Nacido en Florencia y educado en la Roma del altorrenacimiento (Miguel Ángel, Rafael o Bramante), su primera parte de su arte la dedica a la escultura (aquí vimos un ejemplo sumamente miguelangelesco) siguiendo la estela de su maestro, Andrea Sansovino.
Allí encontró un renacimiento (al menos en lo arquitectónico) bastante poco desarrollado.
Sus principales figuras eran de segunda categoría (que demuestra el aislamiento de la República veneciana de las grandes corrientes italianas) como Pietro Lombardo (Santa María del Milagro, de claras influencias del bizantinismo, entendido como antigüedad, de San Marcos) o Mario Codussi, más ecléctico que entremezcla el uso de la columna aprendido de Alberti con el pintoresquismo (casi gótico) de sus paramentos muy articulados (que tomará Sansovino aunque con unas proporciones más clásicas) de la fachada de San Zacarías, palazzo Lorendar y Corner, Scuola de San Marcos, reformas en el Palacio Ducal.
Su obra cumbre será la Biblioteca Marciana, frente al Palacio Ducal, en la que decantará y unificará el estilo que había empezado a formarse en la Logietta.
Logietta en primer término; Biblioteca Marciana en segundo
El edificio es todo un enfrentamiento-conciliación con el gótico de dicho palacio Ducal para la creación de una verdadera puerta de la ciudad frente a la Laguna
Para ello crea un gran espacio ortogonal ordenado a través del uso (sumamente clásico) de los órdenes que se extiende como una fachada ininterrumpida.
Como una concesión al espíritu veneciano, siempre más propenso al pintoresquismo y la decoración, inundará su fachada de decoración escultórica que aparecerá en enjutas y frisos (aunque mucho más unificada con la arquitectura frente a la Logietta, su obra anterior).
A esta estructura, sin embargo, el arquitecto va añadiendo rasgos manieristas (aún ligeros) como el fuerte claroscuro de los huecos frente a la fachada (como el que haría Miguel Ángel en el Capitolio),
y la presencia de un doble orden columnario, con el gigante sobresaliendo hacia el espectador aunque sin funciones estructurales, pues sólo es el frente de los grandes pilares internos que sustentan el edificio.
la aparición del arco serliano (aún poco desarrollado en sus dinteles laterales)
o las estatuas de la balaustrada superior que prolongan (ad finitum) la estructura vertical frente al concepto cerrado y autosuficiente del puro clasicismo.
Muchas de estas ideas serán básicas en el desarrollo del futuro trabajo de Palladio, y sólo basta comparar esta obra con la basílica de Vicenza para ver cómo el arquitecto ha desarrollado las ideas que tan sólo eran gérmenes en Sansovino (el recubrimiento-pantalla de columnas, el vano palladiano, las estructuras superiores).
Edificio precioso, la superposición de los órdenes es magistral.
ResponderEliminarTe agradezco mucho que hayas traído este ejemplo exquisito de la arquitectura.
Salud
Francesc Cornadó