jueves, 31 de octubre de 2019

LE CORBUSIER. UNIDAD DE HABITACIÓN. MARSELLA





Le Corbusier fue el Picasso de la arquitectura y esta Unité una de sus obras más complejas y ricas de significados, en donde podemos ver gran parte de sus dos grandes periodos artísticos, así como sus ideas sobre el urbanismo y la ciudad
Encargada por el gobierno francés como viviendas sociales tras las destrucciones de la II Guerra Mundial, Le Corbusier intenta crear en ella una verdadera ciudad autosuficiente (un lejano eco de las famosas ciudades jardín decimonónicas de Howard pero también de los falansterios de Fourier), que concentrara en vertical la población para poder planificar el espacio circundante para grandes vías de circulación y zonas verdes, segregando las funciones urbanas para dar más importancia tanto a la movilidad como a la luz natural para las zonas de residencia.




El edificio proyectado para 1,600 habitantes 58 apartamentos en dúplex, con galerías comerciales en sus corredores interiores
"Si se hacen conjuntos de 350 casitas situadas en jardines, no se logrará la síntesis y el sincronismo de las tareas cotidianas. Pero si se reúnen 350 casas, unas sobre otras, de cierto modo inteligente y organizado, se quiebran las distancias, se las anula." 
"Así, se pueden realizar funciones que se ejecutan sin interrupción en la vida cotidiana. Primero, las compras se hacen en una cooperativa ubicada en el centro del edificio. En tanto, la unidad de habitación agrupada permite tener sol para cada vivienda; espacio, algo que todos buscan lejos, y pone la vegetación al alcance de todos, alrededor de la casa."



En cuanto a la pura construcción es un perfecto ejemplo de sus famosos cinco puntos de la nueva arquitectura (1926)
El edificio se apoya en gigantescos pilotis que eliminan las humedades y dan un espacio interno utilizable para numerosos usos.





La estructura de hormigón de grandes pilares permite tanto la planta libre (que puede ser distinta en cada planta) y la fachada-cortina, con tantas ventanas como se quiera, pues tanto los muros interiores como exteriores no son sustentantes (Lo puedes ver explicados en el artículo dedicado a la Escuela de Chicago
Las ventanas apaisadas y corridas proveen una máxima luminosidad, reservando la intimidad.



La terraza-jardín. Los nuevos sistemas de cubrición permiten prescindir de los tejados clásicos para crear una terraza plana verdaderamente ejemplar, que incluía una piscina una pista del atletismo de 300 metros, un gimnasio cubierto, un club, enfermería, guardería y espacio social.






A todo esto se añade la utilización del hormigón armado en crudo, sin tratamiento ni pintura
Sin embargo, la Unité va algo más allá del puro funcionalismo de la primera época de Le Corbusier, y ya está anunciando lo que será su obra madura.
Por una parte es sumamente interesante el propio uso del material, que como ya dijimos no se encubre ni pinta. Sus colores grisáceos, sus texturas, su pasividad dan una fuerte expresión a la obra (más allá de lo puramente utilitario) y anuncian lo que el propio Le Corbusier denominará como brutalismo.
De la misma manera tanto la colocación de vanos (que supera la regularización seriada), como sus profundos balcones que juegan con el sol y la sombra (antecedente de los futuros brise-soleil),




Y sobre todo alguna de las estructuras de su terraza que la convierte en un verdadero paseo arquitectónico, juegan con formas masivas, elípticas, curvilíneas y en revolución que hacen recordar mucho a Gaudí y su famosa Pedrera.



Es el triunfo del sentimiento y la forma sobre la estricta utilidad y raciocinio que abrirá las puertas al neoexpresionismo posterior de Notre Dame de Rochard o Chardigart



En resumen: una verdadera máquina para vivir en donde se une el maquinismo (su silueta se inspira en un gran barco), la modernidad de sus materiales pero sin descuidar el aspecto humano en todas sus facetas, incluso en sus propias dimensiones, basadas en su famoso modulor (un sistema de medidas casi renacentista, pues se basa en el número aúreo, para la modernidad)

 

Sus imitaciones han sido incontables en las grandes ciudades, aunque muy a menudo superficiales, como estas que podéis ver del barrio de la Concepción en Madrid, verdadero ejemplo de antiurbanismo que habría escandalizado a Le Corbusier
 
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Para saber más os recomiendo este vídeo



miércoles, 30 de octubre de 2019

AQUELLAS PRADERAS AZULES. Le llamábamos Juani

DALE AL PLAY Y DESCUBRE DOS MIRADAS SOBRE UNA PERSONA


Aunque se llamaba Juan todos le llamamos Juani, no sé muy bien por qué. 

Era alto y guapo y solo muchos años después supimos que era gay, aunque entonces ni siquiera él lo sabía e iba de flor en flor para envidia los demás. 

Pero no es esta la historia que quiero contar (al menos por el momento), sino su amor por Queen que ponía toda pastilla en un cassette en uno de los laterales de la banda izquierda. 

Pues Juani jugaba al fútbol como los ángeles e incluso algún tiempo estuvo en los juveniles en el Real Madrid aunque luego lo dejara, no sabemos tampoco muy bien por qué

Quién lo iba a decir, él que parecía un modelo, con sus gestos lánguidos y media melena que volvió locas a las chicas el primer día que apareció por el campo y nos preguntó suavemente:

-¿Puedo jugar con vosotros? 
Y menos mal que el puesto de portero estaba ya cubierto pues era el lugar habitual del que llegaba nuevo, y alguien le dijo, tal vez Carlos:
-Nos falta un defensa. 
Y desde entonces no llegó balón alguno a nuestra portería, pues todos los atajaba él sin el más mínimo esfuerzo.

Parecía cosa de magia. 
Estaba en el lugar preciso como si alguien se lo hubiera dicho de antemano y con un simple movimiento robaba el balón con una cotidianidad que tenía algo de milagro de todos los días. 
Mimaba entonces la pelota, alzaba su cabeza y sin esfuerzo alguno la colocaba a los pies de Montoya, nuestro delantero de mayor voluntad que mérito. 
Ocurrió así una otra vez hasta que sacó sus walman, se puso los cascos y en la siguiente jugada no lanzó largo sino que avanzó por medio del campo sorteando a un jugador tras otro, sin esfuerzo, como si en realidad estuviera bailando, y al llegar a la portería contraria, amagar hacia la derecha y empujar la pelota hacia la izquierda, como un blando algodón sin peso. 

A partir de aquel momento los milagros se multiplicaron día tras día en aquellos descampados en los que jugábamos poniendo dos piedras como portería y encima las chaquetas o las mismas carteras si es que acabábamos de salir del cole. 
El campo solía estar lleno de hoyos que en invierno se convertían en charcos, pero Juani también los regateaba a ellos, aunque estuviera rodeado de chicos. 
En él todo parecía lo más normal del mundo, y mientras nosotros nos esforzabamos en un simple regate, el jugaba como si sólo estuviera respirando.
Con vaqueros, con zapatillas o con zapatos, daba lo mismo. Juani siempre jugaba como si estuviera bailando. Bailando con el balón que tocaba muy suavemente, casi como una caricia, para de pronto salir disparado a una velocidad terrible para plantarse ante el portero y batirle, mientras escuchaba a Queen
Era capaz incluso de jugar al ritmo de la música y atacar como una batería pasando medio campo regateando mientras en la banda sonaba don't stop me now y, en la última estrofa, acribillar al portero rival con un tiro raso, junto a la piedra que lo delimitada.

Lo hacia todo perfecto, sin humillar a nadie, saltando por encima de las piernas que le lanzaban como si fueran guadañas, aéreo, distinto a nosotros que seguíamos a ras del suelo mientras él se elevaba y cabeceaba un pase imposible de Montoya, parado en el aire como un ángel sin alas. 
Era tal su manera de jugar que muchas veces nos quedábamos parados, tan sólo mirándole, y él tenía que terminar la jugada solo ante la impotencia de todo el equipo contrario que, cuando nos apuntamos a la liga del barrio, ya casi se daba por derrotado casi en el mismo momento en el que él colocaba el cassette en la banda. 
Fue así como conseguimos ser campeones durante dos años consecutivos. Nos llamábamos el Colmos, pues cuando Carlos fue a apuntarnos en la junta de distrito confundieron la ese por una ele y nos quedamos con ese nombre ridículo y unas camisetas amarillo canario que habíamos conseguido con la publicidad de una ferretería. 
Qué tiempos tan magníficos fueron aquellos, cuando un equipo de amiguetes tan mediocre se codeó con los mejores por obra y gracia de Juani que un día desapareció como había venido y sólo muchísimos años después nos lo encontramos en uno de los primeros orgullos de Chueca a finales de los ochenta cuando ser gay era, todavía, algo distinto, pues todos éramos muy comprensivos y tolerantes siempre y cuando... 
Pues todos teníamos un supuesto conocido gay
(... pero todavía Arevalo seguía con sus chistes de mariquitas) 
Y cada uno podía ser lo que quisiera ser
(... aunque, un amigo...)
Y en la televisión aparecían con desparpajo
(... Pero así, tan cerca...)
Y ya se podía vestir de rosa
(... pero no escuchar a los Pecos)

Tardaríamos mucho hasta llegar a la normalidad (¿de verdad que ya se ha conseguido?), y aún hoy, modernos y tolerantes, todavía  preferimos recordarlo con un balón en los pies, escuchando a Queen a toda pastilla, y solo entonces nos sonreímos, apenados de nosotros mismos y nuestros dobleces.
- ¿Os habéis dado cuenta?
- Sí - contestamos con una sonrisa de tapar vergüenzas, y recordamos cómo nos indignábamos cuando nuestros mayores criticaban a ese Fredy Mercury sin camiseta haciendo el mariquita
Precisamente aquel homosexual que llenó nuestra adolescencia de pura épica, igual que Juani al que no nos atrevimos a saludar en aquel Orgullo, no sabemos si más avergonzados como inquietos.

martes, 29 de octubre de 2019

VERONÉS. ADORACIÓN DE LOS MAGOS. La explosión del color


Dentro de este carácter laico, cortesano, profundamente humano (del que ya hablamos aquí) de Veronés, el color juega una importancia crucial, convirtiendo un tema como la epifanía en una verdadera lujuria cromática en la que beberán futuros pintores, desde los azules y rojos del Greco a los sutiles grises perlas o los rosados del último Velázquez.

Y es que, aún más que el propio Tiziano, Veronés será el pintor más dotado para el color de toda la escuela veneciana, no sólo por los propios colores en sí (que pueden pasar de la opulencia a la sutilidad más exquisita), sino por la propia valentía a la hora de compaginarlos en una sola obra, como esta Adoración de los Magos de Santa Corona de Vicenza.

Disfrutar de ellos, pues son un verdadero festín para la vista














































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                         FOTOGALERÍA ENLAZADA

lunes, 28 de octubre de 2019

GERAD DAVID. CRUCIFIXIÓN


Considerado obra de juventud del pintor claramente emparentada con Memling  y relacionado con van der Weyden , especialmente en el interés dramático por las expresiones (faciales y corporales) de los personajes.


























Junto a ello volvemos a encontrar una de sus grandes marcas de estilo: la inclusión de un paisaje en sus cuadros con tal intensidad que termina por convertirse en un personaje más de ellos.

























Frente a las ventanas abiertas de Eyck o los paisajes subordinados al tema de Weyden, en esta segunda generación (igual que ocurrirá con Memling) lo paisajístico se expande, y con él sus vistas de ciudades (el verdadero orgullo de la burguesía que le encargaba obras)
Con ellos se abre una fecunda puerta, llena de luz cristalina, que culminará en Patinir


domingo, 27 de octubre de 2019

EL DUOMO DE SAN RUFFINO. ASÍS.


En la zona alta de la ciudad se encuentra el duomo dedicado al patrón de la ciudad, una estructura reedificada una y otra vez a lo largo del tiempo.
Se encontraba sobre un foro romano, manteniendo en su interior restos de las antiguas termas romanas.
Tras una primera construcción del VIII de la que apenas quedan restos, Ugo la reestructurará completamente en el primer tercio del siglo XI.
De esta etapa nos resta actual cripta y una parte de los que sería el claustro de la edificación.



En la segunda mitad del XII, Giovanni de Gubbio volvió a transformarla radicalmente.

Sus dos piezas fundamentales serán la torre románica al modo lombardo evolucionado y la fachada.

Construida al modo del lombardo maduro (ad triangulum), como podemos ver modelos en Pavía, tiene dos grandes pisos cerrados por un singular frontón con arco ciego inscrito.
En la zona baja se encuentran tres portales de magnífica escultura.

En la zona central, Pantocrator. En la izquierda, Virgen Galactotrofusa





Leones afrontados en torno a una columna, una imagen de antigua tradición(desde el mundo micénico). En la parte inferior Cordero Apocalíptico

En la superior un conjunto extraordinario de rosetones, con el central sostenido por tres particulares atlantes




Relacionados con este momento encontramos en la zona baja algunas pinturas románicas.

Dextera Dei




























Visitación. Siglo XIII


OTRAS OBRAS DE INTERÉS













Sarcófago de San Ruffino (siglo III)
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sábado, 26 de octubre de 2019

Anima Mundi. Amanecer final


Veo amanecer tras las hojas del abeto y un velo rosado se levanta por encima de la niebla

La plaza sola, los bancos vacíos y un avión cruza el cielo con destino infinito

Los coches andan aún con los faros encendidos aunque el cielo haya perdido su azul profundo y comience a estar pálido


Mientras un perro sin dueño mira a un gato que le vigila, las palabras ya son no , saben nada y siguen encendidas pero mudas, mientras que en el oriente el cielo se incendia

Bajo un velo de frío el paseante observa todo un minuto antes de que suceda lo irremediable, pues las estirpes condenadas a cien años de soledad no tienen una segunda oportunidad sobre la tierra, y mete la mano en el bolsillo y encuentra el tacto frío del metal.

Lo demás ya es inútil contarlo.




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                                               ÁNIMA MUNDI

jueves, 24 de octubre de 2019

YVES KLEIN. ANTROPOMETRÍAS


Antes de empezar deberíais ver este vídeo, pues empezaríais a comprender.

Klein se convierte en un gran director de escena que pinta "con pinceles vivientes", mujeres desnudas embadurnadas en un IKB que se se plasman contra el lienzo, el que comienza el artículo mientras de fondo suena su Sinfonía monótona.
El hecho artístico es este, el lienzo tan sólo un recuerdo de toda la energía (perfectamente coreografiada). Es el acontecimiento en donde la mujer (siempre portadora de energía) se une a lo intelectual (color azul) para crear recuerdos, trazos de lo que una vez fue.
Un perfecto happening (que tan de moda se pusieron en los 60) en donde sueden cosas, se crean sensaciones, buscando una espiritualidad perdida para el hombre occidental, demasiado atado a las cosas.
Algo casi prehistórico que recuerdan a las diosas de la fecundidad, a la idea de los campos de energía, a la vuelta a un Edén perdido que sólo la sensibilidad (más que los actos físicos) puede recuperar, a un proceso, a un ritual.
Muchas sugestiones que el autor nunca quiso cerrar por completo, consciente de que él sólo era una parte del proceso que debían de completar los observadores-nuevos artistas


YVES KLEIN. ÍNDICES


miércoles, 23 de octubre de 2019

AQUELLAS PRADERAS AZULES. Solsona cuántico

DALE AL PLAY Y ENTRA EN LOS MUNDOS IMAGINARIOS DE LA CUÁNTICA
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De todos nosotros, el único que se fue a Ciencias fue Solsona, aunque realmente no lo hizo.
Primero pensó en Química, y realmente terminó la carrera, aunque muy pronto comprendió que lo que verdaderamente la fascinaba era una física extraña y poética que otros llamaban cuántica, y esa terminó por ser su vocación más intensa, pues motivos tenía.
- Yo soy un ser profundamente contradictorio y en parte posmoderno. Cuando pusieron Madrid Central lo puse a parir y ahora que lo intentan quitar, ya lo empiezo a echar de menos - decía en los últimos tiempos, y con esto ya dejaba claro cuán cercano se encontraba al mundo sin reglas del gato que está en la caja pero no está o, tal vez, quizás, no lo sepamos nunca, pues acaso esté muerto.

Había además otra cosa que le acercaban al bolsón de Higgs y sus amigos: su profunda poética que les llevaba a rozar la mística.
En este mundo subatómico las leyes del sentido común se habían abolido para que dos fotones se convirtieran en espejos y actuasen de una misma manera a años luz de distancia, como si fueran dos gemelos malcriados que nunca están donde debieran y juegan con el espectador, disfrazándose de él y sus expectativas.
- Un mundo regido por las ecuaciones de Strauss y de San Juan de la Cruz, -decía a veces Solsona.
Verbigracia:

Entréme donde no supe, X y quedéme no sabiendo, + toda sciencia trascendiendo Yo no supe dónde entraba, - pero cuando allí me vi.

Algoritmos que habían abandonado a al-Khwarizmi como un amante poco dotado y profundamente aburrido en la cama para vivir las aventuras y el riesgo sin fin de Ibn Arabí.
Los signos de tu existencia,

no por tu contemplación

a ti se te han de mostrar

sino en tu aniquilación.



- Un Greco desquiciado en un acelerador de partículas - solía decir Lucas - Duchamp irónico. Un Rothko en plena agitación. Eso parece esta física.

- Sí, una ciencia para gente de letras, toda llena de poesía, a veces amorosa, otras un poco Dadá, pero siempre música - le decía él, pues esta era la clave última de su admiración por esta disciplina que no se enfrentaba a Cien Años de Soledad de García Márquez sino que la completaba e iluminaba, jugando el juego infinitamente simple en su complejidad de la Casa verde de Vargas Llosa,.
- Es eso, Ciprián.

Una ciencia soñadora y poética como el carnaval acuático que una vez imaginara Saint-Saëns, tan incomprensible como cierta que había dinamitado las categorías mentales de Newton en las que todavía vivimos los simples mortales a los que una y otra vez nos dan manzanazos en la cabeza, sin querer comprender que la ciencia está a punto de convertirse en metáforas oscuras, tan claramente irracionales como un cuento de Cortázar superpoblado de Cronopios y de Famas (cuánto lamento que los investigadores no las bautizaran así. Eran demasiado científicos, supongo) que empujan hacia delante mientras se mueven en sentido contrario.


- Vivo sin vivir en mí - ironizaba yo.
- Efectivamente, Luis. Eso es. ¡¡¡¡La gallina!!! - me decía.

Y la frase que tanto había oído de sus labios terminó por replicarse tiempo después en otros labios tan idénticamente diferentes (pues yo también puedo ser cuántico, Solsona, realmente soy- ahora lo sé - una confederación de almas heterónimas en incansables y paradójicos movimientos espasmódicos).
Lo hizo ante la catarata de fotones de una gran vela en medio de la penumbra, muy lejos de todo, cuando tras el amor (¡atentos a la indeterminación!) Sabrina intentaba explicarme un complejo concepto matemático que nos explicaba a nosotros mismos, electrones en constante atracción-repulsión, funciones complejas de movimiento matemáticamente erráticos.
- Vamos, que vivimos sin vivir en nosotros mismos.
 Efectivamente, Luis. Eso es. ¡¡¡¡La gallina!!! - me dijo para cerrar su monólogo, y yo (tal vez) comencé a no comprender comprendiendo, como si de pronto me volviera a encontrar , transformada, a la Fuerza interestelar, mientras rozaba su piel de gasas claras y pensaba que yo era, entre otras cosas, vosotros dos, universos paralelos que pese a la curvatura del espacio-tiempo sólo se tocaban en un punto que era yo mismo



¡Parece mentira que nunca llegarais a conoceros más que por una sola llamada por teléfono! 





martes, 22 de octubre de 2019

SAN VICENTE DE FORA. LISBOA



























Bajo los planos generales del convento agostino realizados por Juan de Herrera,  Filippo Terzi realizó a finales del XVI y principios del XVII la iglesia que pasa por ser uno de los mejores ejemplos de manierismo portugués.


























Su gran fachada telón adornada con esculturas y flanqueada por dos torres se muestra masiva en sus elementos (muchos de ellos de origen miguelangelesco, como la duplicación de pilastras de orden gigante y los nichos con frontones alternados), utilizando su posición dominante para imponerse al espectador que queda sobrepasado por ella.


























Al interior (y aunque se mantengan las proporciones colosales) la iglesia vuelve a unos ritmos más calmados que se basan en la planta del Gesú (gran nave central cubierta por cañón casetonado y capillas laterales intercomunicadas, y crucero corto).


























En el crucero se instala una curiosa pseudocúpula que, arrancando sobre pechinas y un corto tambor, crea una bóveda de paños.


























En el presbiterio (muy profundo) se instalaría el baldaquino barroco de Machado de Castro


























En él ingresará en la orden el futuro San Antonio de Padua