Artur Barrio siempre ha sido un artista comprometido que ha utilizado numerosas técnicas procesuales (instalaciones, happening, performances, arte povera...) que busca la denuncia sobre la violencia y las desigualdades en nuestras sociedades actuales.
Esta obra participa de ese carácter, pues en realidad es la consecuencia de un acto del propio autor que lanza un cuchillo sobre un mapa de Europa.
Sin embargo, y frente a otras obras conceptuales, este mapa va más allá del puro registro del evento habitual y tiene una fuerza visual (un aura propia) que conmueve con su propia materialidad, dejando en segundo término el acto para presentarnos una imagen de enorme potencia visual.
Aunque, evidentemente, el azar debió tener mucho que ver con el lugar exacto en donde el cuchillo se clava, resulta interesante caer en la cuenta de que es Suiza, la cuna de los grandes bancos de cuentas opacas en donde se esconden los dineros producidos por el tráfico de drogas, terrorismo internacional, trata de blanca o, simplemente, el negro que escapa de los fiscos nacionales, dañando los sistemas del estado del bienestar que benefician a una mayoría.
Un cuchillo clavado en el norte rico que se ve ultrajado por un acto tan gratuito como fácil de realizar, lo que nos llevaría a pensar en un terrorismo internacional que el autor no podía siquiera imaginar cuando realizó esta obra de tanta potencia y tan sumamente actual, perfecta para el mundo actual, en donde la supuesta objetividad de la cartografía se llena de rabia, de dolor, de violencia.
Sin embargo, y frente a otras obras conceptuales, este mapa va más allá del puro registro del evento habitual y tiene una fuerza visual (un aura propia) que conmueve con su propia materialidad, dejando en segundo término el acto para presentarnos una imagen de enorme potencia visual.
Aunque, evidentemente, el azar debió tener mucho que ver con el lugar exacto en donde el cuchillo se clava, resulta interesante caer en la cuenta de que es Suiza, la cuna de los grandes bancos de cuentas opacas en donde se esconden los dineros producidos por el tráfico de drogas, terrorismo internacional, trata de blanca o, simplemente, el negro que escapa de los fiscos nacionales, dañando los sistemas del estado del bienestar que benefician a una mayoría.
Un cuchillo clavado en el norte rico que se ve ultrajado por un acto tan gratuito como fácil de realizar, lo que nos llevaría a pensar en un terrorismo internacional que el autor no podía siquiera imaginar cuando realizó esta obra de tanta potencia y tan sumamente actual, perfecta para el mundo actual, en donde la supuesta objetividad de la cartografía se llena de rabia, de dolor, de violencia.
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