Costus. Valle de los caídos

En junio de 1987 Costus, inauguraron en la Casa de Vacas de El Retiro la exposición Valle de los Caídos, realizada entre 1980 y 1987. 

Se trataba de una reinterpretación de la arquitectura y escultura del Valle de los Caídos en clave estética pop (sus característicos colores planos, tan vivos y en casos fluorescentes, con fuerte presencia de la figura humana y un grafismo  sintético).

Para los modelos recurrieron a su círculo más íntimo (aquellos mismos amigos que visitaban constantemente su casa en Malasaña). Todo un repaso a las figuras más mediáticas de la movida (Bibi Andersen, Alaska o Tino Casal) que era muy habitual en su pintura.

Pues más que político, esta serie tiene un fuerte contenido lúdico, desmitificador. Un juego de máscaras bastante despolitizado que recordara el eterno carnaval de la Movida frente a la seriedad e importancia de lo burgués (y franquista), como explicamos aquí.

Posiblemente esto influyera en que (pese a lo que podríamos pensar hoy) apenas si generara polémica alguna

 “Aunque no dudo que ellos admiraban el componente kitsch y estrambótico que tenía el Valle en sí mismo, pintan desde una ironía crítica” (Julio Pérez Manzanares)

O, como dijeron sus propios autores

nos hemos permitido, siguiendo un principio puramente barroco, el interpretar la imaginería a nuestro modo, con gente de hoy en día vestidos como tales. Así pues, no es de extrañar el contemplar una Virgen Alaska, u otra en pantalones, pues ¿quién nos dice que la Macarena, mejor dicho, su modelo, no fue una belleza de la época? Y lo que está claro es que la Virgen no se paseaba por Galilea con esa vestimenta, sino por la mentalidad barroca de quienes la eligieron objeto de devoción para mayor atractivo de sus contemporáneos”.

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