Donde mejor podemos encontrar la esencia mudéjar (y por tanto híbrida) de los Reales Alcázares de Sevilla es en la fachada (llamada de la Montería).
Su estructura, especialmente en la parte central (pues las laterales fueron sometidas a reformas), deriva de un modelo anterior, la fachada para el Palacio de Torsesillas (hoy Santa Clara) realizada por Alfonso XI que se encargaría de terminar el propio Pedro I a mediados del XIV.
La estructura es tripartita tanto en vertical (con tres calles) como en horizontal, con tres pisos.
En el primero encontramos la típica puerta adintelada de sillares engatillados habitual en los palacios góticos (y profusamente decorados con motivos islámicos) flanqueada por dos arcos de cortina ciegos sobre los que se desarrollan paños de sebka. Sobre esta estructura se desarrolla una parte decorada, de nuevo, con motivos islámicos
En el segundo piso, mucho más aéreo, recoge las logias típicas del mundo gótico palaciegos que, sin embargo, recurren a arcos islámicos (polilobulados y mixtilíneos) y alicatado en sus enjutas
Todo el conjunto se cierra por una serie de bandas en donde se intercalan alicatado, yeserías con mocárabes y madera tallada para la techumbre saliente
Capitel califal reutilizado (¿palacio de Almanzor?)