Quinto
día:
DINAN y su influjo medieval es todo
uno, el encanto de esta exquisita villa, está fuera de toda duda y se puede
considerar una de las agradables sorpresas del viaje, tanto de día como de
noche. Con imponente muralla defensiva, casas enormes con preciosos entramados,
calles de lainneire (lana), cordonneerie (zapatos), etc. Castillo, Basílica de
Saint Sauveur, Iglesia de Saint Malo, plaza des Merciers, la empinada y
empedrada calle Jerzual, la
Torre del Reloj.
Abandonamos esta ciudad con cierta
nostalgia, después de recorrer sus calles limpias, floreadas y llenas de
animación, había mercado ese día, siguiendo la ruta nos dirigimos a SAINT BRIEUC, conjunto urbano en el
cual destaca la catedral de Saint Étienne, la ciudad antigua con sus viejas
casas con entramados de madera, sus vistas sobre el valle de Gouëdic.
Camino de
la costa, hacia PLOUHA, buscamos la
Chapelle Kermaría, merece la pena perderse y buscar esta
singular capilla escondida entre bosques, de estilo gótico, muy rural, donde
nos sorprenden los frescos de la nave central con la Danza Macabra, toda una sorpresa,
nos dio tiempo para acercarnos a ver los acantilados más próximos y pasear por
la noche por el animado puerto de PAIMPOL, aquí destaca la abadía casi derruida
de Beaupot.
Visita recomendada a Ile de Bréhat (isla de flores). Pasamos la
noche en una encantadora casa-granja en Lauloup y el desayuno del sexto día nos
sorprendió incluso con crepes, estas familias son amables y encantadoras.
Sexto
día:
Salida dirección a Morlaix con breve parada
en GINGAMP, por falta de tiempo, nos
vamos a perder paisajes, pueblos y
ciudades que merecen la pena y son recomendables, en la parte más occidental de
la Bretaña, Plomanac´h,
la costa de granito rosa, con sus faros, islotes y acantilados, algunas
ciudades están hermanados como Lannion con Viveiro (Lugo) ciudad pintoresca,
destaca su barrio histórico y la iglesia Brélevenez, visitar St. Pol de Léon, Ile de Batz, etc,
(otra vez será).
Dirección a BREST, nos sorprenden una serie de pueblos muy
próximos entre sí, que conservan, muestran y cuidan exquisitamente sus
parroquias, típicas de la cultural rural, de riqueza inesperada, destacan sus
Calvarios exteriores, composiciones iconográficas en piedra de los siglo XV y
XVI, donde se narran los momentos de la vida de Cristo, bajo una cruz similar a
los cruceiros gallegos. Merece la pena parar para visitarlos, están muy
próximos entre sí, destacan Saint Thégonnec, Guimiliau, Lampaul-Guimiliau,
Sizun. El recorrido continua pasando por LANDERNAU, donde destaca el puente de Rohan, el cual conserva sus
viviendas y tiendas al estilo medieval. A continuación Plougastel Daoulas nos
recibe con un magnífico calvario en piedra, seguidamente camino de la ciudad de
QUIMPER, capital religiosa, ciudad
de tamaño medio, con un conjunto urbano antiguo, la catedral gótica de Saint
Corentin, ciudad famosa por su cerámica, sugiero si es posible acercarse a
Pointe du Raz (el finisterre francés). Buscamos alojamiento dirección Concarneau
y lo encontramos en un camping con bosque con hayas, abedules, alquilamos una
mobil home, estupendo y barato.
Séptimo
día:
CONCARNEAU, conserva un interesante recinto amurallado, una
ciudadela en forma de pequeña isla, con casas de madera, flores, interesantes
vistas y mucha tienda de recuerdos.
Coche y dirección a PONT AVEN, es un pueblo interesante, el río encajonado divide en
dos la población, jalonado por multitud de molinos, transformados con mucho
gusto, flores por doquier y la evocación permanente de Gauguin, aquí se
instalaron muchos pintores del s. XIX y convirtieron el pueblo en una
referencia artística, no en vano hoy casi en cada esquina nos sorprende una
galería de arte, se puede visitar el museo y a las afueras del pueblo por una
carretera boscosa sorprende la interesante capilla de Trémalo en ella se
encuentra el cristo amarillo que inmortalizó Paul Gauguin en 1.889.
Camino
de Port Louis, merece la pena una
parada para visitar su fortaleza junto a la playa. Quimperlé, el viaje sigue por AURAY
y CARNAC, maravilloso conjunto megalítico, dólmenes alineados,
espectacular.
El
recorrido hacia VANNES, importante
ciudad con un grandioso e interesante barrio histórico con casas de colores con
entramados, ciudad que merece la pena recorrer.
El viaje se termina poco a poco
y con nostalgia por lo que hemos dejado a nuestras espaldas, nos dirigimos
hacia ROCHEFORT EN TERRE pueblo
precioso lleno de edificios históricos y lleno de flores, un broche floreado
para el final, alojamiento en un
apartamento rural.
Al
día siguiente iniciamos el regreso a España, con una breve parada en La Roche Bernard, dirección
Burdeos.
Un
viaje fantástico con aventuras fáciles de resolver, uno de nosotros hablaba
algo de francés y eso facilitó el camino. Viaje sin agobios y poca gente,
excepto en Le Mont Saint Michel, sin duda para repetir.
Imágenes y textos:
Juan Aranda Espinosa
Recorrí la Bretaña hace ahora unos diez años y pensé como tú que era un viaje para repetir.Espero hacerlo pronto.
ResponderEliminarLas fotos son magnificas
Un saludo
Gracias en nombre del autor
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