Yo nunca fui del Correcaminos sino del Coyote, y siempre me gustó más el capitán Garfio que Peter Pan.
Al contrario que Luis, a mi el que me fascinaba era darth Vader e, incluso, siempre preferí al Barón Ashler mientras odiaba a Koji Kabuto.
Y no es que amara la maldad, no era eso, al contrario.
Lo que ocurre es que siempre fui con los perdedores pues (aunque tardé bastante en saberlo) sus más terribles comportamientos no eran otra cosa que un terrible dolor interno que les partía el alma.
Cuando lo supe perdí al fin el complejo de culpa porque
a ellos les gustaría haber sido buenos pero había algo dentro de ellos mismos que se lo impedía.
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