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martes, 31 de mayo de 2022

DUCHAMP. Rrose Selavy

Rrose Selavy  siempre se manifiesta en las espaldas de Duchamp

Pedro A. Cruz Sánchez

Las fotos las realizó Man Ray, sobre el propio Duchamp, en principio para un ready made, el frasco de perfume de la Belle Hailene.

A partir de entonces, Rrose se convirtió en un alter ego de Marcel, firmando varias de sus obras y reflexiones.

            
De esta forma, Duchamp abre otro de los temas (tantos) de nuestra posmodernidad, el género y sus desplazamientos, pues Rsose se presenta tanto como mujer como de un género indefinido en sus apariciones en las fotos de Man Ray (como la era la Gioconda que no era ni mujer ni hombre sino un híbrido, pero también su Fuente).

Se crean así los resquicios necesarios para que el espectador juegue con este heterónimo (que, como bien sabemos los lectores de Pessoa, son las personas que nos faltan o existen sin posibilidad de mostrarse dentro de nosotros). Una ambigüedad sexual y mental bastante arriesgada para la época.

                

Su nombre es todo un juego, como también es habitual en Duchamp, de rosa/eros (moja) en el nombre; y c'est la vie en su apellido, jugando con el erotismo cerebral que aparecía en el Gran Vidrio.

J. A. Ramírez  emparenta a Rrosa con lo femenino de la suavidad y la descategorización, menos cerebral y más sentimental

Cruz Sánchez la relaciona con la Gioconda y habla, por una parte de la sombra (frente a la luz de Marcel y otros de sus ready made) y por otra de la seducción de la mirada (frente a todos los mecanismos antirretinianos de muchos de sus ready).



jueves, 26 de mayo de 2022

MANET. PARTIDO DE CROQUET
























La obra de Manet siempre se encuentra lleno de paradojas, pues si en otras ocasiones había buscado el escándalo (Desayuno en la hierba, Olimpia), en este caso representa una escena plenamente burguesa en donde la clase social a la que tanto ha criticado se expone, ociosa, en su intimidad.
Aún más. Manet es uno de los padres del impresionismo por el interés pos la luz y la pincelada heredada de la escuela española, pero nunca llegó a  la pintura al aire libre plena hasta esta obra, un año posterior del famoso Amanecer de Monet.
Como en un viaje de ida y vuelta, los discípulos influyen en el maestro y la luz y sus sutiles matizaciones (esta vez totalmente natural) invaden el cuadro.

























Pero pese a todo, Manet será (iconoclasta) pero profundamente clásico. No hace falta ver más que la magnífica composición creada en una larga y suave diagonal que se equilibra como una balanza, jugando con tamaños y posiciones para evitar la monotonía sin romper esa sensación de calma.

viernes, 20 de mayo de 2022

Tony Cragg. Paisaje erosionado (Cúmulus)

Este alucinante bodegón es un trabajo temprano (1998) de Tony Cragg.

Se trata de una gran grupo de elementos de vidrio erosionado con arena a presión (algunos incluso levemente rotos en el proceso) apilados en varias estanterías realizadas con ladrillos de cristal transparente.

Las distintas piezas de vajilla son muy diversas en formas y tamaños, organizadas de una forma un tanto caótica, cada vez mayores según ascendemos.

Este gigante bodegón produce emociones e interpretaciones muy dispares (algo bastante habitual en el escultor).

En principio tiene una enorme tactilidad. La erosión generada por la arena a presión (unido a las suaves formas de los recipientes) nos deja con ganas de rozar esa materia y jugar con ella como hace la luz que la ilumina como los cuadros de Morandi, casi como si procediera desde los propios objetos que la expulsaban hacia el exterior.

También nos producen ideas desazonantes relacionadas con la fragilidad del material (en varios puntos levemente roto) y su inestabilidad, que relacionadas con un bodegón bien podría tratarse de una vanitas que nos habla de lo frágil e inestable que es la propia vida (¿O será la belleza, lo sublime, lo que es un fino cristal pulido?)

Hay incluso ideas sobre la escultura como una especie de pirámide de población, en donde la edad (y el tamaño, al menos en los países desarrollados) aumenta con la altura 


jueves, 19 de mayo de 2022

FERNANDO DE LLANOS Y YAÑEZ DE LA ALMEIDA

































Fernando de Llanos y Yáñez de la Almeida representan una de las opciones más puras de nuestro clasicismo (junto a ciertas obras de Juan de Juanes antes de su deriva manierista)

La crítica lo relaciona con el «Ferrando Spagnolo dipintore», que colaboraría en 1505 con con Leonardo da Vinci en  Batalla de Anghiari.

Posiblemente ambos pintores se conocieron en Italia ambos pintores y a su regreso a Valencia (1506) abrieron un taller conjunto trabajando para la Seo.
En su obra hay constantes alusiones a Leonardo pero también a pintores de final del Quattrocento como Filippino Lippi o Perugino.

En ambos encontramos un clasicismo evolucionado según los patrones del primer Cinquecento que utiliza la figura humana como forma básica de composición, composiciones equiibradas sin recurrir a la simetría estricta y un dominio total de la anatomía y el claroscuro.

Sus obras son graves y poderosas (aún en los pequeños tamaños), de fuerte solemnidad y presencia física de los personajes (que antepone a los aspectos puramente narrativos).

En su posterior etapa en Cuenca observamos un cambio hacia posiciones más manieristas (pero que también son goticista), con composiciones mucho más abigarradas, colores ácidos y un aumento de la emotividad































miércoles, 18 de mayo de 2022

MAN RAY. LOS RETRATOS















Retrato funerario de Marcel Proust

Man Ray retrató a todo el entorno dada-surrealista, unas veces de forma casi privada, como personas queridas y cercanas, y en otras ocasiones como puros personajes que representaban su propio papel  en las vanguardias parisinas y neoyorkinas.

Marcel Duchamp como Rrose Selavy


Picasso


Picabia 


















Breton















Autorretrato


martes, 17 de mayo de 2022

SAN PANTALEÓN DE LOSA. BURGOS

San Pantaleón de Losa es una visita obligatoria del románico burgalés. En ella se unen arquitectura y escultura románica, paisaje y una fuerte carga simbólica.

La parroquia dependió de la orden de San Juan de Jerusalén, y fue dedicada a San Pantaleón y la reliquia de su sangre (con su conocida licuefacción), lo cual también la relacionó con el culto al Santo Grial.

Fue realizada en un gran banco oblicuo de calizas que genera unas vistas y una preminencia verdaderamente asombrosas.


La iglesia tiene un estructura arquitectónica de una sola nave que se tiene que ir adaptando a un fuerte desnivel, con un tosca cúpula en el primer tramo y un ábside con arcos apuntados.
Al exterior la arquitectura se muestra robusta , con fuertes contrafuertes y ventanas profundamente abocinadas.
En la portada se encuentra la principal labor escultórica

En las jambas se encuentra un curioso atlante (Hércules, Noé o, incluso, de Adán) y, en la contraria, un gran zigzag (rayo?)

En las arquivoltas se encuentran personajes embutidos que enseñan su anatomía por medio de pequeñas ventanitas

Tanto en los capiteles de la portada como en los de las ventanas (según una reciente teoría) hablarían de los distintos martirios de San Pantaleón: con plomo fundido, ahogamiento en el mar, en la rueda, en el potro, arrojado a las fieras y con una espada hasta que, finalmente, fue decapitado



lunes, 16 de mayo de 2022

Sholim y sus máquinas risueñas (al menos en un primer momento)









Milos Rajkovic  conocido como Sholim, crea máquinas inútiles y fantasiosas que se mueven en un eterno bucle, fantasiosas.

En Heaven x Hell Series, busca crear entornos llenos de  mil referencias tanto naturales como artificiales, entre lo onírico y el humor más absurdo, creando (como dice el propio autor) un "surrealismo digital"

Como anunciábamos en el título, estas máquinas, que pueden ser risueñas y fascinantes por sus efecto mariposa,  lentamente se van ensombreciendo, como si el infinito o la eternidad pudiera ser esa terrible repetición que nos termina por crispar los nervios

jueves, 12 de mayo de 2022

LOECHES. LA ÚLTIMA MORADA DEL CONDE DUQUE DE OLIVARES CON SORPRESA FINAL

 

No puedo evitarlo. Al pensar en el Conde duque, la primera imagen que me viene a la cabeza es el retrato que le hizo Velázquez en 1634, soberbio y pagado de sí mismo, sobre su montura y con su bastón de mando, dirigiendo una batalla inexistente sobre el fondo de montañas del Guadarrama. Lo imagino así, como la encarnación del poder sin límites, mezquino y rencoroso. El verdadero reverso tenebroso de la fuerza.

 (Por cierto, nunca nadie me ha llegado a explicar convincentemente es por qué Velázquez  - que tanto le debía en su carrera cortesana - nos lo mostró de esta manera tan cruel, resaltando su espalda curvada - su chepa, vamos - esa mirada perversa del que se sabe intocable)

 

 

El Conde duque de Olivares por Velázquez

Tomada de http://es.wikipedia.org/wiki/Conde-Duque_de_Olivares

 

Sin embargo, y siendo objetivo, tengo que reconocer que el Conde-duque fue, tanto en lo personal como en lo político, una figura histórica de mucho más relieve que esta simple apreciación.

Si se lee la biografía que escribió Elliott sobre él (verdaderamente alucinante), nos encontramos con un político de altas miras que, ante todo, quiso volver a recuperar la fuerza de un imperio que ya se encontraba en claro declive. Quiso, también, reorganizar la política interior, intentando hacer colaborar a las arcas reales a los reinos de la periferia que apenas si contribuían a un Imperio casi exclusivamente apoyado en los hombros de Castilla (esta fue la famosa Unión de Armas, que luego tantos conflictos traería a partir de 1640).

En cuanto a lo personal, y aunque son ciertos su soberbia, sus cambios bruscos de carácter o su falta de escrúpulos a la hora de eliminar a sus enemigos (que confundía sistemáticamente con los de España), también lo es su trabajo incansable a favor de un rey (políticamente) tan mediocre como Felipe IV o su profunda lealtad.

Quizás por ello sería más justo recordarle como lo volvió a pintar Velázquez en 1637-38, mucho más contenido y humano, con esos maravillosos negros que sabía utilizar como nadie en la historia del arte el maestro sevillano

 

 Velázquez. El Conde Duque

Tomada de http://es.wikipedia.org/wiki/Conde-Duque_de_Olivares

 

En ella nos encontramos al político sagaz y también al hombre, a estas alturas cada vez más cansado por sus múltiples enfermedades y cercano ya a la depresión que le atacará intermitentemente en sus últimos años.

Para entonces su política iba demostrándose cada vez más ineficiente y poco a poco a los problemas externos (Guerra de los Treinta Años) se unirán los internos (rebeliones de Portugal, Cataluña, Andalucía, Aragón, Nápoles…) hasta provocar su destitución en 1643.

Esto provocó una rapidísima cadena de reacciones por parte de sus enemigos que consiguen que sea desterrado a Toro.

Allí residirá hasta su muerte. Dos años en los que la depresión se agravó y desembocó en locura. Quizás no pudo aguantar caer desde tan alto y ser un simple mortal cuando había dominado durante tantos años el mayor Imperio del momento.

 

Sin embargo, aún muerto, volvió a provocar la polémica. Su cuerpo fue expuesto vestido con grandeza mientras se esperaba el permiso real para poder trasladarlo hasta Loeches, lugar que había adquirido en 1633 y donde había mandado construir un gran monasterio-palacio para su futuro enterramiento.

Así pasaron tres días, y luego varios más en la tétrica procesión que atravesó toda Castilla. Su cuerpo se fue poco a poco descomponiendo pese a los cuidados de los embalsamadores, y aún lo haría más cuando esperó a las mismas puertas de Madrid la llegada de los restos mortales de su hija, enterrada en Santo Tomás y exhumada ahora para ser enterrada en el panteón familiar. Una verdadera vanitas barroca como las que pintara Valdés Leal.

 

Valdes Leal. Finis Gloriae Mundi. Iglesia de la Caridad. Sevilla

Tomada de

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Finis_gloriae_mundi_from_Juan_Valdez_Leal.jpg

 

Mientras esperaba, cuentan las crónicas, una gran tempestad se produjo sobre la capital y un rayo vengativo destruyó una torre de una iglesia, como si el espíritu de Olivares se rebelara contra su destino, se dijo en los corrillos de los mentideros de la Villa.

 

Ahora su memoria descansa en este pueblo del sureste de la Comunidad de Madrid, a menos de media hora de la capital.

Se trata de un gran conjunto arquitectónico del que queda un resto del palacio (en parte ocupado en la actualidad por un Colegio público), un monasterio de ladrillo de madres dominicas, cuyos terrenos ocupan medio pueblo, y una gran iglesia barroca dedicada a la Inmaculada.

 

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Foto del Palacio e iglesia monasterio

 

La iglesia tiene una portada muy parecida a la Encarnación de Madrid, pues sus planos fueron realizados por el mismo arquitecto, fray Alberto de la Madre de Dios.

 

Iglesia del convento. Loeches

 

El interior, diseñado por Gómez de Mora (el mismo que realizó la Plaza Mayor), consta de una sola nave muy amplia, con cruz latina de brazos cortos, bóveda de cañón con lunetos (los triángulos) y una gran cúpula encamonada (una bóveda falsa, realizada en yeso y madera en vez de piedra), muy típica de la arquitectura barroca española, siempre pendiente de las apariencias pero cada vez más arruinada.

 

 Interior de la iglesia

 

Toda su decoración interior se ha perdido y las pinturas actuales son modernas, pero aún nos queda una sorpresa final en el recorrido. Si nos acercamos a un lateral del convento, un cartel nos informa que para visitar la iglesia y el panteón bajemos unas escaleras y busquemos a Francisca.

Acompañados por ella podremos franquear las puertas del recinto y nos encontraremos, nada más entrar, con un gran panteón, idéntico al del Escorial construido por ¡la familia de Alba!, en donde incluso se encuentra ya ubicado la futura morada de la actual duquesa, entre los restos de sus dos maridos.

Ante la sorpresa, Francisca nos explica que el Conde duque murió sin descendencia legítima y sus títulos fueron a parar a la familia de Alba (la que mayor cantidad de títulos nobiliarios atesora en la actualidad). Luego nos indica un lateral en donde se encuentra la lápida del Conde duque y su mujer.

 

Enterramiento del Conde duque en Loeches

 

El hombre más poderoso del siglo XVII ahora yace en un lugar que muy pocos suelen visitar, emparentado (por el linaje de su mujer, Inés de Zúñiga) con los afamados Alba que todos los años, en el mes de mayo, visitan la capilla entre un terremoto de paparazzi. Toda una lección de humildad que la Historia, a veces, nos enseña con sus complicados cambios de rumbo y fortuna.

 

Qué frágil es el poder, ¿verdad? Deberíamos tenerlo en cuenta para no dejarnos cegar por su posesión y utilizarlo en beneficio de los demás no en el engrandecimiento del propio ego.

 

 UNA RUTA TURÍSTICA DESDE AQUÍ 


 

UNA FOTOGALERÍA ENLAZADA DE GÓMEZ DE MORA Y LA ARQUITECTURA DE LA PRIMERA MITAD DEL XVII

Vicente Camarasa

 

martes, 10 de mayo de 2022

JUVARA. LA ESCALERA DEL PALACIO REAL DE TURÍN
























En la amplia producción del arquitecto, las escaleras imperiales tienen una importancia capital (véase las del Palacio Real de Madrid o las del Palazzo Madama de Turín).
El elemento tiene todas las características para adaptarse a la ideología barroca, pues se trata de un elemento de propaganda política de primer orden, al encontrarse en la entrada del espacio de poder que ya se hace visible en su formulación escenográfica, colosal y retórica.
Por otra parte, su propia estructura, crea una forma de contemplación distinta, profundamente cenestésica, que obliga al espectador a ocupar y recorrer el espacio para encontrar en este movimiento múltiples puntos de vista (esta sensación se potencia con la aparición de dobles rampas que obligan a la elección y se utilizan para regular un aspecto clave en el mundo barroco, el protocolo).


Por todo ello, deberíamos entender estas escaleras como un lugar que ha de ser ocupado y recorrido, pero también observado desde distintos puntos, como si fuera un escenario teatral, colocando a cada persona en un mecanismo de un gran espectáculo en donde se representaría el poder y los distintos niveles sociales y políticos.

Todas estas ideas se encuentran en esta escalera, casi un milagro arquitectónico.
Recluida en un espacio lateral y estrecho (pues se trataba de una reforma sobre el edificio pre-existente), Juvara tuvo que emplear todo su ingenio para construirla, apoyando toda la estructura en las paredes perimetrales.

La escalera se inicia con un tramo en esquina que, al girar, se nos desdobla en dos opciones.

Desde esta primera parada empezamos a ser conscientes de la altura del espacio que se culmina con un techo pintado en trampantojo y grandes muros perimetrales en donde la arquitectura se desarrolla de una forma retórica y excesiva. anulando la estrechez anterior.



En su parte alta, la escalera crea dos espacios que funcionan casi como palcos desde los que observar la subida (y el citado espectáculo de representación del poder del que hablábamos antes)



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