En el museo Cívico de Turín se encuentra este magnífico retrato del siempre escurridizo Antonello di Mesina.
Pocas veces en Renacimiento podemos encontrar un retrato psicológico tan intenso como ambiguo, con esa mirada que nos habla ¿de engaño?, ¿de suspicacia? ¿de suficiencia?
Con un detalle flamenco y una iluminación y volumetría italiana, su obra siempre se destaca del resto, sin dejarse atrapar por periodo o categorías
Un placer hallarte y comentarte
ResponderEliminarque bonito blog que tienes
ResponderEliminarUn saludo desde la bella Miami