RAFAEL DE LA HOZ. GRAN VÍA 48

La Gran Vía fue una construcción unitaria, se levantó todo al mismo tiempo. Además estamos en frente del gran edificio Capitol y había que ser respetuoso. No era el lugar ni el momento para dar gritos
Rafael de la Hoz

Casi contiguo a la plaza del Callao, el arquitecto tuvo la oportunidad de crear un edificio en un lugar tan emblemático y destacado y, sin renunciar a sus esencias, logró una pieza discreta a la vez que moderna, en realidad, un paso más a la depuración formal que ya apuntaban muchos edificios realizados en el tramo Callao-Plaza de España

Realizado sobre un gran basamento (una zona traslúcida sobre la que se coloca un gran podium de granito, sus dos grandes fachadas se estructuran por una retícula asimétrica de lamas que juegan (como es habitual en el autor) con las nociones de interior-exterior y masa y trasnparencia, dándole un carácter ascendente que, sin romper la estética circundante nos habla de del mundo más complejo (a veces lúdico o por lo menos cambiante) de nuestros tiempos.

Sobre ella se establece un segundo cuerpo que tiene una función de mirador pero también de faro, una lejana sugestión en un lugar hecho para ser visto pero también para mirar el pulso incesante de la ciudad, que se organiza de una forma volumétrica no simétrica, creando un coronamiento de espacios en equilibrio