Como venimos diciendo, Velázquez en su segundo viaje tenía una misión principal (además de acercarse al Papa y, acaso, otras labores de espionaje): comprar obras para los Reales sitios, tanto en pintura como en calcos de escultura, y encontrar buenos pinturas de quadrattura (Colonna y Mitelli ante la negativa de Pietro da Cortona).
Juan de Córdoba
Tomado de wikipedia
Para la misión de buscar obras (algo que no se debió con buenos ojos como se ve en la correspondencia de la época: «un tal Velazquez, ayuda de Cámara del Rey», que «anda en corso» y de cuya comisión «muy vergonzosamente se habla») se apoyó en un español con el que terminó teniendo una fuerte amistad, Juan de Córdoba.
Posiblemente fue él el que le ayudó a alquilar una serie de estancias muy cerca de su residencia, en el Palazzo Nardini (en la Via de Governo Vecchio) el 27 de abril de 1650 para guardar las futuras obras y vivir el pintor y su esclavo, Juan de Pareja por una suma trimestral de 6 escudos y 75 julios.
El Colegio Nardini fue fundado con la herencia del cardenal Stefano Nardini a fines del siglo XV, en una parte del palacio que este noble poseía. El colegio que era gestionado por la Archicofradía del Santísimo Salvatore ad Sancta Sanctorum, estaba destinado a recibir 24 estudiantes, aunque lentamente la fundación fue menguando hasta desaparecer en el XVIII.
El Colegio se conservan dos portales —uno en el exterior y otro en el interior—de fines del «quatrocento» en los que se puede ver el escudo del cardenal Nardini y una leyenda: «Colegium Nardinium».
Este palacio será el protagonista de la amplia colección de calcos de esculturas clásicas que realizó Velázquez para la corte de Felipe IV (el dinero se lo proporcionó el embajador en Roma, conde de Oñate, unos 17.600 escudos)
Para ello consiguió entrar en las principales colecciones de la época (Ludovisi, Borghese, Vaticana, de villa Medici,
Mattel, Caetani, Vitelleschi, Peretti-Montalto y Farnese ), gracias especialmente a la larga ayuda de Inocencio X (y su cuñada Olimpia) y otros miembros de la Curia (cardenal patrón Astali Panfilo, del Cardenal Antonio Barberino, del Abad Pereti, del Príncipe Ludoviso, y de Monseñor Camilo Maximo)
De todas estas complejas relaciones se consiguió una colección impresionante de réplicas (Hermafrodita, Gladiador Borghese, Fauno con Baco niño entre los brazos, el Gladiador moribundo, los Púgiles, el Ares Ludovisi , el Nilo, Antinoo, el Apolo del Belvedere, el Laoconte o el Hercules farnese), así como obras originales de Algardi (gracias a la relación que tenía con él Juan de Córdoba), pinturas (especialmente venecianas, con Veronés, Tiziano y Tintoretto) y otras varias (como los famosos 12 leones de bronce dorado para el Salón de Espejos)
Carreño de Miranda. Carlos II
Para saber mucho más sobre el tema
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