Mucho y muy importante hay en esta obra, considerada menor, de Bernini.
Por una parte se encuentra la interpretación que hace el artista del mito de Medusa
En vez de plasmarnos su habitual muerte por Perseo, nos habla de su tragedia interior.
Según Hesíodo en su Teogonía, fue Poseidón se acostó con ella “en un suave prado, entre primaverales flores”, pero es posible que Bernini siguiera la idea de Ovidio que habla en su Metamorfosis de un rapto y una violación en el templo de Atenea (de la que Medusa era sacerdotisa)
Su pérdida de pureza fue castigada por Atenea que transformó sus cabellos en serpientes y su mirada que petrificaba a quienes contemplaban su rostro.
Bernini prefiere así representar más el tormento interior que hablarnos del monstruo hacia el exterior, y profundizar en el dolor que siente Medusa al ser convertida en monstruo por algo de lo que realmente no tenía culpa alguna. Toda una apuesta del hombre sobre el poder (tan irracional a veces, de los dioses) que nos hablan de una nueva postura humanista del mundo barroco.
Pero todo esto no termina aquí, y como ya advirtieron, Laven o Aven, su figura es muy semejante al retrato que realizó Bernini de Constancia Bonarelli) y, según Nava Cellini de la Verdad desvelada.
De ser cierta esta teoría quizás tuviera otra significación mucho más personal (Constancia Bonarelli, esposa de uno de sus ayudantes, fue amante del propio Bernini, pero también de su hermano Luigi. Al descubrirlo el escultor ordenó que se la atacase y se la dejase una gran cicatriz en la cara. Bernini fue multado por el Papa (y luego perdonado), Luigi huyó a Bolonia y Constancia estuvo presa en un monasterio durante cuatro meses y luego regresó con su esposo, Matteo Bonarelli).
¿Qué significaría la escultura con toda esta historia de por medio?
FOTOGALERÍA ENLAZADA DE BERNINI
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