Aunque como veremos en un próximo post la judería en tiempos islámicos se debió situar en otro lugar, a partir de la conquista cristiana de la ciudad por Fernando III ésta (como ocurriría en Córdoba o Sevilla) se trasladó a las cercanías de antiguo Alcázar islámico (en la actualidad desaparecido y del que nos resta aún la advocación de una iglesia). Entre éste y la muralla
El conjunto aún respira un aire completamente distinto a la renacentista Úbeda, con pequeñas calles de edificios blancos, perfectamente encalados.
En la zona se han recreado algunos ambientes, como la sinagoga que existió en la Plaza de los Carvajales.
Restan (originales) algunas portadas.
Algunos han vinculado la importante judería con el esplendor renacentista creado en torno a la figura de Francisco de Cobos. Un ambiente de alta cultura que muy pronto entroncaría con la mística de San Juan de la Cruz, que iría a morir en esta ciudad.
Sin embargo, el tesoro de la judería es sumamente reciente (no tiene más de tres años de acceso público) y de él nos ocuparemos la próxima semana.
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