Esta
escultura representa a una mujer ricamente vestida que probablemente sea la
diosa Tanit, divinidad de la vida y la muerte de origen oriental, por lo que su tema es religioso,
aunque algunos especialistas hablan de que podría representar a una sacerdotisa
con trajes y adornos rituales.
Su función es funeraria, ya que tiene un hueco
en la nuca para depositar las cenizas de un difunto.
Se
trata de una escultura de bulto redondo, en forma de busto, aunque quizá fuera
una escultura completa que se ha fragmentado. Es, además, individual, pues no
pertenece a un grupo escultórico.
Es
una talla de piedra caliza de tonos ocres y superficie pulida. Tuvo la pupila y
el iris postizos hechos de materiales preciosos o semipreciosos que
posiblemente fueron pasta vítrea y piedra negra. Además, las joyas de la
escultura estuvieron recubiertas de pan de oro.
La
composición es cerrada, presenta una gran frontalidad ya que está hecha para
ser vista de frente. Se encuentran principalmente líneas curvas, horizontales y
verticales.
Aunque
el modelado sigue siendo algo arcaico, se ha perfeccionado considerablemente
respecto a otras obras, destacando el rostro, los paños y los detalles de las
joyas en donde la luz crea claroscuros.
Fue
una escultura policromada, y como ya se ha mencionado anteriormente, las joyas
estuvieron recubiertas de pan de oro. Sin embargo, es posible que partes del rostro
quedase sin policromar.
En
esta escultura ya se observa una búsqueda de la belleza idealizada y de la
serenidad, utilizando un canon influenciado por la escultura arcaica griega y
un fuerte hieratismo. Además, se observa un gran realismo en las joyas.
La
idealización del rostro y la exuberancia de su atuendo convienen a una divinidad.
Tras
el análisis realizado, podemos concluir con que esta escultura es La Dama de
Elche, una obra íbera de autor anónimo perteneciente al I Milenio a. C. en
España. Como ya hemos ido mencionando, mantiene
las características de los artes arcaicos.
Durante
el I Milenio a. C., Hispania recibió numerosas influencias de las colonias
griegas (Ampurias) y los fenicios (Gades, Sexi). En el centro de la península, la cultura celta se
mezcló con la íbera, originando a los celtíberos. La civilización íbera será,
gracias a sus contactos comerciales, la más evolucionada de la península.
Respecto
a la obra que estamos tratando, es una muestra extraordinaria de la escultura
ibérica ya que en ella se observa perfectamente la síntesis cultural de los
pueblos íberos con los pueblos colonizadores, especialmente fenicios y griegos.
La influencia fenicia y de Tartessos aparece claramente en el tema o las joyas mientras que lo griego es visible en la técnica escultórica utilizada y las características de la figura,
similares a la escultura griega de finales de S. VI a. C. en la que todavía
se observan rasgos arcaicos pero con cierta búsqueda de la serenidad y la
belleza idealizada. Sin embargo, el escultor no se limitó a copiar, sino que
interpretó los modelos orientales con gran originalidad.
Tanit púnica. Puig de Molins. Ibiza
Su
función fue funeraria, posiblemente de urna cineraria, y no sabemos a quién
representa, aunque debido a su canon de belleza idealizado, su exuberancia y su
función, posiblemente se trate de una diosa-madre que acompaña al fallecido al
“otro mundo”.
Si
comparamos esta obra con otra de la misma época como, por ejemplo, La Dama de Baza, observamos que hay una gran diferencia en su modelado, ya que La Dama de
Elche es mucho más perfecta y menos arcaica en este sentido, presentando una
belleza idealizada que La Dama de Baza no posee.
Tras
el hallazgo de La Dama de Cabezo Lucero podemos deducir que este tipo de
esculturas debieron ser más habituales de lo que pensamos.
La Dama de Elche ha
influido e inspirado a artistas como Dalí, que la consideró como “una nueva
idea de belleza, con la gloria de una reina, el atractivo de un ángel y la
fuerza de una amazona” y a Picasso, que se inspiró en su geometría para obras
como “Las señoritas de Avignon”.
Macarena Navarro
(2º Bach. IES Los Olivos en Mejorada del Campo)
Fantástico, Macarena! Sigue practicando que llegarás muy lejos... a por el 10!
ResponderEliminarLa dama de Elche presenta asimetría bilateral, tanto en el rostro como en el tocado, como en el ropaje, el rostro es masculo-femino. Todo ello parecería apuntar a la representación de una diosa madre hermafrodita.
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