De compleja historia (e interpretación) el Mausoleo de Centcelles es la obra más representativa del paleocristiano hispano.
A la derecha las antiguas termas. A la izquierda la zona reformada en el periodo paleocristiano
Villa suburbana (domus) de época tardorromana (en la que aún se conservan grandes restos de sus termas privadas), fue transformada en el siglo IV en un mausoleo suntuoso que habitualmente ha sido identificado con el del hijo de Constantino, Constante.
Zona absidal y, tras ella, estancia central cupulada
De este momento conservamos al menos tres grandes salas: una zona basilical con ábside (antiguo triclinium?), otra cruciforme con exedras en sus brazos y la gran sala central de plata cuatribulada (a través de nichos) que se cubre con una magnífica cúpula semiesférica (una idea, la de unir lo mortuorio con la cúpula presente ya en el Panteón y múltiples de veces empleada, como en el Mausoleo de Santa Constanza).
En esta sala se excavó una cripta subterránea comunicada por escaleras interiores.
Maqueta de la estancia central
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El momento cumbre de los restos es la decoración que aún se conserva en la cúpula, realizada primero en pintura mural (de la que quedan algunos restos) y más tarde en mosaico
Restos de pintura
Su estado de conservación es bastante deficiente, por lo que se creado una sinopia en las escenas que se tienen localizadas que ayudan al espectador a comprender las imágenes.
En la zona baja (la mejor conservada), se desarrolla una compleja escena venatoria que bien podría ser puramente narrativa (y acaso vinculada con la "realeza" del difunto, estableciendo un nexo entre caza y poder regio, el otium noble) o esconder significados simbólicos no bien conocidos.
Sobre este primer anillo se realiza otro en donde encontramos escenas vétero-testamentarias
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Los tres jóvenes en el horno
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En la parte superior se representan las cuatro estaciones
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