sábado, 30 de noviembre de 2019

ÁNIMA MUNDI. SOLSONA Y lA BUENA Y EL SEGUNDO PERIODO DE SUS ACCIONES POLIÉTICAS

Tras el terrible atropello del BMV (o fue un Audi), las acciones poliéticas de Solsona lA Buena tomaron una nueva dirección que le apartó de los grafitti que escribiera por España e Italia para centrarse en otros medios.
La inmovilidad absoluta que tuvo que observar durante casi seis meses (y las posteriores secuelas que sufrió) hacían ya impensables estas correrías semiclandestinas por el mundo pintando sus paredes que pronto sustituiría por el territorio sin esquinas (por lo menos en ese momento) de Internet en donde podía seguir volcando todos sus miedos globales en la propia globalidad.

Algunos suponen que el cambio también tuvo su vertiente puramente sentimental. Pues el accidente le trajo, además de daños físicos otros de carácter emocional, la ruptura con su novio, tan amante de la ópera como del movimiento antiglobalización y perfecto analfabeto de la red.
Según Solsona, Solsona lA Buena se volcó en lo virtual como una forma (interpuesta) de venganza contra él, utilizando sus propias incapacidades.
Otros investigadores tildan esta interpretación como excesivamente psicoanalítica y la descartan.

Muchas de estas acciones poliéticas en la nube servirían, con el paso de los años, como cañamazo para su futuro Manual de Instrucciones , pero eso ya es otra historia, ¿verdad, Solsona, al que te apodan sin sentido el malo?

                             TODA NUESTRAS ANIMA MUNDI

jueves, 28 de noviembre de 2019

OLDENBURG O EL GIGANTISMO DE LO COTIDIANO


Cuando Oldenburg comenzó a hacer sus esculturas gigantes trabajaba en doble sentido, profundamente antagónico, pues a la vez que traía al museo la realidad más banal (tan típica del pop), el gigantismo y descontextualización de estos objetos generaba un extrañamiento.
Ya no se podían usar, eran puras formas estéticas, contemplativas. Había que mirarlos (¿mirar qué, nuestra propia cotidianeidad?)

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Aguja e hilo. Estación Cardona. Milán

Se consumaba así el paso a la posmodernidad que late en todo el pop. La recreación de una segunda vida hecha con los objetos de la primera y cotidiana existencia a los que se les ha privado de la sustancia de la utilidad, convirtiéndolos en verdaderos monumentos a lo banal o, mejor dicho, a la idea de apariencia (pues se realizan en acero convenientemente pintado que aguante la intemperie), al icono, a la pura apariencia (un poco más tarde la informática y las redes ahondaría en este proceso de virtualización de la realidad que ya no sentimos y tan sólo vemos, en las pantallas).
Se iniciaba así la era del simulacro en donde la realidad se cosifica y se monumentaliza (en la política ya estamos en ello)


miércoles, 27 de noviembre de 2019

LUIS. AQUELLAS PRADERAS AZULES. Sin Música 1

HAY NO HAY PLAY PORQUE


Sólo ha habido un momento sin música en mi vida.

Fueron dos semanas, acaso tres, en donde el mundo se oscureció de tal manera que todo estuvo a punto de desaparecer.
Unos días de negrura en pleno agosto en donde el frío se apoderó de mi y quedé gris y temblando, como una pared solitaria sin techo ni suelo, perdido en la nada de los futuros ya sin dueño.

Yo solo tenía 16 años y esa misma tarde acababa de perder mi primer amor por la decisión de los padres de ella que nos consideraban demasiado jóvenes para jugar con algo tan peligroso como es el amor, y ella no llegó a nuestra cita diaria, sustituida por Beatriz, su mejor amiga, que tuvo la desgracia de tenerme que contar que no había solución alguna.

En aquellas semanas pase por mil estados posibles, desde el estupor hasta el delirio, todo en el más puro silencio, incapaz de escuchar nada más que el dolor sin término que me recorría por dentro.

Era algo casi físico, como una piedra con aristas recorriendo el pecho y luego el estómago, arañando por donde pasaba mientras tú...

No, no puede ser posible.
Pensaba cada mañana al despertar de las terribles pesadillas nocturnas, pero sólo hacía falta abrir los ojos o mover simplemente la cabeza para saber que el dinosaurio continuaba allí.
Seguía allí ese futuro que de pronto se había quedado clavado como una mariposa sobre el álbum, girando sobre sí mismo y sin poder avanzar un milímetro.
No
Nunca
Ya no
Las palabras sólo sabían negar, pues ya no existía lo posible. Solo se podía hablar en pasado, y ni siquiera tenía fuerzas para utilizar el condicional, pues
Como si hubieran construido un muro delante mío la realidad se evaporo, simplemente, y solo quedó un espacio plagado de vacíos, sin tiempo propio.
Y silencio. Sobre todo silencio.
Quedó eso y el silencio. Un silencio espeso y lleno de esquinas, como si fuera un laberinto, con el Minotauro de Sabrina encontrándome en todos los recuerdos como un chasquido en las sienes que me reventaba él alma.

Mil fantasmas con sus mismos ojos verdes atardecidos que se mezclaban en una vigilia que tanto se parecía a un sueño en el que vivía, sin poder (ni desear) escapar.
Para qué hacerlo si esos recuerdos eran todo lo que me quedaba.
Su mano entre las mías
Las noches reventada de estrellas apoyada mi cabeza sobre tu muslo.
-Mira, una fugaz. Pide un deseo.
Tumbado en la cama, cara a la pared, se pasaban las horas, y eran tan lentas que dolían, pues solo quedaba el consuelo de que llegará la noche con sus propios monstruos y, en un golpe de suerte, tener la dicha de no despertar nunca más
Pues
Para que valía un día más si ella ya no estaba.
La vida había perdido las esperanzas y con ellas se había clausurado el futuro. La palabra mañana había dejado de tener sentido.
Sólo significaba un poco más de sufrimiento. De recordar el día en el que me dijiste te quiero tanto en aquellas piedras del fumadero tras el primer beso en el que me perdí en el húmedo calor de tu boca y me sentí azul y profundo, más allá del tiempo.
Por aquel delito comprendí qué significaba la palabra yo, una pura minucia comparada con el nosotros, y supe al fin lo incompleto que había estado hasta entonces.
Supongo que fue entonces cuando dejé el último niño que tenía dentro, aquel que ahora buscaba sin posibilidades, intentando volver el tiempo atrás para que, alternativamente, nadie nos prohibiera el amor o, por el contrario, no haberte conocido nunca
En los momentos más terribles te insultaba y pedía al dios que me quisiera escuchar que desaparecieras de mi mente y mi pasado como se hace con los malos sueños.
-Vete de una maldita vez - gritaba para un segundo después llorarte con los ojos ya sin lágrimas.
Tus miradas de terciopelo, la respiración entrecortada del primer beso, cuando te respiré como si fueras una canción de culture club que...

Ni siquiera ella había logrado sobrevivir al lunes de tu abandono. Ni Mecano. Todas las músicas habían muerto tras las palabras de Beatriz, y detrás de ellas sólo quedaba un campo seco de silencio.

Silencio.

Mucho silencio.

martes, 26 de noviembre de 2019

ANTEFIJAS ETRUSCAS


Como ocurría en los templos griegos y romanos, las vigas de los aleros se encuentran protegidas (especialmente cuando son de madera) por pequeñas esculturas llamadas antefijas, que junto a su carácter práctico (proteger los elementos de madera) tenían otros simbólicos (eran protectores mágicos o figuras apotropaicas)



En el mundo etrusco era habitual utilizar la técnica de la terracota para estas antefijas, lo que permitían una expresión swencilla y de gran expresividad de forma barata y fácil de realizar.



En estas antefijas podemos encontrar la mayor o menor aculturación que fue sufriendo el arte etrusco, encontrándonos desde los modelos más autóctonos (mucho más expresivos) a otros de filiación más clásica

lunes, 25 de noviembre de 2019

SAN MIGUEL DE LILLO. ARTE ASTURIANO


Sólo conservamos un tercio de la estructura, la que correspondería al nárteX y el arranque de las naves de lo que debió ser la iglesia palatina ramirense vinculada al espacio palacial de Santa María del Naranco


Tomada de wikipedia

El primero es triple, con un volumen avanzado que se flaquea por dos pequeños recintos (¿zonas litúrgicas a la manera de las tradicionales prothesis y diaconicos? ¿pequeñas cámaras del tesoro?). La parte central funcionaría (al modo de las  West Werk carolingias) como tribuna regia

En cuanto al arranque de las naves, ascendemos de una forma vertiginosa en altura, con una escasa diferencia entre la central y las laterales que tiene un sentido constructivo, el apoyo de las bóvedas de cañón con fajones de la central sobre otras en las laterales (alternadas en sentido) que terminan en los altos contrafuertes interiores (una fórmula empleada en Santa María del Naranco complejizada al introducir las naves laterales).

Realizada con el tradicional sillarejo que se refuerza con sillares en esquinas y contrafuertes, sorprende su apertura de vanos con tracería calada de exquisita factura que (muy posiblemente) repetirían los modelos (pintados) que adornarían su interior




























sábado, 23 de noviembre de 2019

Lucas Corralejo. Emigrantes vs turistas


Ya no pensamos en seres humanos pues ya hace tiempo que superamos y clausuramos a efectos prácticos la ilustración.

Desde hace décadas vivimos en un supercapitalismo globalizado que utiliza las múltiples fallas que dejan la posmodernidad e Internet para crear el pensamiento correcto.
En el no hay seres humanos sino capacidad de negocio, y por eso dos personas que viajan, unos por necesidades políticas o económicas, y los otros por puro ocio, son tan distintas, más aún, son ambos extremos de una clasificación que va de lo deseable a lo abominable.
Un emigrante no es una persona sino un problema social, económico y sobre todo político que hace perder voto.
Un turista tampoco es un ser humano sino una fuente de negocio en un mundo que ha convertido el viajar en una forma de prestigio personal a través de las redes sociales.
Tan sólo es eso. Blanco o negro. Apagado o encendido.

¿Y los derechos humanos... ?
No recuerdo ahora bien si ese cuento es anterior o posterior al del Blancanieves.

jueves, 21 de noviembre de 2019

LAS TORRES DE COLÓN












Primero Torres de Jerez y, tras la caída de RUMASA, torres de Colón, son dos pequeños rascacielos  (110 metros de altura y 23 plantas) que comparten base y que (1990) se unieron con un gran remate verdoso que le han dado su mote, el enchufe (en sus salientes se instalaron las antenas) del que se "cuelga"  una escalera de incendios central. 


Construidas a principios de los 70 por Antonio Lamela, se realizaron de una forma novedosa.

 Los distintos pisos (más que apilarse) cuelgan de dos dos pilares centrales por medio de tirantes, construyéndose de arriba a abajo.



Se crea así una visión casi irracional en su plantas bajas, que no apoyan en el gran zólaco, en donde podemos ver esos grandes pilares centrales.



El proyecto original empleó mejoras en la climatización interior (vídrios inclinados para recibir menos insolación) que, en la posterior reforma, fueron sustituidos por otros color bronce con mayor protección a la insolación.





miércoles, 20 de noviembre de 2019

DEFINICIONES

VIRGEN GLYCOFILUSA. Iconografía de origen bizantino en donde existe una relación maternal entre la Virgen y el Niño (ambas figuras se relacionan sentimentalmente). Su influencia será muy importante en las Vírgenes blancas del mundo gótico.

KORE. Tipología escultórica del periodo arcaico griego (siglo VI a C). Se tratan de doncellas vestidas y portadoras de ofrendas con todas las características estéticas de este periodo (hieratismo, frontalidad, tendencia a la geometría, bloque cerrado...) Koré de la Perdiz

ICONOS. Pintura  sobre tabla  realizada al temple y con pan de oro para los fondos que representa figuras sagradas. Iniciadas en el periodo bizantino se las consideraba en sí mismas objetos sagrados dignos de adoración, siendo realizados por monjes que se preparaban espiritualmente para ello para convertirse en la mano de la propia divinidad. Su importancia social y económica llegará a producir la famosa querella iconoclasta.

OPUS VERMICULATUM. Técnica de mosaico iniciada en Roma que utiliza teselas de diminuto tamaño que le permiten un mayor realismo. La Batalla de Issos

CANON. Conjunto de medidas que para el mundo griego constituían la perfección (y derivada de ella, la belleza). Normalmente aplicado a la escultura, se suele utilizar la cabeza como medida para conseguir figuras armónicas armónicas. Posiblemente el primero que teorizó sobre ellas fue Policleto que escribió todo un libro sobre ellas titulado Kanon.(siglo V a C)

TANAGRAS. Pequeñas figuras realizadas en terracota de la escuela alejandrina (periodo helenístico , siglo III-I a C). Suele tratarse de figuras femeninas en actitudes cotidianas de formas influidas por la estética praxiteliana que tenían un gran mercado entre las clases medias de los Reinos Helenísticos

BUEN PASTOR. Iconografía paleocristiana derivada de los moscóforos griegos. En ella aparece Cristo portando un cordero como el Pastor que cuida de su rebaño (los fieles). 

DIANA (1) Y LA PUERTA NEGRA DE LA MÚSICA . EL JAZZ

DALE AL PLAY Y RESPIRA ESTE SAXOFÓN



Pocas personas tan bellas (por dentro,por fuera) he conocido en mi vida como Diana.
Pocas personas tan inteligentes y sensibles como ella. 

Pero si me he de quedar con una sola cosa de aquellos meses agridulces. Una nada más. Esta sería el descubrimiento sin paliativos de las puertas negras de la música. Primero las del jazz, luego (tan incoherentemente) las del soul

Envueltos en las brumas del Clamores o del Galileo me llevó hasta él como se acompaña a un niño a su primera cabalgata de Reyes y, entre caramelos cayendo desde las carrozas, me descubrió un mundo entero de sonidos y armonías que se situaba en un punto cercano a la música clásica sin serlo, a la alegría del pop sin pretenderlo y al éxtasis del rock sin necesitarlo.


Desde las voces de Nora Jones o Alicia Keys al saxofón infinito de Coleman o la trompeta de Davis. Desde lo clásico a lo contemporáneo; todo un universo de fascinación en donde el mundo se convertía en oído, en piel, en ritmo, en baterías cortadas, en contrabajos y guitarras apenas pellizcadas.
Aún hoy sigo sin poder definirlo, pues hay mil jazzes distintos, y unos son Bach y otros Stravinsky.
Un jazz para cada ocasión, para dormir soñando con ángeles tan suavemente ennegrecidos como adorables; uno para el sexo, otro para iluminar el día más oscuro o llorar en el momento más alegre pues
en ello estribaba una de sus felicidades, en su capacidad de paradoja e inacabamiento que dejaba al oyente en suspenso
-Esta música se encuentra a medio camino entre los instrumentos y tu oído - me dijo como si me presentará a una dama esquiva el primer día en el que acudimos al Clamores a ver... (es una verdadera lástima, pero no lo recuerdo) - Es una cuestión de inteligencia de las emociones. 
Y la expresión me dejó confuso, pues entonces aún no conocíamos esa inteligencia emocional que hoy nos invade, pero al salir de la sala ya había comenzado a comprender que aquello era un fruto elaborado, con tantos intestinos como ensoñaciones; una música profundamente impura que rompía los cánones según el humor del ejecutante, del público incluso, haciéndole respirar atmósferas complejas con la cotidianidad del que pasea. 
Un puro flaneur, habría podido decir si entonces hubiera conocido esa palabra.
-Exactamente - me respondió ella.
Y sus palabras me confundieron aún más, y cuando al fin supe de ese concepto las recordé como si fueran un sueño premonitorio, y la primera imagen con el que la relacioné fue con un largo y azaroso solo de saxo, tan negro y ensortijado como su larga melena. 

-Una especie de luz llena de esquinas - me tradujo Diana, apiadada ante mi falta de palabras y las dudas que llenaban su ausencia. 
Lo hizo con esa elegancia tan suya que tanto teñía sus palabras como los gestos de sus manos de largos dedos de pianista, con las uñas suavemente recortadas, pintadas de un sutil tono de marfil transparente que yo solía acariciar como el que roza un suspiro, con la misma lenta parsimonia de aquellas baterías susurradas que le daban una cualidad de suave mermelada al compás para que una trompeta lo rasgara con su filo de almendras amargas. 
Porque aquella música era, también, las zonas prohibidas de su piel dorada que sólo en alguna ocasión llegué a transitar, e incluso entonces como un simple polizón furtivo, perseguido por la policía de un piano sin compases que dejaba buscar a los dedos los interiores misteriosos de las teclas mientras, yo me quedaba esquinado en aquellos rumores soñados que nunca pasarían de la imaginación al tacto. Para siempre ocultos. 
Oscuros como las percusiones frotadas que eran salpicadas por las notas agrias de un clarinete, mitad cuchillo, mitad humo, o mejor las dos cosas a la vez. 
Una y otra cosa, cambiante, eso era aquella música mutante e híbrida que no paraba de mariposear con todo, como mucho tiempo haría el flamenco, locuaz o callada, tímida, sensual, profunda y trivial; un ramo de mil flores que, sin embargo, dejaban cantar a las puras espigas. 
-Veo que elegí muy bien. Eres un alumno aventajado. 
Un joven jedai, pensé sin atreverme a decir, pues sentí que las palabras eran una traición al recuerdo de Sabrina. 
Y ella era tan inteligente que sin necesidad de haberla conocido lo sabia. Nunca podría competir con ella, y solo otra, años después, podría hacerlo aunque el destino lo tuviera en contra para conseguirlo. 
Por eso cuando yo callaba ella también lo hacía y me dejaba a solas con la música, con una pequeña tristeza bailándole en sus inmensos ojos negros, pues ella siempre supo que lo nuestro algún día caducaría por muchos largos solos de saxo que interpretarán nuestros besos con las manos suavemente amarradas como nudos sin fuerza que no dañaran cuando se rompieran, envueltos en la voz susurrante de unos pétalos de boca, la luz sin esquinas de las melodías de caricia que...

Ella siempre con una tónica, siempre mesura da aún en el climax de la trompeta de  Louis Armstrong
Acaso muy lejos, mucho antes de irse, bajo la mirada tierna de Ciprian, embrujado como todos ante aquella imagen de la suave y elegante delicadeza. 

Esa era Diana.






martes, 19 de noviembre de 2019

PONTORNO. Descendimiento


En la segunda década del siglo XVI el mundo se rompió sin posibilidad de volver a ensamblarlo. Se rompió por las guerras italianas que mantuvieron Francisco I y Carlos V y que dejaron un reguero de desolación cuya máxima expresión fue el Sacco di Roma (1527), cuando el propio Papa tuvo que esconderse en los subterráneos del Castillo de Sant´Angelo ante la barbarie de los lansquenetes alemanes que arrasaron la ciudad.

La crisis económica comenzó a instalarse pero aún fue más terrible la desazón ideológica que sembró Lutero con sus tesis de Wittenberg (1517) y que abrió el camino hacia el protestantismo y a las interminables guerras de religión.























Todas las certezas, el orden recuperado de la Antigüedad al que nos empeñamos en llamar Alto Renacimiento, se fragmentaron como un vidrio ya imposible de recomponer. Ya no había posibilidad de seguir buscando la armonía ni la serenidad de un Bramante, de un Leonardo o de un Rafael en su Escuela de Atenas. No se podía seguir mintiendo. ¿Para qué dibujar una belleza que ya no existía en los corazones?
Quizás el primero en darse cuenta de todo ello fue Miguel Ángel que evolucionó rápidamente hacia una crispación desconocida, como la que nos muestra ya su Moisés viendo a su pueblo adorar a un becerro de oro. 

Uno de los rasgos de este estilo fue la pérdida de capitalidad de Roma a favor de nuevas cortes, como la de unos retornados Medici a Florencia, el lugar en donde viviría y pintaría Pontormo.
Estos nuevos príncipes siguieron al pie de la letra las ideas expuestas por Maquiavelo en su Príncipe. En un mundo tan hostil y cambiante la moral personal de Príncipe no debe ser un obstáculo para su gobierno, y cualquier manipulación, tanto en el halago como en la violencia, es necesaria si consigue su objetivo: mantener en el poder y gobernar al pueblo. Éste es el final supremo del poder, su propia supervivencia. El Príncipe convertido en una máquina (y no una persona) eternamente atareada en la inmensa partida de ajedrez que es su cargo.
























Ante todo esto, ¿cómo responder si se es artista?

Miguel Ángel dio las dos soluciones que se desarrollaron a lo largo del siglo XVI.
Se podía refugiarse en sus sentimientos, en una visión emotiva del mundo interior, como ya lo hizo el maestro en sus sucesivas piedades (como la de Rondanini) o el Juicio Final de la Sixtina y que el Greco o Tintoretto siguieron para buscar los caminos de la mística o del tenebrismo, respectivamente.




  


























Pero Miguel Ángel dio otra dirección posible: envolverse en arte
Ante el mundo terrible, dosis excesiva de artisticidad. Su Victoria o su Entierro de Cristo eran el camino: un canon deformado hasta convertirlo en pura línea, trastocar el espacio para hacerlo irreconocible, volcado sobre el espectador para que no pueda salir de él, gestos aristocráticos, amanerados sobre sí mismos, colores que ya no son reales por pura convicción y convierten al cuadro en un juego de artificio, atentos sólo a sus propias estridencias; luces que ya no son verdaderas…
                                      La Victoria. Miguel Ángel

Ese fue el camino que tomó Pontorno.























Shermann, uno de los grandes especialistas de este movimiento, habla de un arte sofisticado, aristocrático y profundamente intelectual, no hecho para el pueblo, sino para paladares mucho más exquisitos que disfrutan (desde el conocimiento) de todas las disrupciones del nuevo estilo, sus amanerados efectos. Panosfky habló del triunfo definitivo de la Idea sobre la realidad. Gombrich de la dimostracione, de la capacidad del artista de demostrar sus medios técnicos, como un sueño del que no quiere despertar y que ya había ocurrido en periodos históricos anteriores (como la fase posclásica del arte griego o, más cercana aún, el gótico internacional del siglo XIV, un arte de belleza extrema en medio de la peste y la guerra).

Todo esto se encuentra en este magnífico cuadro de Pontormo en donde la composición se ha vuelto centrífuga.

Desde el Juicio Universal de Miguel Ángel, se ha eliminado el primer motor (Cristo) para sólo dejar un espacio vacío en su centro, un vórtice rodeado de manos que aspira la mirada para luego hacerla girar, sin espacio real en un suelo (una caja espacial) demasiado inclinado en donde apenas si se pueden posar los pies, elevado sobre las propias figuras que se apilan para llegar a tocar la nube superior (En realidad son estas figuras las que crean el espacio en vez de incluirse en él, como era habitual en el Renacimiento, rompiendo la cuarta pared (Borrás) que separaba espectador y cuadro y volcando las figuras no hacia el interior sino hacia el propio espectador, como ocurre en el Expolio del Greco).























Es un cuadro en donde los colores se han independizado de la realidad, volviéndose metalizados, ácidos y tornasolados, como ya viéramos en otra ocasión con el Greco.























La luz en ellos crea extraños efectos (lunares han dicho algunos) mientras las figuras se contorsionan en formas serpentinatas (como ya le había enseñado Miguel Ángel), profundamente inestables, apoyadas unas en otras en un equilibrio de un solo instante (también miguelangelesco)

Quedaba así plenamente sancionada la pintura extremadamente intelectual que seguiría Bronzino, Parmigianino, la segunda escuela de Fontainebleau, los retratos de Sánchez Coello o Pantoja de la Cruz en la corte filipina.
Un arte de pura idea, como fue el de Palladio, frío hasta lo irracional como fue el escorial de Juan de Herrara, una pura joya, pues así fueron algunas obras de Giambolonia.