A falta de restos importantes de pintura, la cerámica (su decoración) ha servido para conocer la evolución de este arte en Grecia. (Para ver las etapas de escultura con las que se relacionan puedes entrar aquí)
Las primeras manifestaciones, vinculadas a la época arcaica de las aristocracias, pertenecen al estilo geométrico de figuras sumamente esquematizadas que representan rituales funerarios y batallas, como ya analizamos en el Vaso Francois.
En ellas no interesan ni la proporción ni la perspectivas y se encontrarían vinculadas con los modelos más antiguos de la escultura arcaica
Durante la época de las colonizaciones, y al contacto con las corrientes estéticas sirio chipriotas, las cerámicas, aún usando el sistema de bandas anteriores, se llenan de elementos decorativos de trazo curvilíneo frente a la rectitud anterior. Es el llamado estilo orientalizante
En la Grecia continental y coetáneo al periodo de las tiranías, la cerámica cambia por completo. Desaparecen las bandas y el dibujo de las figuras llena todo el espacio.
Son las figuras negras sobre fondo negro en donde vemos una clara evolución hacia una visión más realista de la realidad (en un proceso en donde la geometría es más o menos visible, según su evolución). Estas figuras, además, componen escenas enlazadas (reduciéndose su número) mientras que, junto a la silueta, comienza a aparecer el dibujo interno para dar una mayor cantidad de detalles.
Se encontrarían vinculadas (especialmente en su última época) con el periodo severo.
Ya en el siglo V a C, durante la democracia, vuelve a producirse un cambio: las figuras rojas sobre fondo negro. Las figuras ganan en naturalismo y sus posturas se relajan, abandonando cualquier molde geométrico. También mejora la relación entre personajes y el detalle de los mismos, apareciendo ideas sobre el espacio.
Corresponderían al periodo clásico y posclásico, siendo mucho pintores también escultores.
En tiempos helenísticos aparece un estilo mucho más barroco tanto en sus composiciones como en su completa policromía que ya domina los recursos técnicos y crea complejas decoraciones que salen del propio cuerpo de la vasija para extenderse por sus asas.
Fuera de esta decoración, existen los lécitos, esbeltas cerámicas (en un principio ungüentarios) de color blanco pálido que se encontraban relacionadas con el ritual funerario y eran enterradas con el cuerpo