Al exterior la iglesia dice bastante poco, pero tras su anodina fachada se encuentra un interior a la manera palladiana y uno de los más espectaculares techos de la ciudad.
Su autor, Fumiani, trabajó en esta obra hasta su muerte (principios del XVIII), y en ella vemos una buena síntesis entre el barroco decorativo romano y los pintores locales: las arquitecturas de Veronés y el uso de la luz y los colores pardos de Tintoretto.
Los pardos de Tintoretto recuerdan la Scuola Grande de San Rocco, una maravilla.
ResponderEliminarSaludos
Francesc Cornadó
Es simplemente increíble. Cuando la vi quedé maravillado y aún pienso que es lo mejor que hay de todo Venecia, y en buena parte por lo infravalorado que esta.
ResponderEliminarMadre mía!!! Espectacular!!!
ResponderEliminarBuscaba el cuadro de San Pantaleón y me he encontrado con esta maravilla!!!
ResponderEliminarBuscaba el cuadro de San Pantaleón y me he encontrado con esta maravilla!!!
ResponderEliminar