Tesoro del Carambolo. Collar.
Durante siglos, Tartessos, Tarsis o Tarchich fue el mito fundacional que daba los orígenes a lo español.
Toda la información provenía de textos griegos (los famosos nostoi o poemas de los retornos de los héroes de la guerra de Troya cuyo ejemplo más conocido sería la Odisea de Ulises) o los míticos trabajos de Hércules (en especial el de las Columnas de Hércules, como se conocía Gibraltar en la Antigüedad, los toros de Gerión o el de las manzanas de las Hespérides).
También la Biblia mencionaba a Tarsis, así como los posteriores historiadores y geógrafos grecolatinos (Herodoto, Estrabón, Plinio)
Con la lectura de todos estos fragmentos Tartessos aparecía como un reino rico y feliz, en las cercanías de la desembocadura del Guadalquivir, regido por reyes legendarios (Gerión, el de las tres cabezas, Gárgoris, descubridor de la miel, o su nieto Habidis, que les dejó agricultura, el urbanismo y las leyes. Tal vez sólo se podía suponer histórico a Argantonio, amigo de los helenos, aunque sus 180 años de longevidad le quitaban un tanto de crédito
En esto se quedaba todo. La feliz idea de una primera Edad de Oro hispana que se extinguiría de la misma forma que nació, en la más completa oscuridad.
Sin embargo, el 30 de septiembre de 1958 ocurrió, por puro azar, un accidente que lo cambió todo. En unas instalaciones de tiro al pichón muy cercanas a Sevilla, en el llamado cerro del Carambolo, unas obras de ampliación sacaron a la luz una vasija con veinte piezas de oro, exquisitamente trabajadas.
Entre ellas aparecían collares, brazaletes y unos curiosos objetos que los investigadores han pensado que se tratarían de pectorales, tal y como muestra esta ilustración.
Aunque últimamente se ha propuesto una nueva hipótesis que se vincularía a bueyes que transportarían carretas rituales hacia algún tipo de santuario (curiosamente una imagen que, de ser cierta, podríamos vincular directamente con las peregrinaciones del Rocío, que no deja de ser una cristianización de Astarté/Tanit fenicia, como ya vimos aquí)
Sea cual fuera la interpretación, lo cierto es que la técnica y motivos utilizados tienen una clara influencia del mundo fenicio que tan íntimamente se encuentra vinculado con Tartessos
Pulsera. Tesoro del Carambolo
A su vez, y tal y como hemos ya analizado en el Tesoro de la Aliseda, esta orfebrería será básica para el mundo íbero, tal y como se pueden observar en piezas conservadas (Tesoro de Jávea) o en los adornos de las famosas Damas, profundamente influenciados por estas piezas
Tesoro del Carambolo. Collar. Como todas las piezas anteriores custodiadas en el Museo Arqueológico de Madrid
ESPAÑA EN EL PRIMER MILENIO ANTES DE CRISTO