Tomado de clasedeloscuentos.blogspot.com.es
Tema. Se trata de un tema animalístico (bisonte) con un carácter mágico, propiciatorio de la caza. (Aunque existen otras teorías que puedes ver en este artículo y sus enlaces)
El soporte es la propia roca caliza (pintura rupestre o parietal), siendo utilizada la grasa animal como aglutinante de pigmentos rojos (óxido de hierro) y negros (carbón vegetal).
La composición como tal no existe, pues cada una de las figuras se concibe de manera aislada, no existiendo relaciones entre ellas. Las figuras aparecen a menudo superpuestas y dibujadas en distintos planos y posiciones, tal y como puede observarse en los extremos de la fotografía.
La línea es fundamental a la hora de diseñar las figuras, marcando con gruesos trazos negros su perfil. Sobre este contorno el color se aplica buscando un mayor realismo en su gama cálida y bastante saturada.
La luz, aunque sin que exista un foco determinado, se tiene en cuenta, realizando una degradación tonal que busca crear efectos de volumetría (claroscuro). De la misma manera, se utilizarán las protuberancias de la roca para sugerir ese volumen y acercarse, de nuevo, al realismo.
La perspectiva no existe, situando la figura en un fondo plano sin ningún tipo de referencias ambientales. La figura, por su parte, utiliza la llamada perspectiva torcida consistente en la mezcla de distintos puntos de vista en una misma figura (perfil para el cuerpo con cuernos de frente).
En cuanto a la figura presenta un fuerte carácter realista y proporcionado, sin excesivo movimiento (aunque en otros ejemplos de la misma cueva existen figuras captadas en pleno movimiento).
COMENTARIO.
Nos encontramos con una muestra del llamado arte rupestre que, por sus características (policromía, realismo, aparición de figuras aisladas, intento de volumetría...) podemos encuadrar en el periodo paleolítico: pintura franco-cantábrica.
Durante esta época la economía de subsistencia se basaba en la caza y la recolección por parte de pequeños grupos seminómadas. Dentro de esta situación las pinturas rupestres cumplían una función propiciatoria (arte finalista) de la caza. Basándose en la magia simpática o de semejanza, los hombres del paleolítico unían la imagen pintada al animal real, creyendo que lo que le sucediera a una ocurriría en la otra. De esta manera las figuras servirían para ritos de caza simbólica, lo cual nos explicaría la falta de una composición global de los animales, pues estos debieron estar pintados de forma individual, siendo sustituidos por otros al finalizar su uso. (Según otros autores serían imágenes de estados alterados de conciencia)
De aquí también el interés por el realismo de las figuras (pues cuanto más se pareciera mayor sería el efecto mágico) conseguido a través del estudio de las proporciones o la búsqueda de relieve con los salientes o el uso del color en degradación que diferencian radicalmente estas pinturas de las posteriores del mesolítico (arte levantino) mucho más narrativas, esquemáticas, formando escenas, monócromas y sin el carácter mágico de las franco-cantábricas.
Pintura levantina
Tomado de http://historia1morato.blogspot.com
Mucho más relacionables son las llamadas venus paleolíticas que, aún huyendo del realismo a favor de una deformación expresiva de las figuras que señalen sus características sexuales, también conservan con un carácter mágico, propiciatorio de la fertilidad.
De todas estas pinturas rupestres paleolíticas quizás sean las de Altamira las más famosas, tanto por su calidad de sus figuras como por su variedad, llegándose incluso a denominar a la cueva como la Capilla Sixtina del arte paleolítico. Su conservación, sin embargo, presenta serios problemas, producidos por las visitas masivas que durante años sucedieron. (Dichas visitas perturbaron los niveles de humedad y temperatura hasta entonces constantes, afectando a la adherencia de la pintura a la roca)
Frente a ello, en el año 2001 se ha terminado de realizar la llamada Neocueva, instalación museística que pretende una visión didáctica de las pinturas (reproducción sumamente fiel de las mismas).