sábado, 7 de diciembre de 2024

Internet y las personas

Frente a internet y las nuevas tecnologías, ¿qué queremos realmente?: ¿consumidores con EE UU, súbditos como en China o ciudadanos como en la Unión Europea?


 Lucas Corralejo

jueves, 5 de diciembre de 2024

Reixach. San Pedro in catedra. Morella

Una maravillosa tabla en la que el pintor hace gala de todos y múltiples registros.

En ella aparece en el centro San Pedro en su cátedra, todo un prodigio de ostentación, filigrana, oro y color para rodear de forma apabullante a la imagen hierática y frontal del príncipe de los apóstoles.

A ambos lados, los distintos cardenales ya son puro renacimiento al estilo flamenco, con su dignitas, gravitas, humanidad y claroscuro que chocan contra el fondo de pan de oro.

El contraste no puede ser más espectacular.


Junto a él, la otra tabla que se conserva del autor, la visitación, resulta menos espectacular



miércoles, 4 de diciembre de 2024

Daniel Canogar. Intervalos

 



























Creada expresamente para el centenario de Telefónica (el artista fue invitado por la empresa para ello, poniendo a su disposición estaciones y materiales obsoletos)
Canogar eligió un repartidor y su sistema de cableado, piezas que estaban siendo desmanteladas en el barrio del Pacífico de Madrid,
Con ellas construyó un artefacto doble que por medio de marañas de cables y proyectores de vídeo que nos recuerda un cerebro con las descargas eléctricas de sus neuronas o la propia red de internet y sus recorridos mundiales de información.
Una poética imagen que une lo humano con lo artificial, creando nuevos lazos de conversación entre ambos mundos.



martes, 3 de diciembre de 2024

MOUREAU. JASON Y EROS

Una magnífica y paradójica obra simbolista que juega al sincretismo (o acaso a la polémica).

Se nos muestra a Jason (el famoso argonauta que porta sobre su lanza el famoso Vellocino de Oro) que porta en sus hombros a un Eros alado, ¿seguro?

El hombre desnudo, apoyado en una gran vara nos recuerda los san cristobalones góticos (aunque con canon praxiteliano y profundamente erótico) que pasa el río al Niño Jesús (¿o es que acaso Eros ha tenido alguna vez nimbo?)

Religión y mitología entrecruzan significados negándose unos a otros (al contrario del conciliato renacentista) para ¿provocar al espectador, darle nuevos y ocultos sentidos?

Todo el color (saturado, contrastado, con numerosos colores fluorescentes, metalizados y ácidos) tiene una función expresiva, profundamente emocional y crea un paisaje y unos personajes en plena extrañeza



lunes, 2 de diciembre de 2024

Arte hiperdramático (1)

 Lo bello no es más que el comienzo de lo terrible. RILKE

 La adolescente está desnuda sobre un podio. El vientre liso y la elipse oscura del ombligo quedan a la altura de nuestra mirada. Mantiene el rostro ladeado, los ojos bajos, una mano frente al pubis, la otra en la cadera, las rodillas juntas y algo flexionadas. Está pintada de siena natural y ocre. Sombras en siena tostado realzan los pechos y perfilan las ingles y la rajita. No deberíamos decir «rajita» porque hablamos de una obra de arte, pero al verla no se nos ocurre otra cosa. Es una hendidura nimia y vertical, sin rastro de vello. Damos la vuelta al podio y contemplamos la figura de espaldas. Las atezadas nalgas reflejan grumos de luz. Si nos alejamos, su anatomía nos parece más inocente. Pequeñas flores blancas le tapizan el pelo. Hay más flores a sus pies —un charco de leche—. Incluso a esta distancia seguimos percibiendo el olor tan peculiar que desprende, como a bosque perfumado de lluvia. 

Junto al cordón de seguridad, un atril con el título en tres idiomas: Desfloración.


Clara y la penumbra(c.2) (Jose Carlos Somoza)

sábado, 30 de noviembre de 2024

Bajo la Sombra de una gran vela . La tercera cinta

¿Duermes?

¿No, verdad? Querrías soñar sin necesidad de dormir.

Yo tengo tu solución. Venga, entra a mis Praderas más azules 

En ella permanecieron algunas canciones intocables, como el Karma Chameleon o las historias terribles bajo melodías de plata de Olfield y The Police, pero desaparecieron los Sultanes de Swing, pues ya hacía tiempo que Luis había decidido salvaguardarlos exclusivamente para sus éxtasis personales.

Tampoco volvió a aparecer el Hotel California, pues su epifanía llegó demasiado tarde para ser vuelta a incluir, y Eurythmics cambió de tema para recordar que enaquella cama reposaba un ángel que dejaba la habitación perdida de plumascuando se marchaba, y en honor a ella aparecieron también un nuevo tema de Blondie, y Feel Like A Woman de Shania Twain que Luis le tradujo para que se convirtiera en el nuevo himno de su feminismo cada vez más armado.

Por su parte, él siguió acercándose a los sonidos negros  y se atrevió a compartir con ella su devoción cada vez más creciente por Queen  en la versión más romántica de Love of my life, incluyendo tras ella los novísimos acontecimientos de su biografía con el Pistolero de los Pistones o el Berlín de Top Gun, aunque también se colara una advertencia sobre su futuro con el Hombre de Piano cantado por Ana Belén, pero ellos no quisieron hacerla caso, y prefirieron dejarse llevar por  Uptown Girls de Billy Joel, pues aquella batería siempre le daba ganas de vivir, igual que la de Harrison, y en algún momento indeterminado Luis se había dado cuenta que era la misma sensación que tenía los minutos previos a que ella viniera, con el corazón desbocado como un quinceañero.

Tras ella añadió Let it be porque sí, igual que Instans karma de Lennon que seguía teniendo el aroma de las chimeneas en medio del frío de las navidades que pasaron juntos, y lo cerró todo con

 


Manic Monday de the Bangles que se terminó por convertir en la canción privada de aquel verano en el que estuvieron más cerca que nunca de la felicidad absoluta.


-Es algo maravilloso esta canción, Sabrina - le dijo una noche cualquiera a la sombra de aquella gran vela -. Aunque la letra diga otra cosa..., hay tanta ternura en esa voz que me muero por dentro cada vez que la escucho. Me deshago como un azucarillo, cariño. (Me deshago como un terminar junto a tu cuerpo desnudo y caliente; le hubiera gustado también decirla) 



viernes, 29 de noviembre de 2024

El puente de la CEA



Hay un punto en la Ciudad lineal en donde confluyen varios ejes históricos de la ciudad.

El primero, por supuesto, el proyecto urbanístico más arriesgado de nuestra contemporaneidad realizado por Arturo Soria (cuya casa se encuentra justo al lado, convertida en dependencias autonómicas)















El segundo serían los grandes estudios cinematográficos de la CEA  (Cinematografía  Española  Americana), creados en la Segunda República y, tras la apertura del Franquismo, uno de los lugares de superproducciones americanas.







Pero, también relacionado con los contactos con EE UU, su apertura, se encuentra, cruzando bajo la Ciudad Lineal, la Avenida de América, origen de la primera autopista que conectará con la modernidad de Barajas y la conexión americana (base aérea de Torrejón).















El lugar no puede estar más lleno de historia, y su colofón se encuentra en este puente realizado por Luis Sierra Piqueras en la década de los 50.

Para ello se realizó una trinchera y un vaciado inferior del paseo de Ciudad Lineal (que no la interrumpiera), con dos grandes puentes y una paredes de trinchera que (para aguantar el peso lateral) crean dobles arquerías entre machones.















Tanto el motivo de la doble arquería como la bicromía piedra/ladrillo siempre nos hace pensar en el sistema de la Mezquita de Córdoba
















                            TODOS NUESTROS RINCONES DE MADRID

jueves, 28 de noviembre de 2024

CHILLIDA. En casa del padre
























Esta obra pública enclavada en Guernica resulta especialmente conmovedora.
Realizada con hormigón adquiere un monumental tamaño que el espectador puede observar como escultura en una visión lejana, pero también como una extraña arquitectura en sus cercanías.

Desde la lejanía vemos su forma de proa de barco que avanza hacia nosotros (como debería hacer el pueblo vasco en palabras del propio escultor), pero cuando nos acercamos buscamos, sin embargo, su forma cóncava trasera para encontrarnos con un lugar de refugio cuya potente apertura superior es toda una ventana hacia el paisaje y la esperanza (algo bastante simbólico para una ciudad bombardeada desde el aire que ya no tiene aviones, sino sólo las copas de los árboles y la nubes bajas)























En este espacio nos encontramos con una pequeña escultura en hierro corten que humaniza el espacio al tener un tamaño mucho más reducido y permite nuevos juegos con el espacio (entre ella y la estructura de hormigón, cada vez más interior, alrededor de ella, entendiéndola como una parte más de todo el espacio, a través de sus propios huecos...)























Como puede verse, la escultura es todo un gran pretexto para que el espectador se mueva en torno a ella para encontrar espacios (los que siempre han existido pero ahora se hacen visibles gracias a la materia). 























Toda una compleja experiencia cenestésica pero también táctil en donde nos podemos esconder, convertirnos en niños juguetones, en fotógrafos arriesgados que buscan nuevas perspectivas, resguardarnos mientras miramos el cielo...



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miércoles, 27 de noviembre de 2024

Capilla Olgiati en Santa Práxedes, Roma. Cavaliere d´Arpino

 

Posiblemente se trate de una de las primeras obras del autor con la Ascensión de Cristo en el centro rodeada de profetas y sibilas y los cuatro Doctores de la Iglesia, Gregorio Magno, Agustín, Jerónimo y Ambrosio, en los lunetos.

En la obra podemos comenzar a ver la evolución de estos grandes trampantojos iniciados en el Cinquecento (en el ámbito romano) como la Sixtina.

Los elementos arquitectónicos y decorativos  van cobrando cada vez mayor importancia para imitar la realidad a la vez que se repiten modelos miguelangelescos en posturas, colorido, relación entre las figuras, convirtiéndose en el puente sobre que se apoyarán los Carracci




martes, 26 de noviembre de 2024

SANTUARIO MACROESQUEMÁTICO DE PLA DE PETRARCOS. ALICANTE
















El Santuario del Pla de Petracos, situado en término municipal de Castell de Castells, constituye uno de los más destacados ejemplos en toda Europa de Arte Macroesquemático

Se trata de un conjunto de abrigos y una cueva ubicada en la margen izquierda del Barranc de Malafí, dentro de un marco geográfico que queda delimitado por el mar y las sierras de Aitana, Mariola y Benicadell. 















Es especialmente relevante las muestras de arte Macroesquemático, manifestación vinculada al Neolítico más antiguo, destacando los orantes, con los brazos extendidos hacia arriba y las figuras serpenteiformes.















La cantidad y contigüidad de las pinturas nos hacen pensar en un santuario en donde podrían reunirse tribus en este corredor natural entre el mar y los valles de Ebó y Laguar para rituales (en los que posiblemente las distintas cuevas y la presencia del agua)
















Para la descripción de las distintas pinturas tomo como referencia el magnífico artículo: 

https://www.panibericana.com/2018/05/20/pinturas-rupetres-pla-pletacos-alicante/


En el abrigo aparecen figuras humanas que podrían interpretarse como una representación de la familia, destacando entre ellas la figura central, al disponer de un triángulo elaborado con grandes puntos encima de la cabeza. A cada lado de esta imagen principal, aparecen otras dos figuras humanas (aunque la de la izquierda está muy desdibujada). Las figuras parecen querer salir del abrigo. 

El orante (¿el chamán?)un hombre con los brazos extendidos hacia arriba en actitud de rezo o adoración, probablemente al sol, ya que parecen caer sobre él rayos solares. Del cuerpo se extienden los brazos y las piernas, y se pueden observar los dedos de las manos y de los pies. Los trazos curvos situados a los lados de la figura principal se interpretan con la sacralización de la vegetación. Encima de la figura del orante se observa una silueta humana en una clara actitud de movimiento, de su brazo derecho cuelga un objeto. 

Las pinturas del tercer panel podrían corresponder a tallos vegetales plantados, dibujados  con el objeto de representar de forma sacralizada y simbólica el ciclo agrícola del que dependía la supervivencia del clan. Los círculos dentro de los tallos se han interpretado como semillas de los que surge el vegetal que los contiene.












La cabeza de un toro pintada de forma esquemática, vista de frente, en la que destacan sus ojos y cuernos. Los trazos a la derecha de esta figura se interpretan como una representación del cuello del animal. Al lado del toro, la figura de una mujer (no conserva la cabeza), vestida con falda larga.


lunes, 25 de noviembre de 2024

La decoración de los palacios romanos. Beard_ Mary

 Plinio —un erudito y autor de una obra enciclopédica al que hoy se conoce como Plinio el Viejo para distinguirlo de su sobrino— afirma que la famosa escultura de Laocoonte, el sacerdote troyano estrangulado por serpientes, había estado antiguamente en el palacio del emperador Tito. 

Señala también que Tiberio sentía devoción por una pintura del artista griego Parrasio del siglo IV a. e. c. que conservaba en su cubiculum; en ella se representaba a un autocastrado sacerdote de la Gran Madre (como los que vivían junto a su casa en el Palatino). No podemos saber cómo era ni cómo la había adquirido, pues, como la mayoría de las pinturas, hace tiempo que se perdió. Estaba valorada en seis millones de sestercios en dinero romano, una cantidad que superaba de lejos la riqueza total de muchos senadores. La pasión, o la avaricia, que sentía Tiberio por las grandes obras de arte acabó volviéndose en su contra. Tenía tal debilidad por una antigua estatua griega (fechada en el siglo IV a. e. c.) que se erguía delante de un conjunto de baños públicos en Roma que la hizo trasladar a su residencia particular y puso otra en el emplazamiento original. Sin embargo, tras una protesta masiva en el teatro, donde el público empezó a gritar «Devuélvenos la escultura», se vio obligado a restituirla. A pequeña escala, este episodio equivale al «Problema de la Casa Dorada»: ¿hasta qué punto podía, o debería, el emperador reclamar como propiedad privada el arte público de la ciudad? Quizás para defenderse de este tipo de acusaciones, otros emperadores llevaban algunas joyas del palacio, así como el oro y la plata, a templos públicos y convertían el traslado en un espectáculo. La historia cuenta que Alejandro Severo se había deshecho de tantas piezas valiosas de vajilla que, para una cena numerosa, tuvo que pedirlas prestadas a sus amigos. 

(...)

Pintadas en el techo de palacio, había constelaciones que reproducían los astros bajo los que había nacido Septimio Severo. Por su parte, Alejandro Severo tenía unos aviarios reales que albergaban —según una estimación excesiva y poco fiable— 20.000 palomas, además de patos, gallinas, perdices y otras especies de aves. Comparado con esto, la mascota de Augusto resulta mucho más modesta: tenía una cabra que daba una leche dulce y deliciosa y que supuestamente iba con su dueño a todas partes. Debemos recordar también la colección de baratijas, recuerdos, trofeos y maravillas procedentes de todo el imperio que terminaban en el palacio y lo convertían en el equivalente de un monumental «gabinete de curiosidades». Parte de todo eso era botín de guerra. Tras la destrucción de la ciudad y del Templo de Jerusalén por parte de las fuerzas romanas durante el reinado del futuro emperador Tito en el año 70 e. c., su padre, Vespasiano, hizo depositar todos los tesoros en su nuevo templo de la «Pax» (el término «Pacificación» transmite mejor el sentido que la habitual traducción de «Paz»). Tan solo se excluyeron «la Ley», los rollos de la Torá (probablemente) y los cortinajes de púrpura del Templo de Jerusalén, que se colocaron en el palacio. Sin duda, también terminaron allí algunas de las obras maestras del arte griego que habían llegado a Roma siglos antes como botín de conquista. Otras «curiosidades», en cambio, eran prodigios de la naturaleza, tanto reales como falsificados. Los propios emperadores coleccionaron activamente estas maravillas, mientras que sus súbditos donaban un buen número de ejemplares raros, sin duda con la esperanza de una generosa recompensa.


Emperador de Roma (Beard_ Mary)

domingo, 24 de noviembre de 2024

Si lo pudiera leer Luis, explotaría

 Top Gun. Esa puñetera película fue lo que echó a perder a mi generación, según David. El año 1986 fue increíble para el cine. Visto desde la distancia, pocos años pueden contar con semejante lista de estrenos. Para todos los gustos. Clásicos, superéxitos, películas de las que aún hoy se habla. Y todo en un solo año. Pero mi generación no se volvió ni antibelicista por Platoon ni mística por La misión. Lo único que quisimos todos fue ser como Maverick en Top Gun. Queríamos ser perfectos, triunfadores, llevar una maravillosa cazadora de cuero y unas Ray-Ban que nos sentaran de maravilla y pilotar cazas como quien monta en bici y cabalgar sobre una Kawasaki y llevar a una chica de caerse de espaldas detrás agarrada a nuestra cintura y que a tu espléndida sonrisa la acompañase siempre de fondo una banda sonora épica. 

Como aquella horrorosa canción. Take my breath away. De pronto, todos queríamos cortar la respiración. Pero la vida no es así. La vida, como la película, necesita un reparto de papeles. Algunos están destinados a ser solo Iceman, el chuleta paródico, el quiero y no puedo, la caricatura del héroe al que al final no le queda más remedio que rendirse ante la grandeza de este. Un patético y minoritario grupo. La gran mayoría, entre ellos yo, estamos destinados a ser Goose. El buen chico, el amigo simpático, el tipo con mujer mona e hijo mono, leal al héroe, de vida previsible y aburrida, un ser colateral, el secundario graciosete, un personaje que solo sirve para dar la réplica y morir cuando le venga bien a la historia legendaria de Maverick. Pero no, claro, veías la película y antes de salir del cine ya habías decidido que ni hablar de eso. Top Gun nos hizo rechazar ese destino natural. Ahora todos queríamos ser Maverick. Y eso no significa que quisiéramos convertirnos en pilotos de cazas. Me refiero más a un concepto. Así llamaba David a esa hambre insaciable de éxito exhibicionista. El concepto Maverick. Ser un triunfador.


Los viajeros de la Vía Láctea (Fernando Benzo)


LAURA

sábado, 23 de noviembre de 2024

Alguna lo habeis sentido

Bajo ropa neutra llevo un sexo que llora como un ego herido. No es amado. No.


 La seducción (Sara Torres)

 


PILI



                                                ÁNIMA MUNDI

jueves, 21 de noviembre de 2024

Richard Serra. Tilted Arc














https://www.ideelart.com/magazine/why-was-richard-serra-s-tilted-arc-so-controversial

Richard Serra sostuvo siempre que las esculturas específicas para un lugar estaban determinadas por la topografía del emplazamiento. No podían llevarse de un lado a otro. Sus obras se convertían en parte de y se construían dentro de la estructura del lugar, y fuera de ese lugar perdían su sentido, dejaban de ser arte. «Mis esculturas nunca decoran, ilustran ni describen un lugar», dijo para las cámaras de la CBS. Eran el lugar.

(...)

El problema de Tilted Arc venía de que no era un monumento conmemorativo que rindiera homenaje a un acontecimiento o a una persona o grupo. «Es un momento consagrado a nada, salvo al hecho mismo de su propia existencia», se afirmaba en el artículo. Eso ponía a prueba nuestra tolerancia a las cosas extrañas. Creo sinceramente que es así.



















https://www.tate.org.uk/art/artists/richard-serra-1923/lost-art-richard-serra

Tilted Arc dividió la plaza en dos, aunque la intención del artista era comprometer al público en un diálogo que realzase su percepción del lugar. Eso no es lo que acabó sucediendo, francamente. Desde el mismo momento de la instalación hubo polémica. Muchos días, cuando bajaba a almorzar, me sentaba cerca de la mesa del juez Edward D. Re, del Tribunal de Comercio Internacional, situado también en Federal Plaza, y lo oía dar rienda suelta a su beligerancia contra la escultura. Escribió a la ASG para pedir que no la fijasen permanentemente en la plaza. Tal vez me contagió su fastidio. Algunos de los que trabajaban en las cercanías empezaron a quejarse de que su empleo les resultaba agobiante y depresivo. Recuerdo que la crítica de arte de The New York Times, Grace Glueck, calificó Tilted Arc como «la obra de arte al aire libre más fea de toda la ciudad», y puesto que hablábamos de Nueva York, la escultura se situaba en una cima muy poco apetecible.























Richard Serra, Tilted Arc, 1981. Acero corten (38 x 3,84 m). Federal Plaza, Manhattan, Nueva York.
Fuente: https://publicdelivery.org/richard-serra-tilted-arc/

Algunos se quejaron de que la gente la usaba para orinar y propusieron trasladarla a una chatarrería, incluso arrojarla al Hudson. Ningún testimonio resultó tan estrambótico como el de un especialista en seguridad que declaró que la escultura era un artilugio terrorista que alguien muy bien podía utilizar para dirigir la onda expansiva de una detonación hacia el edificio Jacob K. Javits.


Obra Maestra (Juan Tallón)



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