Según
Alberti, la belleza de la forma humana refleja la belleza de Dios, aunque desde
luego debe su concepción en parte a Platón
Si
la baja edad Media había sido profundamente aristotélica (desde las
relecturas que había realizado Santo Tomás de Aquino de la obra de Averroes,
creando con ello toda la corriente escolástica que seguirá desarrollándose en
el Renacimiento en la figura de Pietro Pompornazzi), el
Renacimiento redescubrirá a Platón que había sido relegado a un segundo
plano y sólo era conocido desde la mística medieval (también de origen musulmán,
el sufismo).
Especialmente
en Florencia, dentro del marco de la Academia fundada por Lorenzo de Medici,
serán Marsilio Ficino, Poliziano y Pico della
Mirandola los que emprenderán la
tarea de conciliar a Platón con el cristianismo a través del neoplatonismo (En este artículo explicamos la principal vía de penetración del neoplatonismo desde el Imperio Bizantino al mismo centro de Italia a través de Pletón)
La Primavera de Botticelli, con múltiples significados desde el neoplatonismo, como vimos aquí
De esta forma el Ser por excelencia es Dios y todos los demás seres provienen
de él, son criaturas de Dios vestidas con formas sensibles y corruptibles, es
decir, transitorias. En este contexto el hombre es a la vez alma inmortal,
reflejo de Dios, pero también materia. Por medio de su razón y libertad puede
desvestirse de sus vestiduras y llegar al mundo de las ideas (lo divino) por
los caminos del conocimiento.
La poesía y, especialmente, el arte se convierten en este sentido en
vías hacia un plano superior de comprensión y de existencia, al que
diversos humanistas, incluido Ficino, intentan acceder a través de la magia y
la astrología. Hay por tanto una refundación
del antropocentrismo cristiano, la importancia de la razón y la libertad.

San Juan Bautista. Leonardo da Vinci
Toda esta concepción
filosófica (que unida a las teorías pitagóricas y el desarrollo de la
proporción a través de la geometría) será el sustento a la búsqueda de la armonía,
la belleza (pues lo bello es en esencia bueno, al ser más cercano a la
perfección) y el idealismo que ya se cultivaban en el arte, siendo
acaso sus resultados más depurados las obras de Botticelli o las
primeras de Miguel Ángel (Piedad del Vaticano), que buscan el verdadera alma de
las cosas más allá de su pura apariencia, partiendo así desde la idea a la
realización, tal y como explicaba Miguel Ángel cuando decía que sólo le
hacía falta quitar el mármol que envolvía a la escultura que ya estaba dentro
del mármol (de su imaginación).

Bajo estos presupuestos (con una importancia radical de la belleza que excede lo estético para transmitirse a lo moral, como ya hemos visto) se cambia el concepto de relación con la Naturaleza.
Si el aristotelismo pretendía descubrir la obra divina en lo natural, en el Renacimiento se introducirá el citado concepto de Idea.
Ya existe en lo más profundo del hombre una IDEA sobre lo bello y la misión del artista será buscarla en la Naturaleza. El texto de Alberti (sobre Zeius, el famoso pintor griego) es muy claro al respecto:
No emprendió su obra confiando imperiosamente en su propio talento (...), sino que, convencido de que todo aquello que le era necesario para plasmar la belleza no sólo no podía encontrarlo intuitivamente, sino que ni en la naturaleza podría descubrirlo en un sólo cuerpo, escogió de entre todas las jóvenes de la ciudad a cinco muchachas especialmente hermosas, para poder representar en su pintura los rasgos de belleza femenina que en cada una de ellas eran más dignos de admiración. Actuó con sabiduría.
Hombre de Vitrubio. Leonardo
El artista, por tanto, su mente reflexiva, debe buscar y encontrar en el natural lo más bello para, a través de las reglas de proporción y adecuación, acercarse a la idea
La Naturaleza se convierte así en un catálogo en donde revisar y encontrar lo que el alma ya había visto en sus ensueños, y se investigará profundamente en ella pero de manera condicionada a la Idea primigenia.

Leonardo. Santa Ana, la Virgen y el Niño
.
Esto es especialmente visible si comparamos a los Primitivos Flamencos con el Quattrocento, coincidentes en el tiempo pero profundamente distanciados en su ideología.
Los primeros, profundamente aristotélicos, parten de los sentidos para conocer el mundo y sus cuadros se convierten en verdaderos compendios de las mil formas visibles. Actúan así por acumulación, multiplicando hasta casi el infinito las posibilidades del ser (Basta un sólo vistazo al famoso Jardín de las Delicias del Bosco para darse cuenta de esto)
Por el contrario, los italianos operan de forman contraria: de la idea a la realidad, ajustando esta última al Concepto. Son obras de Unidad en donde la Naturaleza es sometida a una profunda síntesis para conseguir una visión organizada a través de la perspectiva y la geometría que todo lo gobierna
Todas estas ideas serán retomadas en el mundo barroco por Bellori y otros tratadistas defensores del barroco clasicista.
Los buenos pintores y escultores, imitando a aquel Primer Artesano, se forman también en la mente un ejemplo de belleza superior y, contemplándolo, modifican la naturaleza sin errar en los colores ni en las líneas
(Bellori, 1664)
CONCEPTOS BÁSICOS DEL RENACIMIENTO
me gusto, me ha servido de verdad
ResponderEliminargracias. sociales es mas facil asi!!
ResponderEliminarGracias por compartirlo. Resumido y didáctico. Recomiendo leer
ResponderEliminarDE LA VILLA ARDURA, R.: De amore. Comentario a “El Banquete de Platón. Madrid. Editorial Tecnos , S.A. 2008
Un servidor en su día también hizo unos breves apuntes sobre el neoplatonismo en Florencia. Os paso el enlace, por si interesa.
https://estudiandoloartistico.wordpress.com/2016/10/18/marsilio-ficino-en-la-villa-careggi/