De amplio catálogo de plazas mayores (modelo iniciado ya en la Edad Media, según Chueca, siguiendo los modelos del foro romano), ésta es una de las más particulares y bellas.
Sumamente alargada y sin cierre completo (como serán las típicas del XVII, como la Mayor de Madrid) llama especialmente la atención sus dos lados largos que genera un híbrido entre calle porticada (como la que ya vimos en Alcalá) y plaza
Sostenidos por columnas toscanas crean un amplio pórtico. Aunque el modelo pueda parecer puramente renacentista, la zapata superior es un esquema típico de lo medieval (sobre pies derechos), combinándose así la tradición con las modernidades importadas de Italia
Sobre ellas se sitúan dos pisos con ventanas corridas, en origen posiblemente abiertas como una larga balconada para observar los festejos, y posteriormente acristaladas.
Su estructura resulta un tanto exótica (más típica de los Países Bajos) para la zona pero tiene una fácil explicación. Fue mecenada por los Fúcar, poderosa familia de banqueros alemanes (Fugger) a los que Carlos V había arrendado las minas de azogue (mercurio) de Almadén, uno de los grandes yacimientos de Europa de un metal tan escaso que son "donados" para su explotación para así condonar la deuda contraída por el emperador con dichos banqueros con motivo de su entronización como Emperador en el que, como era habitual, había que hacer fluir las oxidadas articulaciones del Sacro Imperio Germánico y sus electores a través de buenas cantidades de oro y plata (precisamente ese oro y plata que utilizan el mercurio para su amalgama).
Las curiosidades y paralelismos que tiene la historia. (Aquí tenéis un artículo sobre el almacén de los Fugger o Fúcares, también en Almagro)
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En esta plaza existe, al menos desde principio del siglo XVII una de las joyas de nuestro teatro, su famoso Coral de Comedias del que podéis saber más aquí
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