Construido en el segundo cuarto del siglo siglo XIII, periodo almohade, fue rápidamente fue ocupado por los cristianos en 1245, recuperado posteriormente por el islam (1248) para su pérdida definitiva en 1256, siendo fundamental para el control de la revuelta mudéjar.
Su situación, aislado en una muela caliza perteneciente a la sierra de Migdia, permite un control total del territorio, tanto del marjal (en el que ya se habría iniciado el cultivo de arroz) como de la entrada a la Val d' Ebo o la línea de costa.
Debemos entender el castillo (al menos su origen islámico) desde una perspectiva comunal.
Iniciado en el fin del poder almohade no es el estado central (como pudimos ya ver en Gormaz o Baños de la Encina) el patrocinador de la obra, sino más bien los propios vecinos de la alquerías circundantes (aquellas sobre las que se originaría el futuro Pego, la Atzubia, Atzaneta...) como un lugar de defensa de sus poblaciones y excedentes que se guardarían en los pequeños cubículos que se han descubierto en las distintas excavaciones.
Cerámicas andalusíes encontradas en sus excavaciones
Iniciado en el fin del poder almohade no es el estado central (como pudimos ya ver en Gormaz o Baños de la Encina) el patrocinador de la obra, sino más bien los propios vecinos de la alquerías circundantes (aquellas sobre las que se originaría el futuro Pego, la Atzubia, Atzaneta...) como un lugar de defensa de sus poblaciones y excedentes que se guardarían en los pequeños cubículos que se han descubierto en las distintas excavaciones.
La construcción, en dos cinturones (el más bajo ya apenas visible) sigue la orografía, con muros de tapial en el que se colocan, a tramos regulares, cubos cuadrangulares.
Más fotos propias del castillo
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