Iglesia palatina en donde eran coronados los reyes lombardos (e incluso del propio Federico Barbaroja, 1155), reconstruida en el siglo XII
De planta de cruz latina tiene un peculiar transepto con coro elevado que más tarde copiarán catedrales como Parma o Módena
Su estructura se potencia con el cambio de bóvedas , pasando del sistema de arista reforzado por nervios de la nave (posiblemente heredado de San Ambrosio de Milán) a una bóveda transversal de cañón.
Sobre él, una cúpula de paños sobre pechinas, como es habitual en la región
Bajo ella se encuentra una magnífica cripta de tres naves sobre delgadas columnas
En ella se encuentra una magnífica maiestas domini
Y un rotundo ábside con galería renana (tan habitual en la zona) en la parte superior
Y un rotundo ábside con galería renana (tan habitual en la zona) en la parte superior
La portada es uno de los primeros ejemplos de forma triangular cerrada con contrafuertes que definen las calles, que se cierran con una galería de arcos ciegos.
Tanto los vanos abiertos como los ciegos consiguen una fuerte articulación por medio del claroscuro.
Toda la iglesia muestra una espectacular muestra de escultura del periodo, lamentamente dañada por los efectos de la contaminación sobre la arenisca.
En ella abundan las representaciones del bestiario, íntimamente relacionadas con el carácter psicopompo del arcángel, relacionado con las fuerzas del inframundo y la lucha contra los ejércitos demoníacos.
A su vez, este carácter bélico contra el mal se relaciona íntimamente con su función de iglesia palatina, justificando los privilegios de esta élite guerrera, como ya explicamos aquí