En el siglo XVII, Nápoles era la gran capital política del Imperio español en el Mediterráneo. Esto le condujo a ser una de las ciudades más pobladas de Europa (360.000 habitantes; sólo por detrás de París y Londres) y el mayor núcleo residencial de religiosos, incluida Roma.
En la refeudalización que se produce durante este siglo, la riqueza se multiplica pero se reparte cada vez de forma más desigual, con un núcleo reducido (Iglesia y nobleza relacionada con el Imperio español) que acumula la riqueza frente a una masa cada vez más pobre y bulliciosa cuyo símbolo terminará por ser Pulcinella, el eterno hambriento.
Esto producirá una ciudad vertical de edificios en altura sobre un trazado (en gran parte heredado de la Neápolis romana) de calles en cuadrícula muy estrechas cuyo ejemplo más relevante serían los Quarteri Spagnoli
Para las grandes edificaciones nos encontraremos con dos grandes mecenas. El primero de ellos será la administración española, siendo el Palazzo Reale (1600-02), su obra más significativa
Su realización se vincula con el gusto romano a través de Domenico Fontana que abandona Roma tras la muerte de Sixto V.
Sus fórmulas son las del barroco romano preberninesco, con paramentos lisos y uso de la recta.
De la misma forma observamos fórmulas tradicionales como la bicromía elementos sustentantes-sustentados que ya iniciara Brunelleschi, o la alternancia de frontones curvos y triangulares de raigambre miguelangelesca
Su carácter masivo se ve paliado por una sabia organización de patios internos, mientras que las fachadas recurren a fórmulas clásicas en las que juega un papel fundamental el color rojizo (que será una constante en la ciudad)
.
El Palazzo destaca por su vocación de ingresar en el ambiente urbano, tanto en su fachada que da a la Plaza del Plebiscito como sus laterales sobreelevados sobre la colina y visible desde el puerto. Pocas imágenes de la imposición del poder (tan típico del Barroco) son tan claras
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar en este blog. Tus sugerencias serán siempre bienvenidas.
No olvides que si publicas un comentario estás aceptando algunas normas.
Por favor, sé respetuoso en tus palabras. Por supuesto puedes estar en desacuerdo con lo dicho en este blog, y también criticarlo, pero guardando las normas básicas de educación.
No se admite spam y contenidos publicitarios (serán eliminados)
Por el hecho de comentar aceptas nuestra política de privacidad (ver en apartado política de privacidad y aviso legal) y dando consentimiento explícito a que figuren aquí los datos con los que firmes o te registres (recuerda que puedes hacerlo con tu perfil blogger, nombre y URL o en modo anónimo; no es necesario email)
Si no quieres dar consentimiento, no comentes. Si tienes dudas, visita la política de privacidad.
Responsable de los datos: Vicente Camarasa (contacto correo en la parte superior derecha del blog)
Finalidad: moderar los comentarios.
Legitimación: consentimiento del usuario
Destinatarios: el sistema de comentarios de Blogger.
Derechos del usuario: acceder, rectificar, limitar y suprimir datos (si los hubiera)