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miércoles, 30 de noviembre de 2011
ALONSO DE COVARRUBIAS. LA PORTADA PLATERESCA DE LA COLEGIATA DE TORRIJOS
En la provincia de Toledo hay numerosas sorpresas como esta que os quiero enseñar: una portada verdaderamente espectacular, en la colegiata de Torrijos.
El edificio fue construido a principios del XVI bajo el patronazgo de Teresa Enríquez para sede de la Hermandad del Santísimo Sacramento (uno de los motivos iconográficos que aparece repetidamente en la portada)
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En su construcción figuran el maestro (aún goticista) Egás (con residencia habitual en Torrijos), aunque parece mucho más probable que mucho de esta portada se debe a un jovencísimo Alonso de Covarrubias, uno de nuestros principales arquitectos renacentistas.
Si fuera así esta portada sería su obra más temprana, la típicamente plateresca (anterior incluso al Colegio de Santa Cruz en Toledo) En este momento no habría visitado Italia y lo que conocería del Renacimiento sería por medio de grabados. Esto explica la falta de una verdadera proporción clásica en el diseño de la misma, pues lo renacentista no pasaría de los motivos (puttis, candelieri, columnas, entablamentos…).
Un estudio y explicación de lo que significa todo este estilo plateresco ya se encuentra alojado en el post dedicado a la fachada de Universidad de Salamanca
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Extraños ángeles tocadores de trompetas (a mitad de camiino del teocentrismo medieval apocalíptico y el recuerdo antiguo al mundo romano)
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Fantasiosos capiteles sin orden definido junto a veneras o extrañas formas que recuerdan los frontones
Motivos religiosos y heráldicos
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Todos estos motivos se organizarían como una especie de tapiz (además con formas textiles) recordando los modelos del gótico flamígero de San Gregorio de Valladolid
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Pero junto a todo esto, esta portada tiene una exquisita sorpresa. Fijaros en esta foto y buscadla
En la base de las columnas os podréis encontrar con ¡capiteles califales del siglo X, modelo Medina Zahara! , que trajo el Señor de Torrijos desde la propia residencia andalusí.
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martes, 29 de noviembre de 2011
LA GRANADA JUDÍO-ISLÁMICA DE LOS ZIRÍS. IBN GABIROL Y LA FUENTE DE LOS LEONES
El Albaicín de Granada (XI)
Casi tres siglos antes de construirse la Alhambra, Granada fue ya un reino próspero y fascinante dirigido por visires judíos que pusieron su inteligencia a favor de una dinastía de origen norteafricano-bereber, los ziríes
Era el siglo XI, cuando la gran guerra civil (fitna) había roto la unidad del califato de Córdoba, creándose un mosaico de pequeños estados llamados los reinos de Taifas.
Uno de los más poderosos fue el creado en Granada que abarcaba Almería, Málaga y una parte de Jaen, manteniendo fuertes lazos con el norte de África del que eran originarios (Túnez)
En aquel territorio muy pronto comenzó a destacar una figura principal: el judío Samuel Negrella, jefe de todas las juderías hispanas y consejero favorito del rey Habus y más tarde su propio hijo (Jose Negrella) del sucesor, el rey Badis. Bajo sus mandatos la ciudad alcanzó prosperidad y un intenso (aunque efímero) destello en donde la poesía y la arquitectura brillaron con viveza.
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Fue el momento en donde los judíos realmente comprendieron que su segunda patria era Sefarat (Al Andalus) y, sin perder sus raíces religiosas, supieron integrar lo mejor de la cultura musulmana. Crearon entonces un lugar casi mítico para la cultura mosaica que tuvo como centro la judería y el barrio que hoy conocemos como el Realejo.
En él floreció especialmente la poesía con Negrella (el visir del rey) e Ibn Gabirol como sus principales representantes. Una lírica exquisita que hablaba del amor, del poder o de la muerte en medio de los enredos cortesanos.
Precisamente será uno de sus poemas lo que ha dado la pista a varios especialistas (O. Grabar entre otros) para datar la famosa fuente de los leones de la Alhambra en un periodo muy anterior al nazarí, vinculándolo con algunos tópicos del mundo hebreo, como el templo de Salomón y su mar de bronce, con una fuente sobre un cristal tan trasparente que la propia reina de Saba se arremangó su vestido para no mojarlo
Hay un copioso estanque que semeja
al mar de Salomón,
pero que no descansa sobre toros;
tal es el ademán de los leones,
que están sobre el brocal, cual si estuvieran
rugiendo los cachorros por la presa;
y como manantiales derraman sus entrañas
vertiendo por sus bocas caudales como ríos.
Y junto a los canales, hincados, corzas huecas
para que el agua sea trasvasada
y rociar con ella en los parterres
las plantas y asperjar los juncos de aguas puras
y el huerto de los mirtos con ellas abrevarlo;
y siendo como nubes, salpican un ramaje
fragante, con aromas de esencias, cual si fuera
de mirras incensado.
Tomado de artecreha
Todo ello, sin embargo, se cortó de raíz poco tiempo de ser instalado, tras una terrible la persecución y matanza de los judíos granadinos de diciembre de 1.066. Reinaba para entonces Abd Alláh, el último rey de la dinastía que tuvo que pagar fuertes parias a Alfonso VI para ser protegido de su eterno rival, el reino taifa de Sevilla.
Enredados entre estos impuestos y las numerosas batallas, el reino irá perdiendo poco a poco fuerza, siendo uno de los de los que pidan (junto a Sevilla) ayuda a los almorávides, nueva dinastía triunfante en el Magreb. Con su entrada se desvanecerá definitivamente el sueño de un reino independiente y culto que sólo regresará a partir de 1232 con la llegada de los nazaríes al poder (los constructores de la Alhambra)
De aquel periodo aún nos quedan muchos restos. En realidad, gran parte del famoso Albaicín fue construido en esta época, con sus famosos cármenes (jardines con vistas hacia la Alhambra)
Todo el recinto estaba delimitado por una muralla exterior (progresivamente ampliada) de la que nos restan numerosas puertas que analizaremos aquí.
En su interior existía una alcazaba (su parte más antigua, Alcazaba Qadima), y dentro de ella, un palacio del que apenas tenemos restos (La Casa del Gallo de los Vientos que ya vimos aquí)
Se conserva el alminar de la primitiva mezquita mayor (hoy incluido en la iglesia de San José) de técnica cordobesa
Alminar y aljibe de San José
Detalle. La ventana de arco de herradura y la disposición de los sillares a soga y tizón (alternando la cara larga de la piedra con la corta) son típicos de la arquitectura cordobesa.
También se conservan numerosos aljibes iniciados en esta época que eran los receptores del agua tomada de una de las grandes obras de ingeniería andalusíes, la acequia de Aynadamar (de las lágrimas) sita en Alfacar.
Realizados en ladrillo y aún en uso, sus largas bóvedas de cañón o el trabajo decorativo de arcos de herradura y alfices tienen claras semejanzas con el mundo toledano
Realizados en ladrillo y aún en uso, sus largas bóvedas de cañón o el trabajo decorativo de arcos de herradura y alfices tienen claras semejanzas con el mundo toledano
Aljibe de San Nicolás
Aljibe de San Miguel
Para cerrar este pequeño paseo por la Granada Zirí, no deberíamos olvidar uno de los hamman (baños públicos) mejor conservados del mundo islámico, el llamado del Nogal dividido en varias estancias (siguiendo el esquema de las termas romanas) del que sólo nos queda su esqueleto constructivo (estaría pintado y estucado).
Las novelas El mar de Bronce de Felipe Romero y La Alhambra de Salomón
Una verdadera rareza Las memorias de Abd Alláh, el siglo XI contado en primera persona
El ensayo histórico-artístico La Granada Zirí, de Bilal Sarr
El ensayo histórico-artístico La Granada Zirí, de Bilal Sarr
También existe una página muy interesante para la época zirí
y otra dedicada a Ibn Gabirol
SAN SIMEÓN EL ESTILITA. SEGUNDA PARTE. LA NECRÓPOLIS Y EL BAPTISTERIO
La necrópolis se encuentra tras los brazos de la cruz del monasterio, levemente apoyada en una zona rocosa que se utiliza en gran parte para generar su estructura.
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En ella encontramos tanto arcosolios de medio punto como fosas cavadas en la roca.
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En el extremo contrario se realizó una edificación algo posterior. Se trata de un baptisterio al modo de los de Ravena (exento) de planta centralizada (un octógono) aunque luego envuelto por una estructura rectangular en la que se inserta una pequeña basílica
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Su parte central estaría cubierta por cúpula sobre trompas (en la actualidad arruinada), con la curiosidad de tener la pila por inmersión (típica práctica paleocristiana, siguiendo el ejemplo de Cristo en el Jordán) no en el centro sino en uno de los ábsides.
Ábside central
Ábside central
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Restos de la basílica
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Pila de inmersión desde el nivel de la nave central
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Para conocer la basílica, puedes verla aquí
lunes, 28 de noviembre de 2011
EL PÓRTICO ROMÁNICO COMO ELEMENTO HISTÓRICO-ARTÍSTICO EN LA EXTREMADURA CRISTIANA
Se suele denominar Extremadura castellana a un amplio territorio en torno al Duero limítrofe con la Marca Media islámica de tiempos del califato y los reinos de Taifas. Un espacio nominalmente cristiano desde el siglo IX, pero sometido a las numerosas razzias islámicas. (Pero también a su influencia cultural, como ya pudimos ver en el estudio de San Baudelio de Berlanga o San Juan de Duero , ambas en Soria)
San Miguel de Gormaz (Soria)
Junto a ella se generó un fuerte cambio social en el proceso repoblador, apareciendo las Comunidades de Villa y Tierra. Esta estructura generó nuevas formas políticas y organizativas, con una población de villanos y pequeña nobleza con una cierta autonomía (plasmada en el concejo) y a la vez protegida por las garantías legales del rey (los famosos fueros). Un caramelo para potenciar la repoblación de estas tierras tan duras.
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San Esteban de Gormaz. Soria
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Todo este proceso generó nuevas formas constructivas, en especial el famoso pórtico lateral que en tantos edificios de Guadalajara, Segovia, Soria o Ávila podemos encontrar tanto en edificios románicos como en adiciones románicas a edificios anteriores.
Sus orígenes ya los planteó Yarza hace años. Se pueden rastrear desde el mundo visigodo (aunque sin ejemplos que se hayan mantenido), asturiano (San Salvador de Valdediós) y mozárabe (San Miguel de Escalada), aunque investigaciones posteriores (Bango Torviso, Martínez Tejera) los retrotraen a ejemplos paleocristianos y romanos.
San Miguel de Escalada. León. época morárabe (siglo X)
San Martín. Segovia
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En un principio (Bango Torviso, Yarza) se pensó en una única función política. La de la reunión del Concejo bajo sus arcadas que se orientan hacia el sur. Este modelo, sin embargo, se ha ido poco a poco ampliando a otras formas de reunión no estrictamente políticas, como lugar de esparcimiento público, y de aquí las numerosas (y al parecer incumplidas) prohibiciones eclesiásticas de bailas o cantar en él.
Existen, además, otras funciones menos laicas. La funeraria, el pórtico como un lugar privilegiado de enterramiento, como podéis ver en esta foto de Suso.
Pero también litúrgica. Algo de ello ya fue expuesto hablando de San Miguel de Gormaz. El pórtico como un lugar intermedio entre el mundo exterior y la sacralidad interior. Por ello bien se podía utilizar para acoger a aquellos que no podían pertenecer a la asamblea de fieles (como los catecúmenos a la espera de su bautizo o los penitenciados a la espera de su perdón) o expander el simbolismo religioso hacia el exterior, con el paso de las procesiones internas por el pórtico, santificando así el territorio colindante.
Técnicamente, este pórtico utiliza dos soluciones para la techumbre. En los modelos más arcaicos usará el tejado plano de madera siendo los arcos un puro diafragma que separa interior y exterior, mientras que en los más adelantados es habitual que nos encontremos con bóvedas de arista (y más tarde de crucería) separada por arcos fajones que revierten su peso en los machones o columnas entre los arcos.