Tema. Nos encontramos
con un tema de origen gótico, la Piedad, que refleja el momento en el que la
Virgen recoge en su regazo el cuerpo de su hijo muerto, tras el descendimiento
de la Cruz.
Sin embargo, su tratamiento es contrario al espíritu gótico, eliminando
todo tipo de expresión del dolor de la madre
(como en el XV aún hacía Van der Weyden) para crear una imagen de suave
melancolía, que quizás enlazara con algunas ideas recogidas tradicionalmente
por los Evangelios apócrifos en los que la Virgen recuerda la primera vez que tuvo a su hijo recién
nacido entre los brazos, conociendo entonces a través de una revelación su
futura Pasión). Esto explicaría su actitud pensativa, melancólica, inmersa en
sí misma y sus recuerdos.
El
material utilizado es mármol de
Carrara trabajado a través de la talla y un posterior pulimentado de ciertas
zonas que deja resbalar la luz.
Se
trata de un conjunto escultórico
pensado para su contemplación frontal, pues se iba a destinar a una capilla del
Vaticano (tal y como se encuentra en la actualidad)
Su
composición es claramente clásica,
inscrita en un triángulo equilátero que le da estabilidad, con suaves
movimientos (paños, cuerpo o mano de Cristo) hacia la derecha que es
contrapesado por el suave contraposto de la cabeza de la Virgen y un gran paño
que cierra la escultura por la izquierda. Todo ello permite un equilibrio y
tranquilidad.
El
modelado del material difiere según
sus zonas, dando un mayor volumen a los paños bajos (para dar así una mayor
estabilidad visual) y siendo mucho más suave en los cuerpos y paños superiores,
que han sido muy pulidos para hacer resbalar la luz por la superficie y
suavizar las formas.
Las figuras
responden a un canon clásico, de posiciones estáticas y muy controlada
expresividad. Destaca especialmente dos rasgos.
Por una parte el perfecto
conocimiento de la anatomía de la que hace gala en el cuerpo de Cristo, fruto
de numerosos estudios anatómicos, alguno incluso prohibidos (como las autopsias
realizadas de forma clandestina en el Hospital de los Inocentes de Florencia).
Por otro lado, la figura de la Virgen (si la pusiéramos en pie) resultaría de
un tamaño enorme. La razón de esto no es otra cosa que una pura corrección
óptica que le permite al escultor dar un mayor apoyo al Cristo (y así
estabilidad y armonía) del que siempre se había carecido en el gótico. En
cuanto a los paños y sus texturas ya se comentó algo de ellos en el modelado,
pero es interesante fijarse en su variedad, desde las más toscas telas
inferiores a la suavidad de la camisa, que nos revela un gran interés por las
texturas.
Comentario.
Evidentemente
nos encontramos con una obra clásica del Renacimiento en su momento de mayor
expresión (Cinquecento). Tanto el
exquisito trabajo sobre el mármol, como su interés reiterado por la búsqueda
del equilibrio y belleza idealizada nos hablan de una obra temprana de Miguel Ángel.
Durante
este periodo del Cinquecento las diversas artes llegan a un periodo de plenitud
tras toda la experimentación generada durante el Quattrocento.
Los nuevos
mecenas, el Papado, han sustituido a los antiguos príncipes de las ciudades
(Médicis florentinos eliminados tras la revuelta de Savonarola, Montefletro, en
Urbino, los Gonzaga de Mantua, los Sforza en Milán…) y en torno a Roma confluyen las principales
figuras artísticas (Bramante, Leonardo, Rafael o Miguel Ángel). Esta nómina de
autores dará una mayor monumentalidad a sus obras, recogiendo tanto la herencia grecolatina (se potencian las investigaciones arqueológicas) como la del
Quattrocento.
En
lo que se refiere a Miguel Ángel como escultor sigue la senda iniciada por
Donatello, aunque dándole una mayor monumentalidad (Della Quercia). En el
aspecto ideológico aún es deudor de las ideas neoplatónicas que en su primera
juventud había conocido en la Academia de Lorenzo el Magnífico, buscando así la
belleza idealizada que se encontrara en la pura esfera de las ideas (lo divino)
según la interpretación cristiana que hizo del neoplatonismo Pico della Mirandola. De la misma manera las obras de este periodo buscan la exquisitez y
la armonía (Virgen de Brujas) como lo podían hacer en arquitectura Bramante
(San Pietro in Montorio) o Leonardo (Virgen de las rocas).
Sin
embargo este periodo clásico será muy breve en la vida del artista, pues él
será uno de los primeros que den los pasos que conduzcan al manierismo. Ya sea por
su propia personalidad (angustiada) como por factores externos (Sacco di Roma,
problemas religiosos de la reforma…), Miguel Ángel comenzará a alejarse del
equilibrio y la armonía clásica para potenciar las distorsiones y los
sentimientos trágicos (ambos ya presentes en su gigantesco David, a mitad de
camino entre ambos estilos). Con sus pinturas de la Capilla Sixtina o su famoso
Moisés se completará el cambio hacia lo expresivo (su famosa terribilitá, sus
anatomías hercúleas, sus formas serpentinatas), en las que tuvo mucho que ver
el descubrimiento del Laocoonte helenístico.
A
partir de entonces todos sus esfuerzos irán conducidos a conseguir una mayor
expresividad y angustia que represente su mundo interior, cada vez más terrible.
Las experiencias se acumularán también en la arquitectura (Escalera Laurenciana, Capitolio, Vaticano), pictórica (Juicio Universal en donde
compondrá una gran obra centrífuga) o escultórica (sus capillas mediceas en
donde se fuerza las posturas, se recurre a las deformaciones o el non finito),
culminándose el proceso en su inacabada Pietá Rondanini.
Pietá de la Opera del Duomo
La influencia
de toda esta evolución será enorme, e incluso será evidente en pintores
consagrados como el propio Rafael, que también derivará a un manierismo deudor
de ciertas técnicas miguelangelescas.
La posterior generación le tendrá como el
mayor artista de toda la Historia del Arte, y tanto Bronzino, como Pontorno,
Tintoretto, el Greco, Berruguete, Juan de Juni seguirán su forma de tratar el
arte como una forma de expresión interior. Un siglo después será Bernini quien
lo recoja y comience a hacer en donde Miguel Ángel había parado, pasando de la
expresión interna al movimiento. También Rubens tomó en cuanta sus anatomías
excesivas, e incluso Velázquez copió alguna de sus composiciones. Ya en el
siglo XIX será Rodin quien lo recuperará y reinterpretará en obras como el Beso.
Magnífico análisis, Vicente. Lo guardo para mostrarlo a los alumnos el viernes o lunes, cuando demos a Miguel Ángel escultor. Un abrazo.
ResponderEliminarPero es un misterio que el rostro de la virgen maria se mas joven que el de jesus si jesus murio a los 35 años acaso seria otra mujer?
ResponderEliminarHay varias explicaciones: puro neoplatonismo o retornar a la leyenda medieval en donde María, al tener en brazos a Cristo de bebé, sabe por anticipado cómo se rá su pasión
Eliminarotra teoría es que Michelangelo utilizó la imágen de su propia madre cuando era jóven.
EliminarSe puede ver a la Virgen María, joven, bella y piadosa, cuyas vestiduras se expanden con numerosos pliegues, sostiene a Cristo muerto y que, intencionadamente, aparenta mayor edad que la madre. La juventud de la Virgen María muestra el idealismo renacentista en el que se trata de representar el ideal de belleza y juventud, una madre eternamente joven y bella.
Eliminaracerca de la juventud de maría, Miguel Ángel fue muy criticado por ello, a lo que contestó literalmente: "La Madre tenía que ser joven, más joven que el Hijo, para mostrarse eternamente Virgen; mientras que el Hijo, incorporado a nuestra naturaleza humana, debía aparecer como un hombre cualquiera en sus restos mortales."
EliminarLa que ahí se representa com María no tiene porqué serlo. A lo largo de la historia y no sólo en esta escultura ni en otros cuadros se ha llegado a pensar que la que verdaderamente está con Jesús no es su madre si no que es otra mujer. Puede que esta mujer sea María Magdalena o puede que como bien ha dicho otra persona más arriba y refiriendome sólo a esta obra de arte,sea por el ideal de belleza & juventud de la época.
EliminarMiguel Angel, al igual que otros destacados personajes de la historia guardaban sus propios puntos de vista sobre la iglesia pero que no podían expresar abiertamente. La mujer de La Piedad es Maria Magdalena, de quien se dice, fue pareja de Jesús.
EliminarExcelente comentario.
ResponderEliminarEnhorabuena por el comentario. ¿Qué fuentes se han utilizado para ello? ¿Bajo qué criterios?
ResponderEliminarLa bibliiografía no te la puedo cobcretar. Soy licenciado en Historia del arte y esta obra se estudia profundamente en la carrera. En cuanto los criterios para comentarlos son una elaboración personal que les doy a mis alumnos tras comparar distintos modelos
EliminarEs del Renacimiento, más concretamente del Cinquecento,no del Gótico.
ResponderEliminarPor supuesto que es del Cinquecento, pero el tema iconográfico de la piedad es de origen gótico
EliminarQue forma tiene la escultura?
ResponderEliminaruN TRIÁMGULO EQUILÁTERO
EliminarMe encantó la explicación, hace muchos años llevaba clase de estética en la prepa y elegí esta obra para describirla, recuerdo vagamente que describían a la Virgen más con rasgos griegos que judíos y ciertamente evoca la belleza del arte renacentista, esta me parece una de las obras más bellas del escultor.
ResponderEliminarexisten replicas en mármol al tamaño natural de la Piedad?
ResponderEliminarVarias. En Sant Andrea de Roma una magnífica
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