jueves, 26 de mayo de 2022
MANET. PARTIDO DE CROQUET
martes, 24 de mayo de 2022
viernes, 20 de mayo de 2022
Tony Cragg. Paisaje erosionado (Cúmulus)
Se trata de una gran grupo de elementos de vidrio erosionado con arena a presión (algunos incluso levemente rotos en el proceso) apilados en varias estanterías realizadas con ladrillos de cristal transparente.
Las distintas piezas de vajilla son muy diversas en formas y tamaños, organizadas de una forma un tanto caótica, cada vez mayores según ascendemos.Este gigante bodegón produce emociones e interpretaciones muy dispares (algo bastante habitual en el escultor).
En principio tiene una enorme tactilidad. La erosión generada por la arena a presión (unido a las suaves formas de los recipientes) nos deja con ganas de rozar esa materia y jugar con ella como hace la luz que la ilumina como los cuadros de Morandi, casi como si procediera desde los propios objetos que la expulsaban hacia el exterior.
También nos producen ideas desazonantes relacionadas con la fragilidad del material (en varios puntos levemente roto) y su inestabilidad, que relacionadas con un bodegón bien podría tratarse de una vanitas que nos habla de lo frágil e inestable que es la propia vida (¿O será la belleza, lo sublime, lo que es un fino cristal pulido?)Hay incluso ideas sobre la escultura como una especie de pirámide de población, en donde la edad (y el tamaño, al menos en los países desarrollados) aumenta con la altura
jueves, 19 de mayo de 2022
FERNANDO DE LLANOS Y YAÑEZ DE LA ALMEIDA
miércoles, 18 de mayo de 2022
MAN RAY. LOS RETRATOS
Retrato funerario de Marcel Proust
Man Ray retrató a todo el entorno dada-surrealista, unas veces de forma casi privada, como personas queridas y cercanas, y en otras ocasiones como puros personajes que representaban su propio papel en las vanguardias parisinas y neoyorkinas.
Breton
Autorretrato
martes, 17 de mayo de 2022
SAN PANTALEÓN DE LOSA. BURGOS
La parroquia dependió de la orden de San Juan de Jerusalén, y fue dedicada a San Pantaleón y la reliquia de su sangre (con su conocida licuefacción), lo cual también la relacionó con el culto al Santo Grial.

Fue realizada en un gran banco oblicuo de calizas que genera unas vistas y una preminencia verdaderamente asombrosas.
La iglesia tiene un estructura arquitectónica de una sola nave que se tiene que ir adaptando a un fuerte desnivel, con un tosca cúpula en el primer tramo y un ábside con arcos apuntados.
En las jambas se encuentra un curioso atlante (Hércules, Noé o, incluso, de Adán) y, en la contraria, un gran zigzag (rayo?)
lunes, 16 de mayo de 2022
Sholim y sus máquinas risueñas (al menos en un primer momento)
Milos Rajkovic conocido como Sholim, crea máquinas inútiles y fantasiosas que se mueven en un eterno bucle, fantasiosas.
En Heaven x Hell Series, busca crear entornos llenos de mil referencias tanto naturales como artificiales, entre lo onírico y el humor más absurdo, creando (como dice el propio autor) un "surrealismo digital"
Como anunciábamos en el título, estas máquinas, que pueden ser risueñas y fascinantes por sus efecto mariposa, lentamente se van ensombreciendo, como si el infinito o la eternidad pudiera ser esa terrible repetición que nos termina por crispar los nervios
jueves, 12 de mayo de 2022
LOECHES. LA ÚLTIMA MORADA DEL CONDE DUQUE DE OLIVARES CON SORPRESA FINAL
-
No puedo evitarlo. Al pensar en el Conde duque, la primera imagen que me viene a la cabeza es el retrato que le hizo Velázquez en 1634, soberbio y pagado de sí mismo, sobre su montura y con su bastón de mando, dirigiendo una batalla inexistente sobre el fondo de montañas del Guadarrama. Lo imagino así, como la encarnación del poder sin límites, mezquino y rencoroso. El verdadero reverso tenebroso de la fuerza.
(Por cierto, nunca nadie me ha llegado a explicar convincentemente es por qué Velázquez - que tanto le debía en su carrera cortesana - nos lo mostró de esta manera tan cruel, resaltando su espalda curvada - su chepa, vamos - esa mirada perversa del que se sabe intocable)
El Conde duque de Olivares por Velázquez
Tomada de http://es.wikipedia.org/wiki/Conde-Duque_de_Olivares
Sin embargo, y siendo objetivo, tengo que reconocer que el Conde-duque fue, tanto en lo personal como en lo político, una figura histórica de mucho más relieve que esta simple apreciación.
Si se lee la biografía que escribió Elliott sobre él (verdaderamente alucinante), nos encontramos con un político de altas miras que, ante todo, quiso volver a recuperar la fuerza de un imperio que ya se encontraba en claro declive. Quiso, también, reorganizar la política interior, intentando hacer colaborar a las arcas reales a los reinos de la periferia que apenas si contribuían a un Imperio casi exclusivamente apoyado en los hombros de Castilla (esta fue la famosa Unión de Armas, que luego tantos conflictos traería a partir de 1640).
En cuanto a lo personal, y aunque son ciertos su soberbia, sus cambios bruscos de carácter o su falta de escrúpulos a la hora de eliminar a sus enemigos (que confundía sistemáticamente con los de España), también lo es su trabajo incansable a favor de un rey (políticamente) tan mediocre como Felipe IV o su profunda lealtad.
Quizás por ello sería más justo recordarle como lo volvió a pintar Velázquez en 1637-38, mucho más contenido y humano, con esos maravillosos negros que sabía utilizar como nadie en la historia del arte el maestro sevillano
Velázquez. El Conde Duque
Tomada de http://es.wikipedia.org/wiki/Conde-Duque_de_Olivares
En ella nos encontramos al político sagaz y también al hombre, a estas alturas cada vez más cansado por sus múltiples enfermedades y cercano ya a la depresión que le atacará intermitentemente en sus últimos años.
Para entonces su política iba demostrándose cada vez más ineficiente y poco a poco a los problemas externos (Guerra de los Treinta Años) se unirán los internos (rebeliones de Portugal, Cataluña, Andalucía, Aragón, Nápoles…) hasta provocar su destitución en 1643.
Esto provocó una rapidísima cadena de reacciones por parte de sus enemigos que consiguen que sea desterrado a Toro.
Allí residirá hasta su muerte. Dos años en los que la depresión se agravó y desembocó en locura. Quizás no pudo aguantar caer desde tan alto y ser un simple mortal cuando había dominado durante tantos años el mayor Imperio del momento.
Sin embargo, aún muerto, volvió a provocar la polémica. Su cuerpo fue expuesto vestido con grandeza mientras se esperaba el permiso real para poder trasladarlo hasta Loeches, lugar que había adquirido en 1633 y donde había mandado construir un gran monasterio-palacio para su futuro enterramiento.
Así pasaron tres días, y luego varios más en la tétrica procesión que atravesó toda Castilla. Su cuerpo se fue poco a poco descomponiendo pese a los cuidados de los embalsamadores, y aún lo haría más cuando esperó a las mismas puertas de Madrid la llegada de los restos mortales de su hija, enterrada en Santo Tomás y exhumada ahora para ser enterrada en el panteón familiar. Una verdadera vanitas barroca como las que pintara Valdés Leal.
Valdes Leal. Finis Gloriae Mundi. Iglesia de la Caridad. Sevilla
Tomada de
http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Finis_gloriae_mundi_from_Juan_Valdez_Leal.jpg
Mientras esperaba, cuentan las crónicas, una gran tempestad se produjo sobre la capital y un rayo vengativo destruyó una torre de una iglesia, como si el espíritu de Olivares se rebelara contra su destino, se dijo en los corrillos de los mentideros de la Villa.
Ahora su memoria descansa en este pueblo del sureste de la Comunidad de Madrid, a menos de media hora de la capital.
Se trata de un gran conjunto arquitectónico del que queda un resto del palacio (en parte ocupado en la actualidad por un Colegio público), un monasterio de ladrillo de madres dominicas, cuyos terrenos ocupan medio pueblo, y una gran iglesia barroca dedicada a la Inmaculada.
.
Foto del Palacio e iglesia monasterio
La iglesia tiene una portada muy parecida a la Encarnación de Madrid, pues sus planos fueron realizados por el mismo arquitecto, fray Alberto de la Madre de Dios.
Iglesia del convento. Loeches
El interior, diseñado por Gómez de Mora (el mismo que realizó la Plaza Mayor), consta de una sola nave muy amplia, con cruz latina de brazos cortos, bóveda de cañón con lunetos (los triángulos) y una gran cúpula encamonada (una bóveda falsa, realizada en yeso y madera en vez de piedra), muy típica de la arquitectura barroca española, siempre pendiente de las apariencias pero cada vez más arruinada.
Interior de la iglesia
Toda su decoración interior se ha perdido y las pinturas actuales son modernas, pero aún nos queda una sorpresa final en el recorrido. Si nos acercamos a un lateral del convento, un cartel nos informa que para visitar la iglesia y el panteón bajemos unas escaleras y busquemos a Francisca.
Acompañados por ella podremos franquear las puertas del recinto y nos encontraremos, nada más entrar, con un gran panteón, idéntico al del Escorial construido por ¡la familia de Alba!, en donde incluso se encuentra ya ubicado la futura morada de la actual duquesa, entre los restos de sus dos maridos.
Ante la sorpresa, Francisca nos explica que el Conde duque murió sin descendencia legítima y sus títulos fueron a parar a la familia de Alba (la que mayor cantidad de títulos nobiliarios atesora en la actualidad). Luego nos indica un lateral en donde se encuentra la lápida del Conde duque y su mujer.
Enterramiento del Conde duque en Loeches
El hombre más poderoso del siglo XVII ahora yace en un lugar que muy pocos suelen visitar, emparentado (por el linaje de su mujer, Inés de Zúñiga) con los afamados Alba que todos los años, en el mes de mayo, visitan la capilla entre un terremoto de paparazzi. Toda una lección de humildad que la Historia, a veces, nos enseña con sus complicados cambios de rumbo y fortuna.
Qué frágil es el poder, ¿verdad? Deberíamos tenerlo en cuenta para no dejarnos cegar por su posesión y utilizarlo en beneficio de los demás no en el engrandecimiento del propio ego.
UNA FOTOGALERÍA ENLAZADA DE GÓMEZ DE MORA Y LA ARQUITECTURA DE LA PRIMERA MITAD DEL XVII
martes, 10 de mayo de 2022
JUVARA. LA ESCALERA DEL PALACIO REAL DE TURÍN

jueves, 5 de mayo de 2022
VERMEER. La pequeña calle
Sólo hizo Vermeer dos paisajes (de su ciudad natal).
Este se conserva en Amsterdam, y es tan pequeño como delicado.
Apenas son dos casas y un pequeño callejón abierto y figuras femeninas e infantiles jugando o trabajando junto a la casa. Un espacio casi anónimo, sin tragedias ni grandes bellezas (en realidad como sus interiores) en donde se impone el silencio, la meditación sobre las cosas cotidianas en medio de un luz tamizada que va acariciando los ladrillos, las puertas y las ventanas.