Grupo escultórico realizado en mármol blanco por Bernini
entre 1645 y 1652 para la Capilla Cornaro de Santa María de la Victoria de
Roma.
Tema. La
obra representa el éxtasis o transverberación de Santa Teresa basado en
sus propios escritos. Según ellos, en un arrebato místico, sintió cómo un ángel
se le aparecía en sueños y le atravesaba el pecho con una flecha de amor
divino que le provocó una sensación de dolor y gozo simultáneo que la dejó
desfallecida y suspendida en el aire, levitando sobre las nubes.
El tema es típico del
Barroco, tanto por su idea propagandística y visual de la emociones
religiosas, como por su actualidad, pues Santa Teresa había sido canonizada en
1622 (en este tiempo la Iglesia, adoptando una postura triunfante, prodiga las
canonizaciones). Bernini, como otros autores, se hace eco del hecho y,
utilizando la propia bula, crea una nueva iconografía en donde buscará
transmitir, de forma emocional, el concepto abstracto del éxtasis para hacerlo
entendible por el pueblo.
Tipología. La obra supera propiamente lo escultórico para convertirse en un
verdadero escenario en donde se mezcla arquitectura, escultura, pintura y luz.
La capilla, de forma cuadrada, tiene en sus dos paredes laterales sendos
relieves que representan a miembros de la familia Cornaro. Se asoman a una
especie de palco teatral desde el cual observan el milagro.
Al fondo se
encuentra el grupo principal, encerrado en un altar de formas curvilíneas.
Sobre él se encuentra, pintado y con nubes de estuco, una representación de
la Gloria en la que se abre un gran ventanal que derrama luz cenital sobre
la capilla. El espectador entra, de esta manera, dentro de la obra, es
rodeado e incluido en ella, tomando un papel activo. Bernini concibió todo
el conjunto desde ese punto ideal que ocuparía el fiel, controlando de esta
manera su visión.
El material de la escultura es mármol tallado con postizos (varas de
madera dorada)
Composición. En lo que se refiere al grupo central, el autor consigue transmitirle
un fuerte dinamismo a través del cruce de diagonales, formando un aspa.
Se puede observar la línea imaginaria que va desde la cabeza del ángel hasta el
pie de la santa, cruzándose con otra generada por el cuerpo recostado de Santa
Teresa. Globalmente resulta un grupo abierto en el que el movimiento del
ropaje contribuye a transmitir la agitación del momento, acentuada, además,
por la sensación de inestabilidad provocada por la falta de apoyo de los
personajes, suspendidos en el aire.
Además de todo lo ya dicho,
es importante comprobar la sensación de movimiento que genera la actitud del
ángel que, con su flecha, mirada, y el gesto de levantar el ropaje, nos lleva
en la dirección de la acción, hacia el cuerpo de la santa.
El modelado, como era habitual en Bernini, juega un importante papel en la
escultura, siendo la luz controlada. Dirigida desde la zona superior (luz
cenital), se derrama y envuelve toda la escena, creando un verdadera
sensación de aparición milagrosa al espectador. En función suya se colocan
los rayos de madera dorada que acentúan lo anterior, sirviendo, además, como
simbolismo de lo divino.
Por otra parte, esta luz
incide y resalta la superficie sumamente quebrada de paños y nubes,
salpicando la composición de zonas de sombras que contrastan con otras de
intensa vibración lumínica. Su relación crea un intenso pictoricismo
que huye de lo volumétrico a favor de aspectos visuales.
Bernini consigue en esta
obra llegar a un verdadero virtuosismo a la hora de tratar las distintas
superficies esculpidas, dándonos un verdadero muestrario de texturas,
blandas en las carnes, duras y lisas en los ropajes de la santa, sutiles y
pegadas al cuerpo en los del ángel, rugosas en las nubes... Esta
diferenciación de texturas la realiza a través de un mayor o menor pulido de
las superficies, lo cual influye en el comportamiento que tendrá el material
frente a la luz, absorviéndola en sus irregularidades (nubes) o haciéndola
rebotar en las zonas más acabadas (carne). De esta manera el material se vuelve
dúctil, llevando la técnica de su admirado Miguel Angel hasta un punto de
difícil superación.
Las figuras. Dado el tema, un éxtasis, y la intención de comunicación del estado
anímico, la expresión cobra en la escultura una profunda importancia.
Bernini logra, a través de
diversos recursos, transmitir los sentimientos expresados por la santa. Por una
parte, el rostro, con los ojos cerrados y la boca entreabierta, unido al
estado de desmayo lánguido que nos revela la mano, están inspirados
directamente en gestos del amor físico, cargando de un fuerte erotismo
la escena.
Se intenta, de esta manera, traducir al espectador las emociones del éxtasis (tan espirituales) a sensaciones puramente corporales, mucho más fácilmente comprensibles, como también era frecuente en gran parte de la
literatura mística (San Juan de la Cruz) o en el tema de la Magdalena
Frente a este estado de
pérdida, la fuerte expresividad de los paños flotantes de la santa consiguen
comunicar de forma plástica la turbación y agitación del momento, haciendo
desaparecer bajo ellos el cuerpo, como si su corporeidad, en este momento
cumbre, se deshiciera en un puro temblor.
En contraste con su fuerte
expresividad, el ángel, su mirada y gestos suaves, sus paños de pliegues finos,
ofrecen el conveniente contrapunto de serenidad que acentúa, aún más, el estado
de la santa.
COMENTARIO.
En esta obra logra Bernini
uno de los más acabados y representativos ejemplos del arte barroco, entendiéndolo desde su punto de vista más emocional
y propagandístico de la nueva religión contrarreformista.
Por una parte, rompe con
la tradicional separación de las artes, utilizando y entremezclando distintas
técnicas (pintura, escultura, arquitectura, iluminación) con el objetivo de
crear, más que una obra aislada, un verdadero ambiente en donde sumergir al
fiel, como si se tratara de un teatro.
Este carácter escenográfico
juega un importante papel en el autor y su tiempo, utilizándolo como fórmula de
acercamiento y convencimiento al fiel, de la misma manera que se realizaba en
los grandes techos pintados por Pozzo que convertían a la iglesia en
un escenario de lo milagroso y sobrenatural.
Pozzo. Iglesia de San Ignacio. Roma
Por otra, en Bernini siempre
se advierte una fuerte tendencia por dirigir la mirada del espectador,
haciéndole moverse por recorridos planificados que den un punto de vista
concreto y querido por el autor en donde todas las cualidades plásticas de la
obra son las más adecuadas. Semejante técnica utiliza en sus actuaciones
urbanísticas, como la Plaza del Vaticano. La obra artística, para un
mejor cumplimiento de sus fines, se piensa y realiza en función de quién la contempla,
alejándose del carácter autónomo de la escultura del Renacimiento.
En relación con esta
característica, y siendo fundamental a la hora de dar emociones y convencer, Bernini
controla y dirige la luz que hace desaparecer las fronteras entre las distintas
artes para generar el ambiente ya citado (como ya vimos en San Andrés del Quirinal). Común en la época, piénsese en
Caravaggio, su luz no busca, sin embargo, contrastes excesivos. Por el
contrario, Bernini no le da la importancia central en la obra, y prefiere
una luz suave y cenital que busca efectos pictóricos en sus esculturas,
salpicándolas de claroscuros.
Su efecto se acentúa aun más
a través de las distintas texturas que confiere a su obra. Aprovechando su
virtuosismo técnico, y ya desde el comienzo de su carrera (véase el grupo escultórico de Apolo y Dafne), el escultor intenta comunicarnos a
través de ellas los distintos tactos y calidades de los objetos, conocidos a
través de la mirada, dando un mayor grado de naturalismo a las escenas que
contribuye a acercarla al espectador y hacer convincente su mensaje.
De la misma manera funciona
el perfecto tratamiento de las anatomías que el artista domina y aprovecha,
además, para cargar las posturas y sus gestos de una profunda expresividad. (Un camino que había iniciado Caravaggio y que en escultura contaba con el precedente protobarroco de Santa Cecilia de Maderna)
.
Gracias a ella se transmiten los sentimientos de las figuras, sus emociones,
empleando con liberalidad los gestos teatrales (bocas abiertas, manos
gesticulantes) que se potencian con las composiciones abiertas (en aspa) e
inestables, y con el movido tratamiento de los paños (paños flotantes) que se
agitan y subrayan los distintos estados de ánimo. De esta manera, Bernini
consigue llevar a su término lo que en Miguel Ángel (basándose en el Laocoonte,
al igual que Bernini) aún se encontraba contenido, lanzando su famosa
terribilitá hacia el exterior, comunicándola a través del lenguaje corporal
de unas esculturas de perfil abierto y lanzadas
hacia el espectador.
Gabriele Fonseca (Roma, S.Lorenzo in Lucina) Bernini
Por último, y en relación
con lo anterior, la propia elección del tema y el momento representado son
sumamente significativas. El éxtasis y otros estados de tensión y cambio son
bastante frecuentes en su obra, como puede observarse en una de sus últimas
producciones, la escultura de la beata Albertona. En todos ellos busca la
representación del momento de mayor tensión en donde los conflictos se
encuentran en plena efervescencia. Esta instantaneidad le permite forzar al
máximo la expresividad y dotar a sus esculturas de unas emociones llevadas al
límite.
Éxtasis de la Beata Albertona. Bernini
.
En este sentido Bernini se
nos muestra plenamente consciente del nuevo valor didáctico que tendrá la
imagen en el Barroco, puesta al servicio y propaganda de los grandes poderes de
la época, en especial, en Italia, el de la Iglesia Católica, triunfante y
militante, que había surgido del Concilio de Trento y estaba siendo extendido por la recién fundada Compañía de Jesús. En dicho Concilio se
buscó un arte que conmocionara al espectador enseñándole de forma emocional
(como también haría Caravaggio o la imaginería española) y teatralizando las
escenas para hacerle participar de forma activa frente al elitismo
anterior del Renacimiento.
Su influencia será inmensa en toda la escultura posterior, tanto barroca
(aunque en España entrará tardíamente, hacia finales del XVII) como neoclásica (Cánova) o de Rodin.
Muchas de sus características serán, incluso, recogidas por la pintura, como el
caso de Rubens.
.
Gran entrada sobre esta soberbia obra de Bernini, que pude ver este verano en la iglesia de Santa María de la Victoria en Roma. Además, es una obra que cae mucho en selectividad. Magníficas fotos. Mis felicitaciones.
ResponderEliminarUn análisis completo y bien estructurado. Gracias.
ResponderEliminarGracias, colega (también soy profe). Me ha ayudado mucho.
EliminarMe alegro mucho que te sirva; es una pequeña manera de ayudarnos
EliminarGracias! en ninguno de mis libros de clase el análisis es tan completo.
ResponderEliminarEstá genial el comentario. ¡Muchísimas gracias!
ResponderEliminarSolo una pequeña corrección, la palabra "transverberación" va con b, para que los que tomen de aquí su información lo tengan todo perfecto;)
Gracias por tu corrección y por tu comentario. Ya está cambiado
EliminarMuy interesante, esta obra tiene alguna repercusión en la sociedad de ese momento?
ResponderEliminarse puede poner la historia de la santa al final del comentario? es que mi profesor lo preferia asi
ResponderEliminarGracias por tan completo, profundo y francamente maravilloso análisis.
ResponderEliminarEnorme comentario dónde los haya, me ha ayudado mucho para entender mejor lo que nos explican en clase, muchísimas gracias!
ResponderEliminarcual es el estilo artístico de la escultura el éxtasis de santa teresa??
ResponderEliminarBarroco
Eliminar¿a que tipo de escultura pertenece esta estatua ?
ResponderEliminar( relieve, exenta, grupo ecultórico ....)
gRUPO escultórico exento aunque insertado en un marco arquitectónico
EliminarGracias por tan extenso y completo análisis. Me sirve de mucho en mi camino de aprendizaje.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras
EliminarMuchas gracias por tan magnífica descripción de esta maravilla de Bernini.
ResponderEliminarme parece muy bien solo que yo necesitaba saber el mensaje que dejaba esa escultura y su clasificacion
ResponderEliminarme pareció muy buena la explicación solo que les falto poner la clasificación y el mensaje que deja esa escultura tan bonita
ResponderEliminarMe encanta el arte del Renacimiento, es inigualable, muchas gracias por explicar claramente sobre el arte de Bernini.
ResponderEliminarSigan así, me encantó
Es Barroco.
EliminarGracias esta muy bien!!
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