Y es que en su inicio el gran patio alargado (ahora convertido en dos) era una unidad que posteriores reformas rompieron al crear una crujía central que rompió el espacio.
En esta vasta obra se recogen así múltiples sugestiones clásicas, desde la idea de los grandes circos, los nichos finales de la Villa Adriana o el carácter masivo (que desatiende los detalles para producir una sensación de conjunto) de las grandes obras imperiales.
En un tour de force, el gran patio del Belvedere termina en un nicho que alarga aún más el espacio y lo rehunde sobre sí mismo, con pequeñas (inapreciables al ojo humano) cambios en los intercolumnios y tamaños de las pilastras que dilatan los espacios (Borromini, ya en época barroca, culminará este procedimiento llevándolo a su extremo, como vimos en el Palacio Spada) y la primera aparición de lo que luego se llamará vano palladiano.
Un espacio vacío en donde la arquitectura sólo es una cáscara. Un espacio reducido sobre sí mismo y creado sobre un eje lineal (En realidad, la otra cara del espacio que, pocos años antes, realizara en San Pietro in Montorio, en donde se plantea la idea de un espacio centrífugo y circular, en expansión ideal hacia el exterior y en todas las direcciones desde un centro único).
¿Podría tener algo que ver con la basílica de Majencio?
ResponderEliminarPor lo que yo sé, y además de la idea de la monumentalidad y el gran eje longitudinal, no cre
EliminarEl patio del Belvedere y el patio del Vaticano , ¿ es el mismo?
ResponderEliminaryo creo que si, pero porque nombran de dos maneras?
Realmente es el patio de belvedere del vaticano, si, son lo mismo, pero dicen "el patio del vaticano" solamente para acortar
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