Por
lo que conocemos, es una escultura funeraria del joven guerrero Creso.
Se trata de una figura de bulto redondo e individual.
El
material del que está hecha la escultura es el mármol, el cual probablemente
estaba policromado. No presenta postizos y la técnica utilizada es la talla. Su
superficie da la sensación de que es algo rugosa.
Su
bloque es cerrado y presenta una fuerte frontalidad.
Su figura es simétrica y
estática, con una composición vertical.
La
forma en la que está tallado hace que se marquen bastante las sombras a través del claroscuro.
Su anatomía resulta todavía muy geométrica
(por ejemplo las rodillas están hechas a base de triángulos invertidos). Su
canon es un poco musculoso y bastante proporcional y se nos muestra sin
expresión ni movimiento alguno, con típicos rasgos arcaicos en los ojos almendrados, la sonrisa o el desarrollo del pelo.
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COMENTARIO
Esta
obra pertenece a la época arcaica de la escultura griega. Las obras de esta
época presentan una serie de convencionalismos de la herencia egipcia (bloque
cerrado, frontalidad, simetría, hieratismo, anatomía geometrizada, ojos almendrados,
sonrisa arcaica), sin embargo también aparecen una serie de novedades, como la
desaparición del colosalismo (debido al antropocentrismo) y el desnudo. Todas estas características se
pueden ver en los típicos kuros (atletas o héroes) y korés (mujeres portadoras de ofrendas) de esta época.
Poco
a poco este tipo de escultura irá evolucionando al incrementar la proporción,
la armonía, logrando un equilibrio de las emociones y las formas anatómicas, que acabará culminando con
la etapa clásica con obras tan representativas como el Discóbolo de Mirón o el Doríforo de Policleto
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Y es que la escultura griega, incluso en estos primeros periodos, trata de buscar la
belleza y la armonía entendida como una relación matemática (canon) y siempre hecha
para el hombre debido al antropocentrismo.
Sus temas habituales son los atletas y los dioses.
Como era habitual en la Grecia clásica su comitente es público, habitualmente la propia polis que intenta ensalzar la figura de sus personalidades relevantes como una forma (indirecta) de hablar del propio prestigio de la polis. La escultura se convierte así en una forma de orgullo ciudadano
Para
finalizar, hay que destacar que se trata del Kouros de Anavyssos, de autor
desconocido, datada hacia el siglo VI a.c.
Amalia Arias, 2º Bach Y. IES Los Olivos en Mejorada del Campo