Hace tiempo que nos venimos ocupando de esta espectacular villa castellana (puedes saber mucho más de ella y encontrar los enlaces aquí).
Reservábamos para el final una de las últimas intervenciones y más acertadas intervenciones: el museo de los fueros.
Instalado en la iglesia de los Santos Justo y Pastor, tradicionalmente cerrada, es una visita inexcusable, tanto por el contenido como el continente.
La iglesia la podéis ver en esta foto, bajo la mole del Salvador (abajo a la derecha podéis ver su torre, acaso prerrománica, y sus ábsides)
La iglesia,en origen, se inicia en románico, aunque soportará numerosas intervenciones posteriores, convirtiéndola en un apasionante laberíntico artístico que hay que ir descifrando lentamente.
De las obras primitivas aún se conservan espléndidos arcos (tantos exteriores como interiores), así como capiteles emparentados con los del Salvador.
Epifanía
Algo posterior es la magnífica cripta que se hunde bajo el altar bajo un arco polilobulado. En su interior, junto a una Virgen protogótica, encontramos una cripta triple en donde podemos ver recuerdos de los fueros de la villa.
La techumbre, frente a las tradicionales bóvedas de cañón románicas, presentan preciosos ejemplos mudéjares de lazo, como podéis observar en las fotografías.
Enredado en esta asombrosa arquitectura encontramos todo un itinerario que nos muestra la historia y el arte de la villa.
Vírgenes góticas, altares barrocos, enterramientos de los notables de la Villa, las llaves de sus famosas siete puertas, tallas barrocas, historia de los fueros y la villa y tierra....
Una visita verdaderamente imprescindible que debería completarse con la del Centro de Interpretación de las Hoces del Duratón de Santiago