martes, 12 de septiembre de 2023

JUAN MUÑOZ, EL BARROCO POSMODERNO QUE HACE DEL ESPECTADOR UNA NUEVA OBRA DE ARTE

 SDELBIOMBO - - DESDE LOS 80 A HOY. POSTMODERNIDAD

Tomado de http://misiglo.wordpress.com/2009/04/21/sentidos-de-juan-munoz

 Juan Muñoz, como buen barroco, le fascinaban los espejos que multiplican la realidad; le gustaban los suelos de baldosas que crean trampantojos a la mirada, figuras que hablan y se relacionan.













Como artista Barroco amaba el enigma que tienen las Meninas de Velázquez en donde la realidad y la pintura se confunden; amaba que el espectador se integrara en sus obras, se paseara entre ellas 

Me gustaría que el espectador pudiera entrar en la obra de arte como un actor entra en su propia escena... Me gustaría que quien acude a una exposición, ya sea en un museo o en una galería, se comportara como lo haría un actor, un actor inmóvil. 


 Y es que Juan Muñoz vivía para engañarnos con las apariencias, para decirnos que lo más importante es el espacio o el movimiento. Como buen artista barroco disfrutaba tanto haciendo sus figuras como ideando las escenografías que las iban a envolver, y gustaba de los enanos, de la música, del gesto y la luz expresiva y sus grandes sombras provocadas, como un nuevo Caravaggio


 
Decenas de veces, mientras vemos sus obras, podemos recordar a Velázquez, a Bernini escultor, a Borromini, Rembrandt incluso. Su obra está tan llena de ellos que no le falta ni siquiera la música que debieron acompañarlas en su momento.


Pero Juan Muñoz es algo más que un artista barroco, le sobra cinismo y la faltan certezas para serlo. Es un artista posmoderno que encaja tan fácilmente en nuestro tiempo que es lógico las masas de gente que han invadido el reina Sofía.













Él ya no tiene un rey ni una iglesia que defender (como haría Bernini o Velázquez), ni siquiera una burguesía a la que alabar (como hacía Rembrandt).

Él vive en un tiempo en el que ha dejado de haber tiempo. Un tiempo cíclico y sin grandes discursos, un mundo plural, acaso quisiéramos que multicultural en donde los chinos se mezclan con los enanos y los dibujos animados, las bailarinas sin pies con los desastres ferroviarios. 


 Un mundo sin Dios, asesinado por Nietzsche y finiquitado por la propia Iglesia. Un mundo en donde todo cambia pues la vida se ha vuelto líquida y se adapta a cada nuevo vaso que pretendemos llenar.

 

Pieza de conversación

Tomado de http://www.elmundo.es/albumes/2009/04/21/exposicion_juan_munoz_reina_sofia/index_1.html

 

nada permanece, nada es real del todo, el mundo se ha vuelto un simulacro, como las Vegas y sus hoteles que remedan los canales venecianos.

Por eso todo nos sorprende, porque nos intenta engañar y luego, como un buen y disciplinado agnóstico, nos enseña los trucos del engaño. Las esculturas parecen hombres pero no lo son, para que paseemos entre ellas sabiendo que se parecen a nosotros mismos pero son mentira.

Es tal la brutalidad de sus esculturas que éstas hablan y mueven los labios para luego… no decir nada, o contárselo sólo a una pared. ¿Acaso porque no hay ya nada que decir, sólo murmullos, como una televisión encendida para nadie? 


 

Y todo parece realista, pero no lo es. Los ojos están pellizcados en su resina para que, cuando nos acerquemos nos encontremos con una realidad muy distinta a la que nos parecía, igual que a menudo realiza Barceló

 Y es que, como ocurría en Dubufet, las obras de Juan Muñoz tienen algo de risa y algo de miedo. Nos sorprende y nos divierte, primero, para provocarnos un escalofrío después. Sus obras se dejan mirar fácilmente, pero se olvidan con mucha dificultad, pues en el fondo todo nos recuerda la triste condición humana, su desvalimiento, lo poco que somos frente a lo mucho que nos creemos

 
 Y si todo lo dicho ya sería bastante, no es suficiente para la obra de Juan Muñoz. Pues falta el público, quizás mucho más importante que su obra. Como ya hiciera Duchamp con su famosa fuente su arte queda incompleto sin un espectador que lo mire y lo sienta. 


Para eso sus figuras no son sólo figuras, sino piezas en un espacio. Las obras no se cierran en sí mismas sino que se abren a las salas y las transforman sólo para que el espectador pueda entrar en el juego y andar entre ellas, pararse, darse la vuelta, sentirse incómodo entre chinos sonrientes ,  un verdadero dios ante otras diminutas o formar parte de ellas convirtiéndose en una sombra junto a la sombra proyectada.

 

Lo vi en Bolonia

 

Quizás sería muy interesante, acaso más interesante que ver las propias obras, fijarnos en dos cuestiones: cómo modifican el espacio circundante haciéndonos visible nuevas formas de percibirlo y qué curiosas relaciones establece con el espectador al que obliga a convertirse en un verdadero mirón, como hacía el Picasso último, haciéndole entrar en la intimidad de los grupos que hablan entre sí, obligándole a agacharse para contemplar un rostro que luego no podrá ver, reflejándose en los espejos mientras gira en torno a una obra, escuchando la pared por si acaso hay algo que oír tras ella… Un verdadero espectáculo, sobre todo el de los niños que aún no conocen la vergüenza y se dejan arrastrar por las sugestiones de esta obra rica, múltiple, divertida y terrible (la más joven colaboradora de nuestro blog, Aurora, que desde su sensibilidad increíble (jamás he visto a un niño ver las obras de arte con esa facilidad, sacar el mensaje oculto en ellas como si estuviera escrito en letras fosforescentes), nos cuenta sus experiencias)

Yo, por el momento, pongo un enlace con 

 Si queréis ver más, aquí tenéis vídeos interesantes

http://www.youtube.com/watch?v=SOXCBkODfeg&feature=related (Un niño viendo la exposición)

http://www.youtube.com/watch?v=hkUuylN9tF0&feature=related (Las esculturas que respiran)

http://www.youtube.com/watch?v=Qlw-6WuKCUM&eurl=http%3A%2F%2Fblogs%2Elarioja%2Ecom%2Fnoesundiacualquiera%2Fcategory%2Farticulos&feature=player_embedded (general)

 

Para leer más cosas sobre Juan Muñoz

http://delianegro.wordpress.com/2008/11/16/many-times-juan-munoz-y-la-escultura-del-murmullo-y-el-silencio-espanol-1954-2001

http://www.elpais.com/todo-sobre/persona/Juan/Munoz/2255



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