sábado, 30 de marzo de 2019

ÁNIMA MUNDI. CUADROS SONOROS. PRIMAVERA SIN ESPINAS

Mediodía plácido de una primavera avanzada. Mayo, acaso.
Las flores blancas de la jara puntean un campo verde oscuro y el viento trae retazos fríos y calientes, aromas sin usar.
Pequeñas aleluyas.
El mundo es una canción a piano y violines, andante con pasitos de tierra mojada.
Pues ayer llovió pero hoy sólo queda el recuerdo fresco,
y las encinas llenas,
y mil pájaros volando.

Una luz de cristal llena las cosas de brillos mientras susurra melodías suaves,
Tal vez lo haga la brisa que trae recuerdos sin espinas y toca el rostro y las manos como un amor antiguo que ya no hace daño.
Sólo recuerdos redondeados como cantos de río.
Pulidos y de un pequeño sabor reluciente.
Hilos de sombra en lo más profundo del bosque

Son aromas de felicidad sin aspavientos.


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                                               ÁNIMA MUNDI

jueves, 28 de marzo de 2019

SANTA FAZ. ZURBARÁN


La Santa Faz fue una obra repetida por Zurbarán y su taller.
Iconográficamente se inspira en el evangelio apócrifo de Nicodemo en la que una mujer piadosa enjugó con su paño el rostro ensangrentado de Cristo, camino al Calvario.
El nombre de dicha mujer deriva directamente de su acción: vera icona (verdadera imagen).
La imagen había ya sido habitual a finales de la Edad Media, pero con la Contrarreforma cobró aún más sentido, vinculada con el culto a las reliquias que ya vimos aquí, por lo que en muchas ocasiones desaparece la propia mujer para presentarnos el icono, la imagen, concebida (María Luisa Caturla) como un verdadero  «trompe-l’œil a lo divino»
Se conseguía así seguir las doctrinas de Trento sobre las imágenes y su función que fueron fuertemente utilizadas por el mundo jesuita (tanto Jerónimo Nadal y como Pedro de Ribadeneyra trataron el tema) y, en España, sancionadas por Pacheco, su fiel seguidor

 No sin causa hizo el Señor este doloroso retrato, para que no se aparte de nuestra memoria el soberano beneficio de nuestra redención, pues el ser de la imagen es traernos a conocimiento de su original

Estéticamente, Zurbarán saca partido tanto a su extraordinaria capacidad para plasmar las texturas como a su maestría para trabajar los blancos, creando imágenes en trampantojo que se recortan sobre fondo oscuro que actuarían como una segunda realidad en las capillas en penumbras de las iglesias y oratorios.
En su múltiple producción Zurbarán evolucionó desde un modelo más realista de la imagen de Cristo (un retrato, casi) con un paño doblado en sus esquinas para componer un cuadro dentro del cuadro y acrecentar su realismo.
San Pedro. Sevilla

En una segunda fase, el retrato perderá realismo para convertirse en recuerdo y del retrato realista se pasará a la impresión borrosa (más cercana a los ejemplos conservados en Jaen, Santa Faz de Alicante o la mismísima Sábana Santa). 
De esta manera de la representación pasamos a la presentación, al índice, que provoca una visión más intimista del sufrimiento
Museo Bellas Artes de Bilbao
Tomado de wikipedia


miércoles, 27 de marzo de 2019

DEGAS (2) LA MIRADA SORPRENDIDA


No insistiremos lo bastante en la complejidad que plantea Degas bajo su aparente normalidad.
Es, en realidad, todo un desvelamiento de la complejidad de la mirada.
En esta obra tan aparentemente clásica, Degas nos conduce hacia lo invisible: la orquesta.
Por medio del encuadre, de la saturación del color y la luz o la mayor nitidez nuestra mirada se fija sin remisión en lo que nunca ha de verse y queda relegado el motivo tradicional, e escenario, que se convierte en un puro marco.
Pero una vez ahí, de nuevo se nos hurta lo fundamental, pues esos músicos quedan de espaldas y recortados.
Una visión fragmentada, casi inconsistente, que tanto influirá en el siglo XX, tanto en el arte como en el cine, conformando una forma de ver de la que nosotros, ya hoy, apenas somos conscientes 

martes, 26 de marzo de 2019

ÁNIMA MUNDI. LUIS. Tequila y nuestros catorce años

DALE AL PLAY Y PERMÍTETE VIVIR DENTRO DE ESTA CANCIÓN



Nuestra primera adolescencia fue Mecano pero también Tequila y su rock alegre y sin complejos que daba ganas de bailar y nos llenaba las manos de mensajes blandos como pájaros, pero que a nosotros nos parecían lo más arriesgado del mundo pues,
¿Quién no deseó cantarle a aquella chica que jugaba en la pista de baloncesto que había junto a los bancos en donde cada fin de semana te reunías con tus amigos y gritarla: Dime que me quieres?

Tú la veías botar el balón y tenía las piernas largas y muy poco pecho, y a ti se te perdía el tiempo en algún lugar remoto, incapaz de moverte de los alrededores de aquel banco medio carcomido, buscando colocarte siempre de tal manera que pudieras ver la cancha de baloncesto sin que los demás se dieran demasiada cuenta.
Y mientras hacías que reías con los chistes y las bromas de los demás, mientras tanto, cuánto pudiste fantasear con aquella melena rubia corta y sus ojos ¿verdes?, tal vez sí, aunque ahora ya confundes las cosas, pero lo que recuerdas perfectamente es el sueño que durante aquellos meses de primavera te persiguieron, cuando tú al fin te atrevieras a mirarla fijamente y ella, por un destino imposible, te sonreiría para convertirse en tu número uno.

Eso era Tequila entonces.
Evidentemente no era Leño ni falta que hacía. Pues ni ellos lo pretendían ni nosotros lo buscábamos. Sólo queríamos en sus canciones diversión rápida con un pequeño toque romántico de chico que busca chica y se enamora en un sólo instante.
Era volverse loco y salir a cantar, o saltar sin otra razón que ella se había acercado a ti  siguiendo un balón perdido y la brisa de su pelo te había tocado levemente.
Apenas eso o, simplemente, querer besarte, algo que sólo pasaba en las películas que eran tu única fuente de información sobre lo que debía ocurrir una vez que las bocas se hubiera aproximado.

Pues yo ya soy mayor, o tal vez sólo quisiera serlo y sólo vivía de sueños de sábados de las seis de la tarde, cuando ella bajaba a jugar al baloncesto con tal concentración que jamás me vio y yo tuve que tragarme día tras día las lágrimas para que nadie de mis amigos me viera sufrir por aquel amor imposible que me hacía susurrar:
¡Mira esa chica!
¿Cómo te llamas?
¿Cuál es tu edad?
Dime qué haces.
Y a dónde vas.

Cuánto me hubiera gustado decirte todo aquello, pero ni supe tu nombre ni el colegio al que ibas, pues jamás me atreví a acercarme a ti y un día cualquiera llegó el verano y tú desapareciste para no regresar nunca más allá de estos recuerdos que se quedaron incrustados en las canciones de Tequila y sus guitarras aceleradas, acaso un poco borrachas de tanto agudo, que acompañaron a Ariel.

¡Nena!
Nunca pudiste saber cuánto te pude amar con trece años cumplidos y la cara llena de maldito acné.

¡Maldita timidez!






PISARRO. Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia


Pisarro siempre ha sido relegado a un segundo plano del grupo impresionista, considerándolo como el gran pegamento social de sus miembros e, incluso, entre el movimiento impresionista y Cezanne.
Sin embargos, sus cuadros (habitualmente paisajes) representan algunas de las características más genuinas del movimiento, desde su actitud antiliteraria al estudio de la luz y sus cambios o la renovación de los encuadres.
En esta obra tardía son bien visibles todas estas características, y se pone de relieve la idea de instantaneidad y actitud óptica de la realidad.
El lienzo es, simplemente, un pedazo de realidad observado desde su propia habitación. No de arquitectura, tampoco de personas, sino de pura realidad en donde no hay un protagonista más allá de la pura vida cotidiana, sin héroes, sin enmarques privilegiados.

Junto a ello hay un "efecto", como sugiere el mismo título, en donde la lluvia se convierte en objeto primordial de la pintura. Un mar de paraguas, una sensación de mundo gris de nubes llovedoras y pavimentos mojados.

Una sinestesia que convierte la pintura en una sensación (sin sentimentalismo) de lo húmedo. Pura fenomenología que empapa la mente del espectador. Sin literatura ni simbolismo. Sólo lo que ocurre; modernidad frente idealismo

lunes, 25 de marzo de 2019

ANTONIO DE PALACIOS. ACTUAL INSTITUTO CERVANTES


Primero Banco Español del Río de la Plata, luego Banco Central y ahora Instituto Cervantes es una de las obras maestras que Palacios (junto a Otamendi) dejó en Madrid.


De claro sello historicista, se juega con la idea de unir un estilo a una función, vinculando el negocio bancario con el pasado clásico representado por sus dos grandes frentes columnados y entrada en chaflán dominada por doble pareja de cariátides (obra de Ángel García Díaz)

Pese a la decoración, la articulación de volúmenes está más cercana a ciertos modelos de art decó y modernistas centroeupeas


























domingo, 24 de marzo de 2019

CAPILLA DE LA SÁBANA SANTA. GUARINO GUARINI. TURÍN




























Pocas veces en la historia se ha llegado a tal grado de sofisticación matemática para conseguir un significado místico, el de hablar (de forma sensitiva) sobre el misterio de la resurrección y ascensión de Cristo.
La ocasión era perfecta, pues la capilla iba a contener una de las reliquias más preciadas (y discutidas) de la cristiandad: la Sábana Santa, motivo de orgullo de la dinastía Saboya.

Para ello creó una de las cúpulas más fascinantes de la arquitectura.
Apoyada en un tambor puramente (y estéticamente) arquitectónico, Guarini crea la cúpula por medio de 36 nervios que se apoyan en las claves de los inferiores creando todo un entramado que asciende en altura.























Esta construcción (pura matemática para el reparto de pesos) crea una sensación ingrávida y ascendente creada por su disminución en perspectiva y las ventanas ocultas que proyectan una luz difusa; todo ello sin perder esta sensación de provisionalidad, de estructura temporal, en precario equilibrio.

Al exterior Guarini hace visible la estructura como forma decorativa. En ella vemos las ventanas incrustradas entre los nervios, como un gran panal, y se desarrolla en altura con una esbelta linterna que recoge formas de Borromini (San Ivo)

























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sábado, 23 de marzo de 2019

ÁNIMA MUNDI. SAN AUDI





Por eso la ONU en una de sus múltiples agencias de siglas impronunciables declaró, ya hace años, el día de San Audi (para gran indignación de BMV) en el que está permitido entre dos y cuatro pirulas a sus conductores, según las distintas capacidades motoras del automóvil


Qué bonito es ver estrellarse Audi recién pintados y hacerse acordeones contra los bordes de la carretera

Moralmente apabullante es ser testigo de las hermosas humillaciones a coches de menor cilindrada mientras realizan sus aspavientos llenos de elegancia, armonía y bien hacer

Sin embargo las autoridades deberían tener cuidado, pues está empezando a suceder, algunos desalmados con coches de bajisima cilindrada están intentando hacer lo mismo y aunque vivimos una sociedad líquida casi gaseosa esto no se puede permitir las categorías siempre han sido las categorías.

                                                   R.



jueves, 21 de marzo de 2019

MAILLOL. MEDITERRANEA


Frente a la exasperación de Rodín y sus seguidores, frente a la fugacidad de Menardo Roso, Maillol planteó en esta obra (1905) la contención y el silencio y, como diría Guide "Es bella, no significa nada"
Tan sólo una figura femenina reducida a volúmenes claros y precisos (aún más en su segunda versión en mármol), sin expresividad, sin movimiento, lejanamente emparentada con el Pensador al que ha sometido a una limpieza emocional exhaustiva.

Tras ella queda el reposo, la concentración, la pura masa que, en su silencio, está anunciando mucho de lo que será el siglo XX. Una presentación (más que una representación) del espacio ocupado, del peso, de los volúmenes compensados (Realmente habría que observarla como una obra abstracta en donde las formas se contraponen sin lucha y colaboran para crear una sensación de fluidez y sabiduría compositiva).

Forma y volumen contra expresión y movimiento. Peso, tactilidad.
Manolo Hugué seguirá en esa línea, y (de una manera distinta pero en el fondo muy cercana) Julio González y Picasso


miércoles, 20 de marzo de 2019

LUIS. ÁNIMA MUNDI. Cuando Bach lo dijo todo


Lo recuerdo perfectamente. 
La primera vez que entré en casa de Solsona, nada más abrir la puerta, me recibió esta cantata de Bach, y entonces estuve seguro que aquel iba a ser el amigo que, pasara lo que pasara, era ya el de toda la vida.
Yo tenía trece años y él catorce, y nos habíamos conocido ese mismo año, en primero de BUP.
No sé si el tercer o cuarto día, a la misma salida del colegio, nos peleamos con saña, aunque no recuerdo el motivo (creo que tú tampoco, Solsona). Lo único que recuerdo que apenas un mes más tarde nos volvimos inseparables, y aún lo seguimos siendo, sin que haga falta siquiera verse, pues un amigo como él lo llevas en algún rincón del pecho que la anatomía dejó para eso.

Esto lo supe (de aquella manera tan incomprensible que puede saberlo un adolescente) el día que entré por primera vez en su casa y nada más hacerlo me recibió Bach en la misma puerta.
- ¿Qué te pasa, Luis? - me dijo él.
Pues yo debí quedarme petrificado ante la música y apenas si supe contestar:
- Nada, nada; ya te contaré.

Creo que luego nunca llegué a contárselo, y sólo será ahora cuando lo sepa (aunque, del mismo modo absurdo en que yo lo supe, él también ha debido de conocerlo; estoy seguro).
Por eso entenderá aunque nunca lo hayamos hablado en concreto, y sabrá que mi silencio fue, ¡simplemente!, la conmoción de un descubrimiento: el encontrarme con aquella música que era una de las favoritas de mi abuela.
Ella había muerto hacía un año, pero yo la seguía teniendo dentro en todos los libros que me había descubierto y la música que me había enseñado a escuchar, y ahora me la volvía a encontrar en la casa de aquel amigo que tan pronto se volvería entrañable.

Pues estaba la música, sí, pero también centenares de libros apilados en los estantes atiborrados que tapizaban las paredes desde el mismo pasillo. Un mundo entero de libros como mil universos por descubrir que te llamaban según avanzamos hacia el salón y él me presentó a su madre y a su tía.
El tocadiscos giraba con esta cantata y fue entonces cuando supe cuánto teníamos en común sin saberlo.
Evidentemente teníamos una edad donde estas cosas no debían decirse, pero comprendí que aquel chico era un regalo de los cielos, que dentro tenía libros, música y una familia que se parecía tanto a la mía, con su tía sentada en un sillón semejante al de mi abuela y transportada por la música.
Supe eso y en el pecho se me abrió un pequeño hueco para guardar aquella amistad que aún hoy perdura. Algo que no necesita palabras, y sólo una música de Bach, Mahler o de Mozart es suficiente.

Escuchadla con atención y podréis comprobarlo, pues se parece al juego de los violines y los oboes, a la entrada de la flauta dulce en medio de los largos periodos de las cuerdas que luego completa el violín solista. Un juego de completos, de largas olas sobre la que superponen otros pequeños instrumentos, como si la vida entera se reflejara en un estanque en donde caen briznas de primavera que dan color a la música sin alterar la paz que lleva dentro.
Eso es MI amigo.
Una paz de tempo lento que de pronto estalla en carcajadas. 
Una inteligencia llena de sentimientos, como el propio Bach, capaz de convertir las matemáticas en pura poesía que cae al alma sin ruido; sin malas caras nunca.
Mi amigo Solsona, el paisaje de mi armonía.





BASÍLICA DE LA CONCEPCIÓN DE NUESTRA SEÑORA


Un interesante ejemplo de edificio neogótico ya del siglo XX (1912 y 1914) con alma de hierro y acero que permite tanto su amplio interior como su elevada torre a los pies coronada por una imagen de la Inmaculada.

Iniciada por Eugenio Jiménez Correa y finalizada por Jesús Carrasco, su exterior es (tras la larga restauración) de una blanquísima apariencia que se refleja en el edificio colindante.

En su interior nos encontramos con un templo neogótico amplio, luminoso y de gran serenidad que, sin embargo, esconde su mayor secreto hasta casi el mismo altar.

 Se trata de la cubierta de su cimborrio, delicada y calada, con vidrieras azules, que juega con las sugestiones de la capilla del Condestble de la Catedral de Burgos y las formas de las bóvedas califales.



Luego, en una visión más demorada, seguro que encontraremos numerosos detalles que nos llevarán al mundo art deco.



martes, 19 de marzo de 2019

PAUL SIGNAC Y EL PUNTILLISMO



























El divisionismo de Seurat era algo demasiado complejo para tomarlo como senda a explorar. Necesitaba de una paciencia y un tiempo infinito que rompía con las conquistas de espontaneidad.
Por ello Signac simplificó el método (además de prescindir de las nostalgias renacentistas de su maestro) y planteó unos puntos mayores que eran una especie de lugar intermedio entre el puro impresionismo y el divisionismo.




























En ellos siguió (como Seurat) los trabajos científicos de  Charles Blanc y Chevreul que ya habían inspirado a los impresionistas. Pero si para la generación anterior todo se había constituido de una forma casi instintiva, estos nuevos autores (y en especial Seurat, casi de una forma obsesiva) estudiaron y aplicaron concienzudamente la nueva ciencia de los colores (una nueva forma de música, con sus reglas propias y matemáticas) y su impacto en la retina de los espectadores.


























Fue una actitud que obtuvo sus mejores obras en los paisajes y que dejó abierta la puerta al fauvismo (como rápidamente comprenderían tanto Vlaminck como Matisse), pues al aplicar los colores puros separados unos de otros sin interferencia del tono local permitió una comprensión de la belleza de los mismos sin otras necesidades.
Matisse