Las fíbulas son broches habituales en toda la Edad Antigua. Con los botones aún no inventados, el manto se colocaba de distintas maneras, sujetándose a través de fíbulas (nuestros imperdibles y broches) y cinturones (para los que eran habituales las hebillas).
Estos elementos eran considerados de prestigio (sobre todo ahora que las telas se han perdido) y, además de utilizados en vida, se utilizaban en el ajuar funerario.
Entre las fíbulas, las más habituales eran las de arco (con la parte exterior en forma convexa, realizadas en bronce y con multitud de motivos, desde las formas geométricas a otras animalísticas, en ocasiones relacionadas con cultos religiosos. Su relación con modelos tolosanos (recuérdese que esta es la primera capital visigoda), aunque los modelos derivan de formas bajo imperiales
Sin embargo, muchos más escasas y exclusivas, existía otra modalidad, llamadas aquiliformes (en forma de águila).
Es posible que estos modelos fueran importados directamente o elaborados por orfebres extranjeros, en ambos casos vinculadas con el mundo ostrogodo italiano (famosas son sus águilas de granates)
Broches aquiliformes tolosanos. Siglo VI. Museo Cluny
La parte exterior se recortaba en forma de águila y adornada por gemas, piedras engastadas o pasta vítrea.
Para su creación se utilizaban varios sistemas. Para piedras se utilizaban las celdillas de metal para adaptarlas a la piedra por medio del calor o por medio de cabujones (pequeñas pestañas superiores que se engastan en la piedra).
En cuanto a la pasta vítrea se distribuía por medio de la técnica cloisone, con distintos esmaltes entre tabiques de metal que luego eran cocidos (una técnica probablemente bizantina).
Estas águilasel origen de esta forma está en la Europa oriental, donde el águila se representa de frente, pero ya los ostrogodos simplificaron el modelo y llenaron toda la superficie de celdillas que contienen granates. Según Olaguer-Feliu “(...) Odín, en la mitología de los pueblos bárbaros, representaba el espíritu del mundo que todo lo invade y que engendra con su acción la vida universal. Se le representaba como un anciano tocado con un gran sombrero de alas anchas (representación de la bóveda del cielo), vestido con un manto rayado de diferentes colores (simbolismo de la atmósfera) y armado con una lanza (idea de la fuerza y el vigor). Dos águilas descansaban sobre sus hombros: Huqui (la reflexión) y Munin (la memoria), ambas aves murmuraban en sus oídos cuanto veían y comprendían sobre los hombres.... Así pues, estas fíbulas aquiliformes, emparejadas en los dos extremos del manto, tenían su origen en Huqui y Munin, los consejeros y espias de Odín; (...)”.
De la misma forma las hebillas de los cinturones se decoran de forma polícroma, imitando su gran referencia cultural (Bizancio), aunque con una suntuosidad más aparente que real, pues la ley de los metales preciosos eran bajas y las joyas en muchas ocasiones sustituidas por la pasta vítrea, como ya hemos visto
Gracias por haber hecho eso , me ayudó mucho (:
ResponderEliminarGenial el artículo. ¿Dónde están expuestas las hebillas de la segunda foto? Si siguen claro está.
ResponderEliminarUn saludo.