De este cuadro existen dos versiones.
La primera (que abre el artículo) fue comprada por el banquero Guistiniani a la vez que su amigo el Cardenal del Monte compraba la partida de cartas (con la que se encuentra íntimamente relacionada) y posteriormente le pediría una copia de su Buenaventura (ahora en el Louvre).
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Segunda versión. Louvre. Wikipedia
En ellas Caravaggio está abandonando todos los restos manieristas que quedaban en su obra más temprana para decidirse por la realidad absoluta, iluminada de forma directa por una luz natural, muy pendiente de los gestos (los affetti) y las texturas para conseguir un efecto de segunda realidad que se imponga sin intermediario al espectador.
En esta nueva realidad no hay espacio para la idealización, especialmente en los tipos. Caravaggio siempre realizará el catálogo (a veces sumamente despiadado) del mundo que le rodea, en este caso los alrededores de la Piazza Navonna, un lugar lleno de mendigos, truhanes, prostitutas, chaperos..., pero también clero y nobles.
En el cuadro en concreto vemos a una gitana que va a leer la buenaventura a un joven armado, posiblemente un valiente o un jaque, como le llamaban entonces en España a estos espadachines, delincuentes, asesinos a sueldo.
Frente a todo esto, la visión tradicional nos habla de los peligros del engaño, el de la gitana.
Pero, ¿estamos seguros?
En mi última visita a Roma empecé a dudarlo. Delante suyo en el Palacio de los Conservadores comenzó a corroerme la duda. ¿De veras engaña la gitana?
¿No será el jaque el que, parapetado bajo su belleza y su aura de ganador, esté jugando con los sentimientos de la gitana?
¿Ella leerá el futuro a terminará a forma parte de él esa misma noche? ¿Será burlada, como se decía entonces, cuando la sociedad machista ponía por encima de todo la honra y la virginidad?
El juego de miradas es tan sumamente ambiguo que merece al menos una segunda mirada (curiosamente en la segunda versión todo este juego ha desaparecido, y el hombre se ha quedado a merced de la mujer).
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Es genial. Me encanta que sea el cuadro comentado, te acerca mas a el
ResponderEliminarEl muchacho parece más bien bobalicón, no creo que fuera un mercenario.
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