Conocido tradicionalmente como Templo de Diana, recientes excavaciones encontraron restos de culto imperial en tiempos de Augusto (siglo I d C), por lo que habría que cambiar su nombre, cosa francamente difícil, dado su popularidad.
Se trata de un templo corintio, períptero y hexástilo que conserva perfectamente el frente que se alzaría sobre el foro, quedando otras columnas embebidas en la obra renacentista del Palacio de los Corbos.
Realizado en granito sus columnas estuvieron en origen cubiertas con estuco que imitaba mármoles
Fotos BERTHOLD VOLBERG