GAUDÍ Y LAS SUGESTIONES

¿Una máscara de fiesta, carnavalesca? ¿Una rana?. Casa Batló

¿El lomo de un dragón agazapado? Casa Batló

¿Huesos que florecen en sus articulaciones? Casa Batló

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Dalí siempre se sintió fascinado por la arquitectura de Gaudí, por su belleza comestible de la que sacaría su famosa estética de lo blando y putrefacto o sus imágenes dobles

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Dalí. El Gran Masturbador

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También Le Corbusier en su segunda etapa, y Ghery, y Snnabel, y Calatrava en su Cuidad de las Artes.

Incluso Lucas en sus últimas entregas de la Guerra de las Galaxias invade sus escenarios de formas Gaudí.

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Ciudad de las Artes, Valencia. Calatrava.

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Quizás una de las características más modernas (y  menos analizadas de Gaudí) son sus formas sugestivas que vamos a intentar tratar en este artículo.

Llamamos sugestiones a esas imágenes híbridas que pueblan toda su obra madura. Formas en metamorfosis que, con origen en las formas naturales (o utilizando las metamorfosis que tomarían los cambios de la naturaleza), se plasman sin terminar de definir, en un punto intermedio, lleno de indefinición formal

A la derecha del camaleón ¿goterones, cabezas caninas, formas molares?

Fachada Nacimiento. Sagrada Familia 

Este procedimiento genera en el espectador unas curiosas reacciones, pues en su mente se mezclan la imagen natural de la que procede y, también, el posible diseño que tendrían en un final imposible, creando un movimiento nada visual y sí espiritual (la sensación de que nos encontramos en una arquitectura fluida, que cambiará de un momento a otro, casi blanda, inestable, fantasmagórica)

 Las famosas chimeneas de la Pedrera (¿Los soldados imperiales de la Guerra de las Galaxias?)

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¿Qué pretendía con estas formas sugestivas Gaudí?

Evidentemente esto puede ser respondido desde varios puntos de vista.

En relación al puro movimiento modernista, la Naturaleza fue el origen de su inspiración, aunque habitualmente realizado de forma abstracta o puramente estética, sin llegar a este punto de metamorfosis

Otro aspecto a tener en cuenta es la nueva psicología de la percepción que está desarrollando la escuela alemana (especialmente Worringuer con su famoso Arte y Entropía) que comienza a estudiar la influencia de las formas en la visión y los sentimientos del espectador.

No deberíamos olvidar tampoco todo un arte contemporáneo a Gaudí como es el simbolismo. Autores como Odilon Redon están jugando con estas imágenes híbridas, Gustav Klint maneja (junto a un vocabulario figurativo), numerosas formas sugestivas, Moureau o Bocklin generan ambientes oníricos… En realidad todo un estado de ánimo postromántico que arrancaba en los prerrafaelitas ingleses para extenderse como una mancha de aceite  por toda la cultura finisecular (los versos de Baudelaire o Verlaine, la música de Wagner…) llenando de irracionalidad un mundo industrial demasiado científico, poco estético, amoral o puramente mercantil… que los surrealistas como Dalí retomarán.

Torre de ventilación. La Pedrera

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Sin embargo, Gaudí va más lejos en su intento de jugar con las imágenes (sin las alusiones sexuales tan típicas del simbolismo, acaso por su rigor religioso, pero también llenándolo todo de un ambiente festivo que, sin ser frívolo, se aleja del malditismo).

 Tal vez por ello será la Naturaleza su origen. La Naturaleza y una fantasía que (gran modernidad) se aleja de lo literario, creando así imágenes más potentes aún, más escurridizas a nuestra racionalidad, más limpias y jugables, como serán las futuras formas de Miró (también gran parte inspiradas en Gaudí)

Miró

Y es que ante ellas, el espectador puede crear su deja vu propios, como unas tridimensionales manchas de Rochard (de nuevo la psicología de la forma pero también el surrealismo y Freud, todo unido) en donde las cosas parecen pero no son, concepto plenamente posmoderno (de ahí el gran éxito de Gaudí en la actualidad) y su influencia en un Calatrava o un Ghery, como antes lo hizo en Dalí y luego recreará Tápies o, ya en la actualidad, Barceló, uno de sus grandes seguidores en este aspecto

Tápies. En forma de silla

Barceló

Torre Agbar. Nouvel. Barcelona

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