Sarcófago Portonaccio
En torno al siglo III d C, en época Antonina, existe una corriente dentro del mundo de los sarcófagos que utilizan sus frentes para desarrollar grandes escenas de batallas en una nueva revisión de antiguos modelos del Pérgamo helenístico.
Sarcófago Portonaccio
Se trata, por regla general, de composiciones muy abigarradas en donde el horror vacuii se generaliza y crea una cierta confusión en el espectador. (Es el inicio del llamado estilo cristalino en donde, en una progresiva pérdida del clasicismo, las escenas carecen de verdaderos límites)
Sarcófago Ludovisi
Múltiples figuras se enmarañan unas junto a otras, con un estilo que arranca de los relieves de la columna de Marco Aurelio (sucesora de la de Trajano que aumenta el volumen del relieve, reduce el canon y abandona las anteriores referencias paisajísticas).
Sarcófago Portonaccio
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De la misma manera se acentúa el dinamismo de las figuras, así como el dramatismo de gestos y cuerpos.
En el aspecto técnico encontramos el habitual uso del trépano (como también ocurría en las barba y pelo de los retratos imperiales de la época que vimos aquí) que crea una fuerte y múltiple tensión lumínica en toda la escena.
Sarcófago Portonaccio
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Por otra parte, y pese a la confusión, siempre suele aparecer una figura central (de respeto) en torno a la cual gira la escena.
Sarcófago Ludovisi
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Lo que no se respeta es la proporcionalidad de las figuras que se agrandan o empequeñecen de forma evidente.
Sarcófago Portonaccio
Entre las obras más representativa de este estilo (que pronto será sustituido por otros mucho más serenos) se encuentran el Ludovisi o el Portonaccio (para saber más del último)
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