Tenía una risa cantarina que asustaba las palomas.
Una risa con destellos metálicos y sin resto alguno de malicia.
Una risa con destellos metálicos y sin resto alguno de malicia.
Era una risa mucho más joven que su apariencia que hablaba de una niña interior que aún sabía emocionarse por miles de cosas aunque no lo quisiera decir.
Siempre recordaré su risa que tenía vida propia y paseaba por las salas y los despachos como si tuviera alma, pintando de un azul tenue el aire por el que pasaba como una cuerda de salvamento de náufragos a las que tantas veces me agarré para no ser arrastrado por la vida.
Nunca se lo agradeceré lo suficiente.
Su risa cantarina, sus palabras de consuelo, todos los momentos compartidos en donde hablar de lo terrible y de lo más absurdo.
Nunca te lo agradeceré suficiente, M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar en este blog. Tus sugerencias serán siempre bienvenidas.
No olvides que si publicas un comentario estás aceptando algunas normas.
Por favor, sé respetuoso en tus palabras. Por supuesto puedes estar en desacuerdo con lo dicho en este blog, y también criticarlo, pero guardando las normas básicas de educación.
No se admite spam y contenidos publicitarios (serán eliminados)
Por el hecho de comentar aceptas nuestra política de privacidad (ver en apartado política de privacidad y aviso legal) y dando consentimiento explícito a que figuren aquí los datos con los que firmes o te registres (recuerda que puedes hacerlo con tu perfil blogger, nombre y URL o en modo anónimo; no es necesario email)
Si no quieres dar consentimiento, no comentes. Si tienes dudas, visita la política de privacidad.
Responsable de los datos: Vicente Camarasa (contacto correo en la parte superior derecha del blog)
Finalidad: moderar los comentarios.
Legitimación: consentimiento del usuario
Destinatarios: el sistema de comentarios de Blogger.
Derechos del usuario: acceder, rectificar, limitar y suprimir datos (si los hubiera)