los dieciocho también, y además en un mercado; a los diecinueve y a los veinte, en una acería de nuevo; a los veintidós, en otra; y unos seis o siete años más tarde volví a las acerías, siempre en San Francisco. Para mí fueron como una especie de hogar desde muy joven. Vi cómo los obreros perforaban el acero, lo cortaban, lo laminaban, lo apilaban, lo levantaban con las grúas, lo ajustaban, lo extendían, lo remachaban, lo utilizaban. Algunos días salía a recoger remaches mientras construían el edificio Crown Zellerbach en San Francisco. Trabajé en Bethlehem, y luego en Pacific Judson y en Murphy. También trabajé en Ryerson, en Kaiser... Fue una feliz coincidencia que hubiera tantas acerías cerca de mi casa. Me ayudaban a realizar las fantasías más maravillosas. Eran como panaderías que se dedicaban a la alquimia y que desprendían encanto, luz, fantasía, historia, peso, brillo y una especie de magia que formaba parte de una revolución industrial que seguramente no volveríamos a ver jamás. Me

Toda mi vida he visto cómo se alzaba y estructuraba el acero, de modo que siento cierto respeto y una deferencia por su potencial. Creo que cuando eliges un material estás enfatizando una sensibilidad y no otra. A algunas personas les gusta trabajar con arcilla, a otras les gusta trabajar con yeso, y aun a otras les gusta trabajar con bronce. El material con el que trabajas se convierte en una extensión de quien eres. El hecho de elegir uno y no otro tiene también que ver con lo que sabes sobre él. Yo, a una edad muy temprana, a pesar de que nunca sentí que usaría el acero para hacer esculturas, porque era un material tradicional al que no quería acercarme, lo entendí. Y me di cuenta de que lo entendía de una manera que no había sido explotada desde el punto de vista artístico hasta entonces. Comprendí que podía hacer algo con aquello que otros escultores no habían hecho antes. No hay nada en el acero que me limite, es lo que siento cuando trabajo con él.


Obra Maestra (Juan Tallón)



TODOS NUESTROS POST SOBRE EL AUTOR

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar en este blog. Tus sugerencias serán siempre bienvenidas.
No olvides que si publicas un comentario estás aceptando algunas normas.
Por favor, sé respetuoso en tus palabras. Por supuesto puedes estar en desacuerdo con lo dicho en este blog, y también criticarlo, pero guardando las normas básicas de educación.
No se admite spam y contenidos publicitarios (serán eliminados)
Por el hecho de comentar aceptas nuestra política de privacidad (ver en apartado política de privacidad y aviso legal) y dando consentimiento explícito a que figuren aquí los datos con los que firmes o te registres (recuerda que puedes hacerlo con tu perfil blogger, nombre y URL o en modo anónimo; no es necesario email)
Si no quieres dar consentimiento, no comentes. Si tienes dudas, visita la política de privacidad.

Responsable de los datos: Vicente Camarasa (contacto correo en la parte superior derecha del blog)
Finalidad: moderar los comentarios.
Legitimación: consentimiento del usuario
Destinatarios: el sistema de comentarios de Blogger.
Derechos del usuario: acceder, rectificar, limitar y suprimir datos (si los hubiera)