Tema. Las obra nos presenta la figura de un atleta en pleno esfuerzo,
con una función puramente estética: la plasmación de la belleza desde
una óptica antropocentrista, representando al hombre como ideal, muy
alejado de la visión religiosa de épocas anteriores (Egipto). (Según algunos
historiadores podría tratarse de un héroe o una simple representación simbólica
de uno de los símbolos que unían a todas las polis, los Juegos Olímpicos)
Tipología. Se trata de una figura individual y exenta.
Material. Aunque la imagen que comentamos (copia romana)
esté realizada en mármol tallado, suponemos que el original debió
estar fundido en bronce, pues es conocido que Mirón fue especialmente
broncista. (No se advierten postizos).
Composición. Se trata de un bloque abierto con clara ruptura
de la ley de la frontalidad (aunque con un punto de vista preferente,
precisamente el lateral). Mirón se plantea una doble misión en la composición,
crear un movimiento armónico. Para ello, en una novedad sin precedentes,
utiliza diagonales dobles que se contrapesan entre sí, creando dinamismo en
las distintas partes del cuerpo que, en el conjunto, se armoniza al contraponer
movimientos contrarios. (De la misma manera juega con curvas contrapuestas)
El
modelado de la escultura resulta un
tanto plano (especialmente en el pelo y los músculos), que no permite
excesivos claroscuros (aunque en el bronce original generaría probablemente
otra sensación, haciendo resbalar la luz)
Aunque
nos encontremos con una escultura monócroma
muy probablemente el original se encontrara policromado (al menos pelo y ojos),
como era habitual en la época.
La
figura resulta idealizada y
proporcionada, con un canon un tanto esbelto (sobre todo si lo
comparamos con sus contemporáneos, como Fidias o Polícleto) y poco musculoso. La
resolución anatómica resulta perfecta, así como su estudio anatómico. En
cuanto a la expresión, resulta un tanto sorprendente su gesto inexpresivo en
pleno esfuerzo físico, lo cual podía achacarse a su interés por no perder
armonía en el conjunto. Por otra parte, el pelo, aún demasiado pegado al
cráneo, todavía acusa cierto arcaísmo.
COMENTARIO.
El propio desnudo, añadido al tema (sin referencias
religiosas), nos habla claramente de un carácter antropocentrista que
caracterizó a la escultura griega. Por otra parte, el interés por la armonía
(en la composición ya analizada o la propia proporcionalidad de la anatomía)
son típicos de la fase clásica de dicho arte que se alcanzó en el siglo V a. C, momento de crecimiento político y económico
derivado de la victoria sobre los Persas en las Guerra Médicas y la
apropiación del tesoro de Delos. Será el periodo regido por Pericles, con
las obras de la Acrópolis y los grandes escultores: Mirón, Polícleto y Fidias.
Artísticamente, esta fase supuso la culminación de
todo un largo proceso que, derivando de modelos estéticos egipcios (época arcaica), logró encontrar nuevas fórmulas en el llamado Periodo Severo
(contraposto, mayor trabajo de paños y anatomía, apertura del bloque... como ya vimos en Kritias y sus Tiranicidas), que
ahora serán tratadas con total soltura, insistiendo en la idea de
proporcionalidad como expresión máxima de la belleza, entendida ésta
como armonía y proporción entre las partes, regida por la matemática y
utilizada a través del canon (cabeza como medida).
La belleza, por tanto, se expresa de una forma racional,
conectando el arte al hombre, como es típico en esta sociedad griega de carácter antropocentrista
en donde el hombre es la medida de todas las cosas, al contrario de lo que
sucedía en las artes arcaicas (Egipto, Mesopotamia...), dominadas por la
religión y una visión teocentrista que tendía al colosalismo (en arquitectura)
o al hieratismo, la frontalidad o la tendencia a la geometría (escultura).
De la misma manera, se utilizará el mármol o bronce
como materiales bellos, destinando las esculturas a lugares públicos en
donde sean los hombres (y no los dioses) los espectadores y receptores de esta
obra que ya no contiene ningún mensaje religioso sino simplemente estético, el
crear el placer por la pura belleza (En este sentido el arte griego se podía
entender como un arte por el arte, sin otras finalidades).
Refiriéndonos concretamente a la escultura, máximo
logro de Mirón, podemos observar aún algunos rasgos que la colocan en el
umbral de este clasicismo del que hablamos, en especial en el tratamiento un
tanto plano de los músculos, el pelo o la falta de expresión que muy pronto
serán superadas por Polícleto (su Doríforo estará más modelado, insistiendo
aún más en la proporcionalidad) o Fidias (que conseguirá un mayor
dinamismo con su técnica de los paños mojados o una mayor expresión psicológica
en sus famosos relieves del Partenón).
Aún con esto, el Discóbolo se convertirá
rápidamente en un símbolo de lo clásico (tanto por su ruptura de la
frontalidad y su atrevida composición, como por la novedad del tema, alejada
por completo de cualquier contenido religioso, perfecta representación del
ideal del hombre cultivado por el mundo clásico), tal y como demuestra la
existencia de numerosas copias
que realizaron los romanos para
adornar sus propias residencias. De la misma manera la consideraron en el arte
del Renacimiento (como Miguel Ángel en sus Capillas Mediceas) llegando casi a nuestros días con la recreación que
hizo de su composición Rodin en su Pensador
cuando fue creadaa??? pliss ahora es para un tarea
ResponderEliminarLo pone el post siglo V a C
EliminarMUY BUENO, GRACIAS ME SIRVIÓ PARA HISTORIA DEL ARTE
ResponderEliminarmuy util
ResponderEliminarHola Vicente. Mirón está interesado en captar el movimiento, en detenerlo y mostrar un instante. ¿Te parece muy arriesgado relacionar el impresionismo del XIX con este escultor, dado que ellos también tienen ese objetivo? Gracias
ResponderEliminarConceptualmente podría sostenerse esa idea pero no creo que sería un tanto forzada, pues Mion quiere construir ideas mientras que los impresionistas ya parten de imágenes. Se pasa así de lo conceptual a lo puramente visual
EliminarHola Vicente: Le escuché a un conocedor decir que la escultura griega era andrógina ¿...? No dije nada porque no soy experta, pero personalmente siempre he creído que el concepto de belleza clásica es bastante definido (hombres masculinos y mujeres femeninas) y de hecho, a este Discóbolo yo lo veo muy masculino. Me explicas por favor. Muchas gracias.
ResponderEliminarEntra en este artículo de Praxíteles y podrás comenzar a entenderlo
ResponderEliminarhttps://seordelbiombo.blogspot.com.es/2015/09/praxiteles-apolo-sauroctono-la.html
muy buenas , me gustaria conocer el coontexto historico de est obra
ResponderEliminargracias Vicente
El primer párrafo de la parte de comentario
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